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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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The Post

Otra reseña crítica del filme de Spielberg que se exhibe en los cines Prime y Norte.



“17 de junio de 1972, un sábado por la mañana. Hora: las nueve. Demasiado temprano para telefonear. Woodward tomó el receptor de manera vacilante y acabó de despertarse. El redactor jefe local del Washington Post estaba al otro lado de la línea. Cinco hombres habían sido detenidos esa madrugada cuando trataban de penetrar ilegalmente en el Cuartel General del Partido Demócrata; llevaban consigo un completo equipo fotográfico y una serie de instrumentos electrónicos. ¿Podía presentarse para hacerse cargo del asunto?” (Todos los hombres del presidente, Carl Bernstein, Bob Woodward).

En 1975, Spielberg terminó una película que cambiaría los estándares de Hollywood: Tiburón. Fue uno de los primeros blockbusters (éxitos de ventas), junto a Star Wars, de su amigo George Lucas. Y la crítica encasilló a Spielberg como un director para adolescentes y sus películas como simple entretenimiento. 40 años después, y después de La lista se Schindler, Caballo de guerra, Lincoln, Rescatando al soldado Ryan, demostró que es uno de los directores más importantes de la historia del cine. The Post es un buen ejemplo.

Spielberg realiza películas en tres corrientes: ciencia ficción, películas para niños y dramas históricos (en los tres reflexiona sobre la identidad del estadounidense: ¿de dónde viene?, ¿qué será en el futuro?, ¿comete los mismos errores de su pasado?). The Post corresponde a esta última reflexión. Y es a la vez una precuela de Todos los hombres del presidente, protagonizada por Robert Redford y Dustin Hoffman, y dirigida por Alan Pakula.

Spielberg cuenta entonces el inicio de todo en The Post. Esta vez, el periodista principal es Ben Bradlee (editor en jefe del The Washington Post), quien lucha por publicar un reportaje sobre unos papeles del Pentágono que fueron robados por un funcionario y que implican a altas autoridades del Gobierno que sabían que la guerra de Vietnam iba a fracasar, incluso años antes de que iniciara, pero igual enviaron a sus soldados a morir.

En esta película Spielberg también analiza los alcances de la libertad de expresión y lo resume en la voz de uno de sus personajes: “El periodismo no existe para ayudar a los gobernantes, sino para ayudar a los gobernados”. Y va más lejos: el periodismo debe ser un contraste de datos y de fuentes, y el periodista debe asegurarse de que la verdad no sea su creación, sino que sea un acercamiento a la realidad.

No es gratis que Spielberg haya realizado una película con ese tema en 2017. Lo hizo para criticar el papel del periodismo actual, en esta época de sobreinformación, pero, sobre todo, lo hizo para dar una solución al problema del Gobierno de Trump. Con esta película, Spielberg tal vez nos dice: “Periodistas, busquen pruebas para desequilibrar este Gobierno que nos destruye desde adentro, que es una imagen negativa de lo que es el estadounidense, de lo que son nuestros valores, etc.”.

Periodista – [email protected]