Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 23:32

PARA TOMAR EN CUENTA. SE ACERCA EL FIN DEL AÑO ESCOLAR Y PARA ALGUNOS ESTUDIANTES Y PADRES DE FAMILIA ES UN MOMENTO DE TENSIÓN AL ENFRENTARSE A LA POSIBILIDAD DE HABER PERDIDO EL AÑO. ¿QUÉ HACER COMO PADRES?, ¿C

¿Qué hacer si su hijo pierde el año?

¿Qué hacer si su hijo pierde el año?



Esta será una semana difícil. Habrá muchas caras largas y padres que se sentirán decepcionados porque en el colegio les dirán que su hijo perdió el año.

Varios expertos coinciden en señalar que detrás de todo fracaso escolar siempre se esconde una poderosa razón y que ésta puede ir desde métodos equivocados de enseñanza y un ambiente familiar conflictivo, hasta problemas auditivos o visuales en el menor.

Los especialistas sostienen que desconocer esas posibilidades y asumir posiciones inflexibles pueden hacer que los niños desarrollen verdadera fobia hacia las aulas.

IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA

Como si se tratara de la hora final, Miguel se alistó para soportar el día más largo de su corta vida. Sabía que este iba a ser negro y por eso se olvidó por completo la diversión y se dedicó a planear cómo enfrentar a sus padres. Comenzó por mandar al baúl de los recuerdos la bicicleta que le había pedido al niño Dios, la espera vacación de fin de año y los entrenamientos de fútbol. Después elaboró un detallado recetario de excusas y hasta terminó por ensayar todas las expresiones faciales (excluida la risa) que indudablemente necesitaría.

En fin, no dejó escapar ningún detalle que le permitiera resistir la peor de todas las pruebas: la cara de su mamá cuando le digan hoy que Miguelito perdió el año.

Sin embargo, esta desagradable experiencia no solo la vivirá este estudiante de nueve años, sino los miles que aún no se atrevieron a confesar su pecado.

La verdad es que para muchos esta será una dura semana, en la que las caras largas, los llantos, reclamos, insultos y castigos no cesarán.

Por lo regular, la reacción de los padres están acompañadas de frases como no te volveré a inscribir en ese colegio, es que acaso eres un tonto, me hiciste perder mucho dinero o estás castigado y no saldrás en estas vacaciones .

Pero casi nunca asumen una posición comprensiva que permita explorar los motivos y encontrar alternativas para superar los problemas de sus hijos.

ENFOCAR LA SITUACIÓN

Según los sicólogos, los padres le dan mucha importancia al intelecto y por eso experimentan sentimientos de frustración y decepción frente a esta situación. Además acostumbran a identificar la pérdida de un año como un fracaso.

Para los niños, este hecho se constituye en sinónimo de amenazas, peligros interiores y sufrimientos. Posiblemente muchos no puedan superar esta derrota y opten por no volver a pisar una escuela en su vida.

¿Por qué fracasan?

El psicólogo español Baudilio Martínez sostiene que todos los niños suelen tener regresiones periódicas, y es muy corriente que pasen por desorganizaciones transitorias que le hacen más dependiente, ruidoso, agresivo y menos receptivo a las exigencias escolares. Por ello, indica Martínez, es normal que en determinados momentos del desarrollo infantil se presenten calificaciones deficientes y problemas en determinadas áreas.

Pero el ambiente familiar también es determinante. La desintegración familiar, padres sobreprotectores o muy exigentes, la falta de afecto, el desinterés absoluto de los padres por los progresos o dificultades del menor o la amenaza permanente de disgregación de la pareja pueden incidir notablemente en el rendimiento escolar Según los psicólogos, un ambiente familiar conflictivo puede sumergir al niño en un estado de incertidumbre, confusión y angustia.

Pero también hay causas ocultas. Problemas auditivos y visuales; trastornos emocionales; dificultades en el lenguaje oral, escrito, matemático y de comprensión, que impiden el desarrollo normal de las actividades escolares. Ojo a estos síntomas. Dicen que es mejor evitar que lamentar. Pues bien, existen unos indicadores que le pueden ayudar a los padres a detectar a tiempo el fracaso escolar.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que todas las situaciones, circunstancia y síntomas son diferentes.

El sicólogo Baudilio Martínez, autor del libro La Familia ante el fracaso escolar, asegura que, por lo general, un niño que no afronta con éxito las actividades escolares no expresa sufrimiento y busca todo tipo de justificaciones y razones, en general no adecuadas a la realidad, para disimular su bajo rendimiento escolar.

No parece tener conciencia de sus dificultades, no sabe incluso las tareas o trabajos que ha de realizar ni cómo debe realizarlos, indica Martínez.

Además, es incapaz de informar sobre sus actividades y no intenta buscar soluciones, ni demanda ayuda, y, si la tiene, no la acepta, repitiendo actitudes negativistas frente a cualquier tipo de requerimiento que le proponga el establecimiento educativo.

Aclara, sin embargo, que otros son los síntomas del estudiante que experimenta regresiones periódicas.

Esta clase de niños expresan sufrimiento por su rendimiento, piden ayuda y se muestran receptivos frente a la ayuda que se le ofrece.

También es un indicador el hecho de que presenten pequeñas mejorías junto con recaídas, es decir, cuando se advierte que el síntoma no está estructurado rígidamente, sino que cede en determinados momentos .

¿Qué se debe hacer?

Los expertos coinciden en señalar que detrás de todo fracaso escolar siempre se esconde una poderosa razón. Desconocer esto y asumir posiciones inflexibles y agresivas pueden llevar a que el niño se aleje definitivamente de la vida escolar.

Generalmente lo que le preocupa al niño es la reacción de sus padres y no el hecho mismo de haber reprobado el curso. Esto puede llevar a que los niños no se responsabilicen de sus actos ni de sus deberes. El primer paso que se debe dar es averiguar los motivos, teniendo en cuenta que cada situación es diferente.

- El diálogo y la comprensión facilitará este proceso. Siempre se les debe hacer ver que sus problemas sí tienen solución.

-Los reproches, censuras y castigos excesivos a veces sólo sirven para reforzar la inseguridad en el niño. Frases como perdí el dinero en ti, ya no habrá regalo de Navidad o no te volveré a inscribir en el colegio no ocasionan compromiso en el niño sino mayor resistencia.

-Si los niños encuentran apoyo y respaldo, seguramente convertirán el fracaso en un éxito.

Los padres deben ser concientes de que algunos niños requieren de mayor tiempo para aprender.

Incluso, los psicólogos indican que hay niños que necesitan pasar por la experiencia del fracaso para madurar.

-La actitud ante el niño que fracasa no debe enmarcarse dentro de la severidad total o la tolerancia absoluta. No existe nada más perjudicial que la ausencia de normas de conducta o un sistema estrecho que asfixie el niño.

- Una de las condiciones básicas para que el niño pueda enfrentar con éxito las dificultades es reforzar su autoestima. Si a un niño se le reconocen sus habilidades, seguramente que entenderá mejor lo que se le dificulta.

- El apoyo al niño no debe basarse en halagos o alabanzas falsas e infundadas. El estímulo debe centrarse en logros reales.

- Los padres deben hacerle comprender al niño la importancia real de la escuela, pero valiéndose de situaciones que hagan parte de su cotidianidad. Por ejemplo, se le puede decir que si conoce los números podrá utilizar el teléfono y llamar a sus amigos.

-No es preciso, sin embargo, que se insista en todo momento sobre la importancia de la escuela, ni la repercusión que tendrá en su futuro, ni lo mucho que nos hace sufrir su conducta, porque puede ocasionar mayor resistencia.

- Si la causa se origina en la institución educativa, se recomienda cambiar de colegio. Otro plantel le puede ofrecer la metodología pedagógica que el niño requiere para desarrollar sus intereses y habilidades.