Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 13:31

El espíritu de la ciencia-ficción

El espíritu de la ciencia-ficción



Sobre la novela póstuma del escritor chileno Roberto Bolaño (1953 - 2003), publicada en 2016 por Alfaguara.

Miraba un bosque de hojas verdes, casi negras. «Mira bien», dijo Nicanor Parra. «Allá hay un sendero y arriba del sendero hay una tumba». Roberto Bolaño miró hacia la izquierda. «Es la tumba de Huidobro y lo demás está velado por el bosque». Y tal vez Roberto Bolaño pensó que así era la muerte: «Soledad y olvido».

Roberto Bolaño regresó al polvo en 2003. Desde ese año, la viuda, Carolina López, cedió los derechos de sus obras a Alfaguara. La heredera de Bolaño decidió romper el vínculo con el editor Jorge Herralde, quien apostó por su trabajo desde la publicación de Estrella distante, en 1996.

Así llega El espíritu de la ciencia–ficción (Alfaguara). Es una novela inédita que Bolaño escribió en Blanes a finales de los 80. El sello Alfaguara publica, como parte de la reedición de toda su obra, que ha dejado de pertenecer a Anagrama, el sello de Jorge Herralde en el que se había publicado hasta ahora una buena parte de todo cuanto Bolaño escribió.

¿Cuántos libros se publicaron desde la muerte de Roberto Bolaño?

En el prólogo del volumen que ahora publica Alfaguara, el crítico y escritor Christopher Domínguez Michael se refiere a El espíritu de la ciencia–ficción como una novela de juventud. No posee la musculatura que cobraría la obra de Roberto Bolaño después, sin embargo, contiene las señas del narrador que Bolaño ya era.

Construida a través de capítulos alternos, la novela narra dos historias. Una central: las peripecias de Jan Schrella y Remo Morán, dos poetas de 17 años que viven en la Ciudad de México, de finales de la década de los 70. Bolaño retrata sus años de juventud en aquella ciudad: la intensa actividad en los talleres literarios, que juegan un papel central en estas páginas y que Bolaño profundizará en Los detectives salvajes, la novela con la que ganó el Premio Rómulo Gallegos en 1998, y de la que este nuevo manuscrito supone el eslabón más directo y cercano.

Al mismo tiempo, en estas páginas Bolaño despliega una segunda trama que gira alrededor de un manuscrito y un escritor cuya identidad el lector tendrá que desentrañar, siguiendo la pista de escenas jalonadas en la transcripción de una entrevista periodística.

Existe un supuesto por las libretas fechadas: Bolaño escribió esta novela a los 27 años.

Aquí surgen otras interrogantes. ¿Es una novela inacabada? ¿Si es así, por qué se publica como novela terminada? ¿Por qué Bolaño no quiso publicar esta novela antes que otras si está fechada su conclusión en 1984? ¿Por qué Bolaño no dejó en su testamento el nombre de esta novela?

Para una de las respuestas, Carolina López dice que Bolaño le dijo que podía publicar todo lo que encontrase.

Es necesario aclarar que, antes de la muerte de Bolaño, quien cuidaba de él no era su actual viuda, sino una mujer de quien solo tenemos un nombre: Carmen Pérez de Vega; era su pareja en el momento de su muerte.

López dijo que El espíritu de la ciencia–ficción se hallaba en casa, en una caja con muchas otras libretas. Se publica después del tiempo que requieren las lecturas previas y estudio por parte de especialistas en la obra de Roberto.

Roberto Bolaño ya es polvo, pero sigue escribiendo. Mejor: ¿sigue escribiendo?

Periodista y escritor - [email protected]