ARQUEOLOGÍA. LA MISTERIOSA ISLA DEL TESORO DE LA AMAZONIA BOLIVIANA GUARDA LA BASURA DE SUS PRIMEROS HABITANTES.
Isla del Tesoro guarda secretos del Beni
Enigmáticos montículos en medio de las praderas de la Amazonia boliviana han conducido a las primeras evidencias de ocupación humana en la región. Un equipo internacional de científicos los ha excavado y ha descubierto que sus sedimentos son los restos de caracoles, conchas y huesos.
Científicos de cinco instituciones han combinado la arqueología, la geomorfología y la geoquímica para llevar a cabo excavaciones detalladas de tres de estas lomas y romper el misterio de su origen: es basura de los primeros habitantes de la región.
Con estas excavaciones se ha resuelto el enigma. Están formadas por pilas de conchas, caracoles de agua dulce, huesos de animales y carbón, que son los residuos de cazadores-recolectores que habitaron la zona desde hace al menos 10.400 años.
REGIÓN AMAZÓNICA
La región está muy alejada de la costa, por donde habrían llegado los primeros humanos.
Esto indica que o bien la capacidad de desplazarse y adaptarse a distintos entornos de los primeros pobladores era increíblemente alta, o bien estos primeros pobladores empezaron su camino de colonización de las Américas mucho antes de lo que se piensa. Se ha dicho que los primeros pobladores americanos fueron los Clovis, en Norteamérica, hace 13 mil años.
“Creíamos que la escasez de sitios tempranos en Amazonia se debía a que no hubo muchos asentamientos humanos, pero nuestro descubrimiento sugiere que probablemente muchas de estas zonas han sido destruidas por eventos naturales”, asegura Lombardo.
UNA MONTAÑA DE BASURA MILENARIA
Las firmas químicas de la presencia humana se registraron en los niveles más altos de los sedimentos del montículo, y los estudios de los huesos de animales y conchas indican que son los restos de antiguas comidas humanas.
Con el tiempo, los residuos de estas incursiones de caza y recolección formaron montículos que se fueron elevando por encima de la llanura inundada.
Según los científicos, “es muy probable que muchos más montículos de basura se encuentren enterrados bajo la sabana”.
“Básicamente son basureros, sitios donde se acumulaban los restos de las comidas, que en el caso de los conchales costeros eran preferentemente conchas marinas y peces. En nuestro caso se trata en su mayoría de caracoles, pero también hemos encontrado varios huesos de ciervo y peces. Son sitios muy importantes porque nos dicen qué comía la gente hace varios miles de años”, concluye Lombardo.
LA EXCAVACIÓN EN LA AMAZONIA
El equipo excavó en tres “islas de bosques” dispersas en pastizales de los Llanos de Moxos de esa región y halló “conchales”, que son montículos formados por conchas desechadas por bandas de cazadores y recolectores.
La investigación sistemática se realizó en tres conchales (Isla del Tesoro en el cantón Perotó, otra en San Francisco de Moxos, al oeste del Mamoré y, la tercera, al norte de la ciudad de Trinidad), pero los especialistas sostienen que hay centenares dispersos en esas “islas”, que son pequeños bosques en medio de extensas llanuras.
Las excavaciones, que se realizaron en julio y agosto de 2012, encontraron los conchales, huesos, mucha tierra quemada, carbón “y todo tipo de evidencias que sugieren que esto, obviamente, no es natural”, apuntó José Capriles, el investigador boliviano.
Según el entrevistado, las “islas de bosque” fueron abandonadas hace 4.000 años y luego ocupadas poco antes de la conquista española por las sociedades agrícolas que construyeron lomas de tierra y “camellones”, comunes en el paisaje de Beni.
Concepto. Los conchales arqueológicos
Los conchales son típicos del Mesolítico, son antiguos depósitos monticulares en forma de pirámides integrados por moluscos marinos y mamíferos.