Entrevista ficticia y biográfica con el escritor y guionista de historietas británico, creador de obras como The Watchmen.

Cabello largo y ojeras; barba de guerrillero y sudaderas baratas; voz ronca y cigarrillos; habla lento, fuma lento y parpadea lento. Y se parece a un demacrado Mr. Manhattan o a un Vigilante jubilado por alguna ley de censura: Alan Moore dejará de escribir. Y dice: «Es lo más parecido a la muerte». Y dice: «Nadie es inmortal».

Estamos en el Boom de los superhéroes.

Pero también de la parodia o de la tragedia. Hollywood se quedó sin ideas o valida ideas que estaban vigentes hace 40 años.

¿Entonces, dejaste de estar vigente?

Desde hace muchos años (sonríe). Más bien nadie me hizo un biopic o un homenaje. Lo que queda son mis escritos.

The Watchmen y V de Vendetta aún están vigentes.

Algo bueno deben tener…

Calidad de escritura, personajes bien construidos y un poco de profecía.

Tal vez… Creo que The Watchmen es innegablemente todo lo que soy o las etapas de todo lo que fui. Siempre quise ser como el Dr. Manhattan, lo ve todo desde lejos, desde otra perspectiva, pero mi carácter no pudo conmigo. Creo que soy un anarquista más parecido a Rorschach. Siempre me gustó ensuciar las manos con lo incorrectamente político.

Creo que tienes también mucho del El Comediante.

Lo tomaré como halago (sonríe). En mucha medida, me convertí en un cínico para ir en contra del sistema: esa es la esencia de El Comediante. En contra del sueño americano. En contra del racismo. En contra del capitalismo. En contra de las grandes corporaciones. Pero, indefectiblemente, llega un momento que también estás en contra de ti mismo.

¿Qué hubieses cambiado para llegar a esta época?

Todo lo que soy, pero los milagros no son para mí. Creo en la fuerza del trabajo. Creo que un escrito no cambiará nada pero lo intenta. Creo que en unos años más seré cenizas y olvido. Creo que también darse un respiro es una forma de continuar la vida. La pausa, el silencio. The Watchmen está hecho de silencios y de confrontaciones.

En aquella época, nos enfrentábamos a la posibilidad de una nueva guerra. ¿Hoy por hoy, a qué nos enfrentamos?

A lo mismo, pero con líderes que son sacados de una comedia. Al menos en aquella época los líderes leían o parecían inteligentes o lo eran. Hoy los líderes miran televisión. Hoy los candidatos para la Presidencia son bufones.

¿Donald Trump o Hillary Clinton?

¿King Kong o Godzilla?

¿Darth Vader o Darth Sidious?

Prefiero mil veces el arte o, en este caso, a mi edad prefiero el silencio.

¿El silencio en forma de The Watchmen o el silencio en forma de V de Vendetta?

Si me das a elegir te diré que V cuando es disparado y riega la sangre, que es lo mismo que decir que riega su vida y su arte y su venganza, mientras corre para decirle al amor de su vida que lo dio todo, que al final del camino queda una última estación: el haberlo intentado, y aunque uno caiga rendido, derrotado frente al sistema o lo que quieras tú llamarle. Te diste el gusto de vivir y de seguir caminando hacia tu destino, por más aciago que sea, por más oscuro que sea, al final te diste el gusto de vivir.

Periodista y escritor - [email protected]