Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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[CHENK’O TOTAL]

Logros



—¿Y qué cosa shempre has hecho en el Ecuador estos siete años, Papirri?, me pregunta el Lucio del almacén, mientras sopa la marraqueta crocante en su jarra de nubes.

—Los primeros tres años, me ocupé de cultura y prensa en nuestra Embajada, le digo todavía con tonito quiteño. En prensa, por ejemplo, elaboraba un boletín mensual digital. Era un informe mensual de lo más relevante que hacíamos en el mes. Pero para esto tenía que ser fotógrafo más del embajador, con mi camarita le sacaba la foto, hacía la nota. Éramos la única misión diplomática que hacía esto, hermano, 70 meses le he cascado, moroso era. Pero luego, cuando hacíamos informes semestrales, anuales, este boletín era una bendición, ahí estaba todo.

—¡Ah!, bien che. ¿Y qué más?, dice cascándole un mordisco al queso kollana.

—En cultura, hemos creado la Semana Cultural de Bolivia en Ecuador para festejar el 6 de agosto. He gestionado la presencia del Ballet Folklórico Nacional, Emma Junaro, Alaxpacha, Los Masis, Kollamarka, grupo Wara, Enrique Jurado y su grupo, Piraí Vaca, grupo Arawimanta, y no solo en Quito, en varias ciudades del Ecuador.

—O sea, tenías harto quibo de presupuesto, ¿no?, se mete el Comandante Mamani, portero del edificio.

—Uta, no hermano. Hice una alianza con la Alcaldía de Quito. Ellos pagaban los pasajes aéreos de los artistas, los honorarios, hoteles, comida, todo, para que toquen en una plaza el 10 de agosto, día del Ecuador. Y de allí jalábamos la cosa para el 6 de agosto. La Embajada no gastaba nada.

—Bien, che, dice el Lucio, y lo de las danzas, contá a ver…

—En 2010, fui a ver un festival de “saya peruana”. Ahí me calenté, tomé contacto con los ballets que bailaban, eran todos ecuatorianos. Los busqué, les expliqué que la danza que bailaban era boliviana y se llamaba caporal. Realizamos un evento de caporales y luego, en 2011, he creado el Festival de Danzas Bolivianas en el Ecuador. Este año será el VI Fesdabec, el año pasado participaron 600 bailarines de 30 ballets, todos ecuatorianos, bailando con nuestra bandera el tinku, la morenada, los caporales... Ya no hay eso de la saya peruana.

—¿Y vos has dado conciertos?, pregunta el Comandante trayendo silenciosamente un singani.

—No, hermano. Después iban a decir que había ido yo a promocionarme.

—Y los otros años, ¿qué has hecho, pues?, dice el Lucio, pintando con singanito su té.

—De pronto, en marzo del 2012, me toca ser embajador interino, un año entero, grave, Jefe de Misión de un solo jauk’aso. Tuve que aprender a la marcha el asunto bilateral. En abril, organizamos la VIII Comixta, una reunión de ministerios para firmar convenios de cooperación. A partir de allí, firmamos más de 15 convenios bilaterales en agricultura, justicia, salud, comunicación, movimientos sociales, así…

—¿Y para qué sirve eso, pues?, dice el Comandante sorbiendo el té con té.

—Sirve nomás. Por ejemplo, en agricultura, los técnicos ecuatorianos nos ayudan a criar mejor las tilapias. Los bolivianos enseñan a cultivar mejor la quinua.

—Y vos, ¿qué tenías que ver en eso?, dice el Lucio sacando coquita.

—Es que hay que presionar a los burócratas para que apliquen los convenios, si no son letra muerta. Algunos no me podían ver, grave los jodía yo.

—Sí, pues, bien jodido eres pues, Papirri. Medio mal carácter dice que tienes, sonríe el Mamani con su pijcho.

—Además, en 2012 he creado la Jornada de Reflexión sobre el Mar Boliviano. Este año hicimos la quinta. No fue fácil, al principio no nos querían dar salas. El imaginario ecuatoriano es prochileno, pues, pero ahora está cambiando.

—Y de la hoja de coca, ¿has hecho algo?, increpa el Lucio invitándome un té con té.

—Sí, hemos creado la Conferencia sobre la Sagrada Hoja de Coca. Este año fue la sexta, fue la más grande, para explicar que la coca no es cocaína y difundir los productos alternativos. Además, en 2015 personalmente he ido a mover un convenio para que podamos exportar mate de coca, parece que ya va a salir.

—¿Y eso de multilateral qué cosa es, pues?, pregunta el Comandante.

—Esa también era una pega difícil. Quito es una ciudad con cantidad de eventos internacionales, varios países se reúnen a negociar asuntos, la sede de Unasur está ahí, también la de Unesco, el Parlamento Andino. Llegaban delegados a raudales, había que apoyarles en todo, negociar y mandar documentos y…

—Ya, ya, ya está bien. Has hecho nomás, Papirri. Cambiando de tema, qué huevada, nos empataron los ecuatorianos al final. Este Hoyos tiene la culpa, dice el Lucio.

—Nooo, el Raldes tiene la culpa, pero vos, bolivarista, ni has cantado los goles del Pájaro… yaaaa.

—Y vos ni siquiera sabes la alineashón.

Así se va diluyendo la noche con este informe final de logros a mis bases.

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*El Papirri, personaje de la Pérez, también es el cantautor paceño Manuel Monroy Chazarreta.

Músico - [email protected]