Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 18:19

Entre la picaresca y la ciencia ficción

Entre la picaresca y la ciencia ficción



Sobre el reciente Premio Alfaguara de Novela, Rendición del escritor y director de cine español Ray Loriga.

Una voz suena con la radicalidad del espanto que le produce el mundo en el que vive. “Nuestro optimismo no está justificado, no hay señales que nos animen a pensar que algo puede mejorar. Crece solo, nuestro optimismo, como la mala hierba, después de un beso, de una charla, de un buen vino, aunque de eso ya casi no nos queda”. Así de amarga y prometedora empieza Rendición, del escritor, guionista y director de cine español Ray Loriga, Premio Alfaguara de Novela, “una historia kafkiana y orwelliana sobre la autoridad y la manipulación colectiva, una parábola de nuestras sociedades expuestas a la mirada y al juicio de todos”, según la definió el jurado de esta vigésima edición, presidido por la escritora mexicana Elena Poniatowska. “Sin caer en moralismos, a través de una voz humilde y reflexiva con inesperados golpes de humor, el autor construye una fábula luminosa sobre el destierro, la pérdida, la paternidad y los afectos”, explicó el jurado en el fallo.

“Quiénes somos cuando nos cambian las circunstancias, cuando nos quitan las flores del jardín, cuando las situaciones cambian, quiénes somos de verdad, esa es la pregunta que me hago en el libro. A veces el hambre aprieta y la dignidad mata. De eso quería hablar”, dijo Loriga (Madrid, 1967), quien fue a recibir el premio –dotado de 175 mil dólares– al Hotel Ritz porque “yo sólo pasaba por aquí, como diría mi amigo Luis Eduardo Aute”.

El escritor –que participó del concurso con el seudónimo del exfutbolista argentino Sebastián Verón– cumplió 50 años el pasado 5 de marzo y hace 25 publicó su primera novela, Lo peor de todo (1992). Un año después llegaría Héroes, novela con un guiño evidente al álbum homónimo de David Bowie, repleta de referencias a Bob Dylan, Iggy Pop, Lou Reed y al propio Bowie, entre otros. En la tapa del libro aparecía Loriga con el pelo largo, anillos en forma de calavera, tatuajes en los brazos y una cerveza en la mano.

Su fascinación por Bowie tiene que ver con la enfermedad de su hermano. “Él era esquizofrénico, muy inteligente y le encantaba la música. Y yo, desde el otro lado de la pared del cuarto, oía a Bowie, del que él era fanático. Cuando lo ingresaron a un hospital psiquiátrico, me regaló todos sus discos –recordó el escritor–. Y esos discos se convirtieron en la conexión con un hermano que estaba empezando a perder, y que acabé perdiendo”.

La mezcla de referencias culturales ha sido fundamental en su formación. El escritor irrumpió en la escena literaria española de los años 90 como parte de una generación desencantada con la década neoliberal, representada por Margaret Thatcher en el Reino Unido. Loriga mostró tempranamente influencias anglosajonas de Jack Kerouac, William Burroughs, Charles Bukowski y Mark Twain, y su prosa se emparentó con autores estadounidenses como Bret Easton Ellis o Douglas Coupland.

“Cuando salió uno de mis primeros libros en Estados Unidos, una de las cosas que me dijeron es que no parecía español, y yo me preguntaba: ¿tienen que salir toreros? Parecía que estábamos obligados a sacar lo folclórico y eso se quita leyendo a Kafka: el escarabajo es cualquiera y está en cualquier ciudad”, reflexionó Loriga, que “escribe como si fuera de Nueva York o de Londres”, en palabras de uno de los miembros del jurado, el escritor peruano Santiago Roncagliolo. Para el argentino Andrés Neuman, otro de los miembros del jurado, Rendición muestra un mundo como “fábricas de sombras” y aseguró que la novela pertenece al “raro género de la picaresca de ciencia ficción”, como Plop de Rafael Pinedo.

El flamante ganador del Premio Alfaguara reivindicó esta tradición al recordar que una de sus lecturas de adolescencia, El guardián entre el centeno de J.D. Salinger, le pareció “un Lazarillo de Tormes con Nueva York detrás”. “La picaresca no es más que la situación de un cualquiera en un intento de protegerse de la sociedad y sacar algún provecho vital”, planteó el escritor, que debutó como director de cine en 1997 con La pistola de mi hermano, adaptación de su novela Caídos del cielo (1995). Volvió a dirigir con Teresa, el cuerpo de Cristo (2007), colaboró en el guion de Carne trémula, la película de Pedro Almodóvar, y escribió el guion El séptimo día de Carlos Saura, entre otros.

Loriga mencionó a varios escritores como Thomas Bernhard, Franz Kakfa y, en especial, a Juan Rulfo. “No habría cogido mi primer lápiz ni el papel sin haber leído a Rulfo. Sin él, no estaría aquí ni sería quién soy hoy”, reconoció el autor de las novelas Tokio ya no nos quiere (1999), Trífero (2000), El hombre que inventó Manhattan (2004), Ya sólo habla de amor (2008), Sombrero y Mississippi (2010), El bebedor de lágrimas (2011) y Za Za, emperador de Ibiza (2014). “Todo lo medianamente inteligente que salga en mi libro lo vi en la sombra de Rulfo, y es muy difícil caminar sin sombras. Según baja el sol, más larga la sombra, y esa es nuestra lengua”, afirmó el autor de Rendición y aclaró que en esta novela no hay ni droga, ni sexo, ni rock and roll, sino “retrofuturo”. El protagonista es un hombre que tiene hijos que luchan en una guerra, pero no se sabe cuál, y que adopta un niño refugiado, siendo él mismo refugiado. No hay optimismo, ni señales.

Periodista

Obras ganadoras del Alfaguara



1998 Caracol Beach de Eliseo Alberto (Cuba) y Margarita, está linda la mar de Sergio Ramírez (Nicaragua)

1999 Son de mar de Manuel Vicent (España)

2000 Últimas noticias del paraíso de Clara Sánchez (España)

2001 La piel del cielo de Elena Poniatowska (México)

2002 El vuelo de la reina de Tomás Eloy Martínez (Argentina)

2003 Diablo guardián de Xavier Velasco (México)

2004 Delirio de Laura Restrepo (Colombia)

2005 El turno del escriba de Graciela Montes y Ema Wolf (Argentina)

2006 Abril rojo de Santiago Roncagliolo (Perú)

2007 Mira si yo te querré de Luis Leante (España)

2008 Chiquita de Antonio Orlando Rodríguez (Cuba)

2009 El viajero del siglo de Andrés Neuman (Argentina-España)

2010 El arte de la resurrección de Hernán Rivera Letelier (Chile)

2011 El ruido de las cosas al caer de Juan Gabriel Vásquez (Colombia)

2012 Una misma noche de Leopoldo Brizuela (Argentina)

2013 La invención del amor de José Ovejero (España)

2014 El mundo de afuera de Jorge Franco (Colombia)

2015 Contigo en la distancia de Carla Guelfenbein (Chile)

2016 La noche de la usina de Eduardo Sacheri (Argentina)