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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Lema: “Es una novela sencilla, no precisamente encantadora, más bien algo mortificante”

Una entrevista con el escritor Gonzalo Lema que gira alrededor de la novela La vida me duele sin vos. La nueva edición de la obra está disponible en la librería del Grupo Editorial Kipus, ubicado en la calle Hamiraya casi avenida Heroínas.
Lema: “Es una novela sencilla, no precisamente encantadora, más bien algo mortificante”



“Tú eres un hombre que le duele a la gente”, le había dicho una señora Plá temerosa (no habitual), dejando silbar las palabras entre los dientes, como su Danielito Estofán (“sociólogo, mucho gusto”) no lo supiera.

Así comienza la novela La vida me duele sin vos del escritor tarijeño Gonzalo Lema. La obra fue escrita hace ya dos décadas, el año 1998, y fue galardonada con la primera versión del Premio Nacional Alfaguara de Novela ese mismo año. Ahora, el Grupo Editorial Kipus lanzó la edición conmemorativa del texto. El escritor, quien ya publicó más de veinte libros, habló con La Ramona acerca de esta reedición.

P. A 20 años de la publicación de la primera edición de La vida me duele sin vos ¿Hay algo que cambiaría de su novela?

R. No. Es una novela que empecé a escribir muy joven. Probablemente, la experiencia que tuve con ella es distinta a las demás por que me sentí a gusto escribiéndola. No quise terminarla, la terminé porque se convocó al Premio Nacional de Novela. Entonces, he tenido años, el tiempo suficiente, para leer y re leer la novela, cada una de sus pequeñas partes muchas veces, así que estoy completamente seguro.

Pero hay una excepción: el final de la novela, fue modificado, creo que a partir de la segunda edición, en una palabra. Creo que en la primera versión decía “Por fin”. Y ahora lo que dice es “Por fin y para siempre. Ha sido una precisión, pero esta novela ha sido escrita a lo largo de muchos años, pese a que es una novela breve, así que no la cambiaría.

P. ¿Qué significó para usted que su obra haya ganado el Premio Nacional de Novela?

R. Bueno, primero que, normalmente, las novelas que ganan la primera versión de un premio de esta magnitud son novelas que se quedan. Han pasado muchas versiones, más de diez, quizá quince hasta la fecha, por que no ha habido una continuidad de calendario, y claro, todos se refieren a la primera y a la última novela premiada. Entonces se suele decir en los discursos “desde la lejana La vida me duele sin vos hasta ahora …”. Además, en lo personal me sucedieron cuestiones esenciales en mi vida, me nombraron presidente de la Corte Departamental Electoral unos dos o tres años antes, luego saqué el premio y entendí que en muchas ocasiones iba a estar yo por delante de instituciones, de responsabilidades, de merecimientos y que eso era posible en mi vida. Es decir, que no se crece pensando que uno puede llegar a logro alguno, hace falta convencerse.

Yo, en ese periodo, durante esos años, me convencí de que los logros también podían ser parte de mi.

P. En declaraciones anteriores afirmó que “un buen texto se lo piensa años de años antes de publicarlos”. ¿Cómo fue el proceso creativo y de escritura de La vida me duele sin vos antes de su publicación?

R. Publiqué mi primer libro a los veintidós años. Empecé muy joven, normal entre los escritores. Pienso que se debe escribir siempre, se debe guardar los libros inéditos, se los debe revisar y publicar con tardanza. Yo he hecho girar una rueda, ahora mismo tengo un libro de cuentos y una novela, ambos guardados desde hace tiempo, que se publicarán en un futuro, pero cuando se lo haga voy a estar convencido de lo que vaya a imprimirse.

Debido a esta razón no he cometido el error de terminar de escribir y publicar.

P. El personaje de Daniel Estofán (“Sociólogo. Mucho Gusto”.) parece ser la el estereotipo perfecto del sociólogo boliviano. ¿Cómo fue la construcción de este personaje?

R. El nombre y el apellido de Daniel Estofán responden a dos amigos míos. Daniel, que era un amigo de la época, algo mayor que yo, y Estofán el apellido de otro amigo de la misma época. Luego, efectivamente, me pareció motivador imaginarlo sociólogo y con abarcas. Era difícil que sea abogado o médico con abarcas, en cambio, era tan natural que fuera sociólogo con abarcas, y además que fuera lector de libros difíciles. Entonces, me motivó la idea por eso, por que era más natural.

P. ¿Gonzalo Lema tiene algo de Daniel Estofán?

R. En ese periodo de mi vida no lograba asumir el sin sentido de la existencia ¿para qué se vive? No lograba asumir esa cuestión con fluidez. Ese tema a mi me ha perseguido y mortificado existencialmente unos buenos diez años. Ha sido una pelea dura, por que yo bien pude perder el entusiasmo por realizar cualquier actividad debido a la certeza de la respuesta, es decir ¿qué sentido tiene la existencia? No tiene sentido. La existencia es una búsqueda del sentido y no siempre se lo halla. El grueso de la humanidad transcurre sin preguntarse eso, pero yo tuve la desdicha de preguntarme, y la respuesta era muy mala. Daniel piensa que nada vale la pena, que todo es una pérdida de tiempo y quiere dejarse morir. Creo que esa preocupación central mía está transferida a Daniel Estofán.

P. Sabiendo que han pasado ya dos décadas desde la creación de la novela, ¿cómo cree que el personaje de Daniel se hubiera adaptado a la sociedad actual?

R. No lo hallo en estos tiempos. Él es de los primeros años de la democracia, no lo hallo en estos tiempos, adaptado menos. Marginal quizá, viviendo fuera de la ciudad, sin necesidad de transporte público, caminando por ahí, a su ritmo, a su paso; y solo, sin la esposa ni los hijos. ¿Porqué? por que es duplicar la estupidez, “no tiene sentido la vida y yo traigo un hijo”, el razona así; así que marginal seguramente.

P. La mayoría de los personajes tienen una vida que podría describirse como miserable, sin embargo, parecen disfrutar de ello. ¿Considera que son ellos la representación del boliviano promedio?

R. Esa es, mas bien, la realidad social de la clase media estable boliviana. Creo que ese es su perfil. Por supuesto, hay gente como Plá que es afectuosa, es cálida, esta enamorada de Daniel. Le ha pasado eso en la vida: tiene un matrimonio y se ha enamorado de Daniel. Julio es un personaje tímido, no sabe como combatir a Daniel en su amor por Plá. Son jóvenes, no todo está aplazado, no todo está mal. Hay calidad humana también, hay principio, hay valores que se intentan ejercer, aunque se presentan como chispas, con fugacidad.

R. El Club de los Jueves es un espacio en el que los personajes de la novela pueden ser ellos mismos, intelectuales sin tapujos y sin preocuparse por mantener las apariencias. ¿Cree que esta es una forma de manifestar que la sociedad cochabambina sigue siendo extremadamente conservadora?

R. La novela en general daría la impresión de ser crítica sobre estos mundos que cohabitan en la clase media, vacíos, fríos, sin sentido o mas bien forzando el sentido. Las apariencias, la necesidad de agruparse permanentemente que caracteriza a nuestra clase media.

Dentro ella hay grupo para el jueves, para el viernes, para el lunes, para jugar, para hablar, para no hablar. La gente es gregaria, pero esto responde también a algo gracioso: nos sobra tiempo y no sabemos como gastarlo y nos agrupamos para perderlo juntos. El grupo de los jueves, en cambio, es efectivamente de intelectuales en formación, gente que busca el sentido de la existencia. Entre ellos hay rivalidad, hay miramiento, hay celos y ahí se genera un crítica sorda a la sociedad que nos toca vivir, a la sociedad que hemos construido nosotros, nuestros abuelos, nuestros padres. Hemos construido una sociedad altamente conservadora, muy poco superada y educamos así. La novela a su manera, denuncia aquello.

P. En esta ocasión, al re leer la novela en su edición conmemorativa ¿le da un significado diferente a la lectura que ya había hecho anteriormente?

R. Como es mía, es muy difícil que se me presente renovada. Esa experiencia la tengo con muchísimos libros de otros autores, que se presentan renovadas para mí, pero en este caso no. La he releído para esta cuarta edición y rápidamente me he sentido en el circuito de la novela.

He conocido, en La Paz, a una pareja, hace unos seis años, que tenían la primera edición de la novela completamente destripada, usada, manoseada y anotada por que ellos la habían leído mas de una vez. He conocido a algunas personas aquí, muy pocas, que han sentido el impacto de La vida me duele sin vos, que ha sido importante en ese momento de su vida, siendo muy jóvenes. Entonces me imagino que la releen de vez en cuando y espero que la encuentren novedosa. Es una novela sencilla, no precisamente encantadora, más bien algo mortificante, pero que tiene fuerte carga emocional.

Estudiante de comunicación - [email protected]