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LITERATURA/COLUMNA

La perla

Sobre la novela del escritor estadounidense John Steinbeck, publicada en 1947.



Es una canción antigua y es triste. Pasa de generación en generación y uno la oye a través del viento. Es una canción en la que se cuenta la historia de un hombre que, por querer salvar a su hijo, contrajo una maldición. El hijo se llamaba Coyotito y fue picado por un escorpión. Estaba en la cuna y fue picado por un escorpión.

John Ernst Steinbeck nació en Salinas, California, y su abuelo era alemán. Su madre fue lectora desde niña y fue quien hizo conocer a John la literatura. Los Steinbeck eran miembros de la Iglesia episcopaliana, aunque Steinbeck más tarde se convirtió en agnóstico. Steinbeck vivía en un pequeño pueblo rural, no era más que un asentamiento fronterizo, ubicado en una de las tierras más fértiles del mundo, donde había trabajadores desempleados e historias.

El padre de Coyotito camina a la ciudad. Es campesino y su esposa está detrás. Lo único que tiene es una barca rota, con la que va de pesca y buscar perlas. El doctor no lo quiere atender. “A menos que tenga dinero”, dice. “Es odioso atender a personas que no tienen dinero”. Coyotito llora sin cesar, el rostro púrpura y la respiración acelerada.

John Steinbeck pasó sus veranos trabajando en ranchos cercanos y más tarde con trabajadores migrantes en las granjas de remolacha azucarera Spreckels. Allí se enteró de los aspectos más duros de la vida de los inmigrantes y el lado más oscuro de la naturaleza humana, que le proporcionó material expresado en sus novelas.

El padre de Coyotito ruega al Dios que todo lo ve, que pueda ayudarlos. El doctor se negó. Y el Dios, ese Dios que llegó con los españoles y sometió al pueblo del padre de Coyotito, se niega a hablar. No habla como las canciones que están en su cabeza desde niño, esas canciones que son sentimientos y a la vez son historias y pasado.

John Steinbeck escribió De ratones y hombres y retrató los pesares de los desempleados en la Gran Depresión, en Estados Unidos. Desde un principio, se inclinó a narrar la historia de fracaso y de aquellas personas que eran signadas por el capitalismo: el nuevo destino. Nadie podía escapar a ala leyes del capitalismo, nadie podía escapar a la necesidad de trabajar por poco dinero para sobrevivir.

El padre de Coyotito se va hacia el mar y encuentra una perla. “La perla del mundo”, dicen sus paisanos. Un perla grande, jamás encontrada, y que tiene un precio desorbitante. “Es la salvación para mi hijo”, dice el padre de Coyotito. En la ciudad, todos se enteran del descubrimiento. Algunos se horrorizan. Dicen: “Es una maldición”. Dicen: “Esa perla será la perdición”.

En 1939 publicó Las uvas de la ira, considerada su mejor obra. Basada en artículos periodísticos que había escrito él mismo en San Francisco, está considerada por muchos como su obra más lograda. En 1940, recibió el premio Pulitzer, pero su éxito no estuvo libre de controversia: las ideas políticas de Steinbeck, crítico con el capitalismo y a favor de las reformas llevadas a cabo por Franklin D. Roosevelt con el New Deal para favorecer a la clase trabajadora, le conllevaron la condena del sector tradicionalista, sobre todo en su propio estado.

Todos quieren la perla. Los tasadores quieren timan al padre de Coyotito. Dicen que es una perla que no vale nada y ofrecen poco dinero. Dicen que nadie daría algo por esa monstruosidad. El padre recela la perla y decide que irá a la capital a vender la perla. Su hijo ya se encuentra mejor y se sanó por la naturaleza. Al padre ya no le interesa nada más que la perla. Ésa es la maldición que narra Steinbeck y que es un canto triste que una y otra vez se repite. “La perla”, se llama.

Periodista – [email protected]