Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Manifiesto de Telartes - Culturas conectadas en movimiento

Manifiesto de Telartes - Culturas conectadas en movimiento



Creadores y gestores culturales firmaron un documento para presentarlo ante la IV Reunión de Ministras y Ministros de Culturas de la Comunidad de Estados

Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se desarrolló en Santa Cruz
.

Desde el diverso y amplio espectro que enlaza el sueño común de gestores culturales, artistas, activistas, representantes de espacios culturales, comunicadores y cultores de Bolivia, quienes, articulados desde la red Telartes, nos organizamos en espacios colaborativos, en colectivos articulados en el trabajo —sin pausa— por el deseo y la construcción del fortalecimiento del quehacer cultural de nuestros territorios. Nos une en el Abya Yala una visión común: horizontes que trascienden el tiempo del olvido, que superan el tiempo del rencor y los principios absolutos, que desmienten las verdades hegemónicas, que disipan las visiones homogeneizadoras y extinguen las actuaciones autoritarias.

Como habitantes y herederos de esta Patria Grande, consideramos que tenemos una deuda histórica con el futuro, resignificando el pasado, desde un compromiso total con el presente y sus desafiantes oportunidades, tanto para Bolivia como para América Latina y el Caribe.

Saludamos que en el marco de la CELAC y desplegando un extraordinario esfuerzo de integración, unidad, cohesión y concertación política de los estados independientes, latinoamericanos y caribeños, se realice su IV Reunión de Ministras y Ministros de Culturas, en el Estado Plurinacional de Bolivia, fortaleciendo un accionar colectivo de compromiso en procura no solo de la optimización de cursos para la ejecución de políticas culturales, sino, y por sobre todo, para la articulación de esfuerzos que visibilicen la importancia cultural de nuestros pueblos y territorios, marcados por un profundo legado y vasta diversidad manifiesta en la multiplicidad de expresiones que dan pasión, razón y vida a una región desbordante de creatividad y deseo libertario.

Estamos convencidos de la importancia de la efectiva gestión de las culturas, sus derechos y sus expresiones, para la superación de las desigualdades sociales, la reducción de las brechas económicas, la ampliación del sentido y comprensión de la vida. Defendemos la diversidad, su resguardo y promoción, no solo para el fortalecimiento de las identidades culturales, sino como legítimos horizontes por los cuales la humanidad puede ampliar su comprensión del destino común en equilibrio con sus semejantes y con la Madre Tierra.

Desde Telartes, en concordancia con nuestros pares de la región, defendemos la cogestión entre la sociedad civil organizada y los marcos de la institucionalidad estatal, como formas que profundizan la participación ciudadana y la convivencia democrática. Con la experiencia de involucrar plurales voces ciudadanas a través del trabajo permanente de la articulación en red, sostenemos la defensa de la institucionalidad conquistada en los estados latinoamericanos y caribeños para resguardar el curso de la acción cultural y proyectar, más allá de la gestión de sus expresiones culturales, las posibilidades de seguir encarando batallas culturales que sostienen procesos de transformación reales.

Transitamos tiempos de vendavales regresivos, de tendencias que en el pasado dictatorial desdeñaron, hasta el ultraje, todo vestigio relacionado con el universo cultural. Hoy, más que nunca, las sociedades del continente reclaman el fortalecimiento de los tejidos que nos dan identidad: nuestras culturas; pero no solo del lado de la sociedad civil, sino también del lado de los aparatos estatales en todos los niveles; hagamos honor y actuemos en consecuencia con los mandatos constitucionales —de Ecuador y Bolivia— que han elevado los derechos culturales a la categoría de “derechos humanos”.

Desde un trabajo tenaz, apasionado y permanente, sostenemos postulados irrenunciables para lograr una institucionalidad estatal, que se inscriba en una Ley de Culturas, capaz de: garantizar el ejercicio de los Derechos Culturales; establecer mecanismos reales de participación ciudadana en la gestión de las políticas culturales; proteger social y laboralmente a artistas, cultores y gestores culturales; incentivar la revitalización de espacios públicos en desuso; implementar sistemas de investigación e información cultural que coadyuven en la toma de decisiones; definir sistemas impositivos alternos; promover flujos de circulación cultural; y promover la instalación de formas alternativas de protección a la creación.

Postulados que, bajo los principios de soberanía, prioridad y excepción cultural, cuenten con la posibilidad real de su fomento y, dignamente, sea asignado un justo financiamiento, de al menos el 1 por ciento del presupuesto estatal, expresado ya en recomendaciones consensuadas por organismos internacionales similares a la que los reúne en este escenario.

Sostenemos, en la consumación de la década ganada, que este es un tiempo para exigir nuestros más anhelados desafíos y luchar por gestar condiciones de equidad, transformación social y paz para la ansiada Patria Grande. Acariciar la revolución cultural es una tarea urgente y no está anexa a ninguna transformación económica o a un cambio de orden gubernamental.

Estamos convencidos de la capacidad transformadora de nuestros quehaceres y, articulados —emocional, digital, espiritual y políticamente— con colectivos y redes culturales hermanas de nuestro continente, activamos estrategias conjuntas y múltiples senderos colaborativos hacia un horizonte de bien común.

Deseamos que como autoridades del bastión más importante del desarrollo humano, el cultural, se permitan leer la posibilidad de la utopía. Un lugar común en el que nos vemos —como comunidades interdependientes, colaborativas y sin patriarcas— más solidarias, menos discriminadoras, más sensibles y respetuosas de nuestras diferencias, más conscientes de nuestras obligaciones y con una infinita capacidad de creación, recreación y crianza de la vida. Porque para encarnar una revolución verdadera, esta debe llevar en su seno todas las revoluciones pendientes.

… ¡Y queremos contribuir a esa utopía desde Telartes!

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Apoyan el presente manifiesto: Jóvenes Positivos LAC-Latinoamérica, MINKA-Banco de Recursos-Latinoamérica, Fora do Eixo-Brasil, Midia NINJA-Brasil, Proderechos-Uruguay, Emergente-Argentina, Núcleo Facción-Argentina, NODO Cultural-Córdoba- Argentina, Medio Negro-Córdoba-Argentina, Casa Sujetos-Córdoba-Argentina, Revolución CC Casa Colaborativa-Córdoba-Argentina, El Palacio de las Brujas Casa Colaborativa-Córdoba-Argentina, Daruma Producciones-Córdoba-Argentina, Tranca Productora-Córdoba-Argentina, Ciudad Móvil-Cartagena-Colombia, Incorruptibles-Bogotá-Colombia, Nodo Valpo-Valparaíso-Chile, Ensamble Cultural-Valparaíso-Chile, Red SOL (15 provincias)-Ecuador y Asociación Nina Shunku y Movimiento Cultural Sarta-Ecuador.

Gestores culturales - www.telartes.org.bo