La sombra blanca de Homero
I
Habla Naia de Tulum, “ninfa del agua”,
de las náyades griegas de agua dulce
desde su milenario Hoyo Negro maya.
El primer hilo de sangre nació hace muchos años
como una estrella desprendida del tiempo,
vivir entre sombras el sufrimiento de la ausencia
sin caminar en el pasillo misterioso de los muertos.
Primero fueron los bisabuelos de augusta dignidad
el abuelo se metió en un sarcófago en plena juventud
y una hermosa viejecita vivió una vida hermosa
y triste de soltería en su viudez de antaño.
A su padre le pasó lo mismo y con su madre lo mismo
canto de pájaros solitarios rompiendo los espejos
entre voces infantiles acurrucadas en la vida
pétalos de un amanecer eterno
cuando trenes de carga ruedan por la noche
sobre montañas de eucaliptos.
Aún no ha caminado en el pasillo misterioso de los muertos
habitante de este nuevo tiempo
busca el sonido de la aurora en medio del silencio
reflejando esperanzas de una vida conquistada
en el torbellino de nuevas tempestades
ansiosas de mantener el ritmo de la eternidad
donde los dioses naufragaron en el polvo oscuro del atardecer
colgados de una rama de hiedra venenosa
que cubre la tumba de los olvidados.
II
Homero pasó como una sombra blanca a su lado
mirándolo a los ojos
con sus ojos ciegos de párpados caídos
deslizó unas palabras que exaltaron su alma:
esto también es Troya – dijo:
no son los aqueos de la antigua Ilión
Dardanelos del Helesponto de Anatolia,
son legiones ambiciosas y asesinas del norte invadiendo naciones,
no es el rapto de la bella Helena de Esparta
ni el amor enloquecido del príncipe Paris
ni el prolongado, doloroso y triste retorno de Odiseo
ni la enemistad entre persas y griegos.
Así guardó silencio
un silencio profundo,
sombras en la oscuridad de la noche
donde potencias sin alma dejan caer su odio,
hoy no es el rapto de una princesa
es el saqueo de los recursos naturales del mundo
nos invade el crepúsculo.
III
Un nuevo Dante prepara la comedia humana contemporánea
nuevos círculos de nuestro infierno
donde cientos de cuerpos y de rostros oscuros
se retuercen abrazados a su maldad.
Que salgan de sus tumbas miles de víctimas inocentes sacrificadas
y las flores del mal con su belleza poética, su amor y su muerte.
IV
Es la Siria árabe del Oriente Próximo del mediterráneo,
donde miles de vidas se apagan cada día como estrellas del universo,
lo mismo en Irak, la antigua Mesopotamia
con su cadena montañosa de Zagros
y Afganistán, sin salida al mar, pero sí a la muerte.
Libia en el Magreb, “lugar por donde se pone el sol”
horizonte de sangre,
“el zorro del desierto”,
tantos pueblos avasallados como un canto al olvido
doliente humanidad sin abrigo,
la abnegada Palestina.
V
Que hable el chaski del Tahuantinsuyo y de Tacna
mensajero de los antiguos incas
y revele la invasión de la guerra del pacífico,
la usurpación abusiva de Antofagasta,
el complot que cercenó las venas azules de Bolivia.
VI
Que hable Zapata y sus guerreros del sur
con su sangre derramada en Chinameca
y un México nuevo recobre el rostro noble de Quetzalcóatl,
que hablen todos los héroes anónimos del mundo,
que vuelvan nuestras vidas a reencontrar su cauce
y un ave blanca en el viento cante la nueva aurora.
Poeta