Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
  • Actualizado 08:55

It o confesiones de un fracasado

El autor propone una lectura del libro de Stephen King y las dos adaptaciones audiovisuales, desde el horror generado en la infancia, al ver a escondidas la primera película.
It o confesiones de un fracasado



Mi primer encuentro con It (dependiendo la traducción: Eso, La wea, El coso) fue cuando tenía diez años, en la casa de mi abuela. El miedo (tal vez horror) que me causó fue porque hacía algo prohibido. Mi madre me había dicho: Nada de películas de terror. Mi abuela me había dicho: Eres un cochino.

La versión que vi: la serie de televisión (de casi 4 horas, la de 1990), con una calidad de imagen de VHS. En muchos momentos me sobresalté (también por los pasos que daban mis padres por el patio). El payaso, caracterizado por el actor Tim Curry (más conocido porque hace de ayudante de hotel en Mi pobre angelito 2) hizo que tuviera pesadillas en la noche.

Las tres películas que me hicieron dar pesadillas fueron: El exorcista (a los 6 años); Psicosis 2 (a los 10 años); It (a los 10 años). Cuando volví a ver It de joven, me dije: Eras un llorón. No podía comprender cómo me asustó la caracterización del personaje, las malas actuaciones, las escenas que no tenían fuerza. Aun así, la vi dos veces más (dicen que en la repetición está el gusto).

Cuando cumplí 25 años, un amigo escritor me pasó la novela (¡1500 páginas, Dios mío!). empecé a leerla con el desprecio que me habían puesto en Literatura (un docente me dijo: lo que no es alta literatura no vale la pena). Pero confieso que fue una novela adictiva. Sí, con un mal final. Sí, Stephen King no sabe hacer finales. Pero con personajes casi reales: los niños perdedores.

No me sobresalté con las escenas escabrosas (violaciones, estupro, asesinatos explícitos), sino con el hecho de que Derry, era como el mundo de los adultos (conocemos la maldad y no hacemos nada para cambiarlo). Mejor: Derry es el infierno mismo. Derry es los Estados Unidos (sus ciudadanos dejan pasar una marcha del Ku Klux Klan, porque existe la democracia y la pluralidad). Derry es mi ciudad en donde personas de las altas esferas del gobierno dicen que no hay corrupción y los artistas callamos (¿vale más tener un gobierno de izquierda que un gobierno de derecha aunque pisotee nuestros derechos?).

Cuando terminé de leerlo me sentí aliviado pero vivo. Sentí lo que se siente cuando uno termina de leer una obra maestra. Pero por mi adoctrinamiento también me sentí en pecado mortal: ¿Cómo Stephen King? Cuando leí que a Rodrigo Fresan le encantaba este autor, me sentí un poco más tranquilo. Era un poser y espero haber salido de eso.

Entonces vi esta nueva película. Debo decir que no tenía tantas expectativas después de haber visto Mamá, del mismo director (Andy Muschietti). Bueno, tenía algo de esperanza porque el director de True Detective había hecho un primer borrador del guión. Cuando la vi, un viernes invernal, solo (a mi lado había dos parejas que se fajaban a besos), sentí lo mismo que cuando era niño.

Desde un primer momento Derry es el horror. Me cautivó la actuación de Bill Skarsgård (que tenía un peso demasiado grande después de la actuación de Tim Curry). Los perdedores me enternecieron. Y amé a Beverly. Como cuando la veía en la serie de televisión o me la imaginaba en el libro.

En fin, una película recomendable. Ok, no sólo recomendable, sino altamente recomendable. El terror es nuestro espejo actual.

Periodista – [email protected]