Entrevista al cineasta colombiano que participará en la competencia internacional de largometrajes del Festival Internacional Pachamama-Cinema de Fronteira, con el filme argentino Días extraños.

Estrenado mundialmente en el 17 Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici) y considerada por la crítica como una rareza y un ovni cinematográfico en el panorama actual del cine latino, llega a la Competencia Oficial de Largometraje del VI Festival Pachamama Cinema de Fronteira, en calidad de estreno internacional, el filme argentino Días extraños, del colombiano Juan Sebastián Quebrada.

Opera primera fresca, visceral y rebelde, es apenas la punta del iceberg de lo que parece es el comienzo de un director que dará mucho de que hablar.

- Días extraños es tu ópera primera de largometraje. Cuéntame un poco cómo se gesta la idea, cuál es el proceso de creación y producción y qué significa este filme para tu carrera profesional y creativa.

El proceso de producción fue ultra independiente. De hecho, las primeras escenas fueron ejercicios prácticos para una clase de la universidad. A los profesores -Rodrigo Moreno y Juan Villegas- les gustaron mucho esos pequeños ejercicios, y comenzaron a motivarme y a ayudarme en la búsqueda. Por lo tanto, me junté con el director de fotografía y los dos actores y decidimos continuar rodando escenas cada fin de semana de la mejor forma posible, a pesar de que en ese momento ninguno de nosotros se imaginaba que estos pequeños ejercicios nos iban a llevar a la realización de un largometraje. Poco a poco estos ejercicios fueron creando el universo donde estos personajes irían a nacer. Este modelo atípico nos llenaba de mucho entusiasmo y lo contagiamos a muchas más personas que luego se sumarían al proyecto. También conté con el apoyo de la Universidad del Cine, que me brindó todos los equipos necesarios para el rodaje. Y en la etapa de postproducción ganamos el Fondo Metropolitano de las Artes, y así pudimos contar con un apoyo fundamental para poder terminar con la película.

Para mí fue esencial que el proyecto se gestara de esta forma tan atípica, pues nos dejamos llevar por la intuición y el entusiasmo, aspiramos a realizar una película de la mejor manera posible pero sin tener que someternos a las formas tradicionales de producción. Hicimos la película que quisimos, inmersos en una especie de euforia colectiva. Trabajamos dos meses en la preproducción y en el rodaje de forma obsesiva, entregados a esta oportunidad, y siento que esto se refleja en la película.

A mi modo de ver está película fue a penas el primer paso en mi carrera, pero fue un paso muy significativo porqué encontré temáticas que quiero seguir desarrollando, al igual que una estética que quiero ir deconstruyendo en mis próximos proyectos.

- Tu filme es definitivamente una obra íntima y puede ser considerada una parodia sobre ser extraño en una ciudad, en este caso Buenos Aires. Tus personajes son seres que cargan su cultura, sus hábitos, su soledad y sueños. Sin embargo, tu mirada es bastante nihilista. La primera escena y la última evidencian esto, sin embargo, tu filme es una fiesta y celebración al mismo tiempo. ¿Qué me puedes decir al respecto?

Para mí, el pasado de mis personajes remite al momento en que se van de Colombia, inmersos en una realidad y una vida que no corresponde con sus ilusiones deciden irse del país, creyendo que sus problemas son geográficos, se van detrás de la posibilidad de cortar con sus pasados y así poder reinventarse, ir a “otra parte”, un espacio nuevo donde todo es posible, y así llegan a Buenos Aires, cargados de ilusiones y anhelando en el fondo poder ser ellos mismos. Luego de unos años de esta vida en el exterior, mis personajes se empiezan a desencantar de la vida, de sus ilusiones, del amor e incluso de ellos mismos. Están profundamente desilusionados, pero sin darse cuenta esto los libera de un sentido superior, así que empiezan a vivir con esa ligereza, en ese devenir, de manera tan juguetona, y sintiendo que en el fondo nada es tan importante, nada es tan valioso, pero en lugar de deprimirlos esto los revitaliza.

- A pesar de que el filme se centra en dos personajes, no puedo pasar por alto que la presencia femenina es mayor que la masculina: el personaje masculino gira en torno a ella a ellas. Incluso cuando los personaje femeninos están fuera de campo están presentes. De hecho comienzas y terminas tu filme con personajes femeninos. ¿Cómo podemos entender esto?

En general, cuando te vas de tu propio país, y te alejas del ojo regulador que puede ser la familia o la sociedad, y te encuentras solo, con tus propias necesidades, de repente te das cuenta de que te desconoces, esto nos llena de temor, pero al mismo tiempo rompe con nuestros propios prejuicios, y con más facilidad nos reinventamos permitiéndonos cosas que antes no nos permitíamos. Siento que esto lo encarna esta pareja, especialmente la mujer, pues luego de irse de una sociedad muy conservadora y machista, ella descubre su fuerza, mientras que el personaje masculino siempre está unos pasos detrás de ella, como queriendo alcanzarla, y de esta manera rompo con los estereotipos de la forma de vincularse. También debo agregar que nací en Medellín, una ciudad donde la presencia femenina es muy fuerte; es común ver parejas donde la mujer es la autoridad, mientras los hombres son más pasivos. La protagonista de mi película también es de Medellín; es una mujer con una fuerza admirable.

- En la película tus personajes están solos, siempre de espaldas a la ciudad, o la ciudad de espaldas a ellos. Deambulan por calles vacías, es como una ciudad desierta, no hay relación directa con los habitantes de la misma. Lo más cercano a un porteño es una uruguaya, la única relación real aunque pasajera es con el asiático. A su vez todos tus personajes son extranjeros. De hecho, la misma configuración de tu filme está pensada para expresar esto. Dime por qué pensaste el filme de este modo.

Cuando llegué a Buenos Aires, el primer día de clase un profesor pidió a los colombianos que levantáramos la mano. Éramos unos siete en una clase de 20, luego él nos dijo que éramos una plaga. Aunque empiece con esta anécdota, debo decir que considero que Buenos Aires en general es un gran anfitrión para la mayoría de los extranjeros, aunque no para todos. A pesar de la hospitalidad. los extranjeros tienden a juntarse entre sí, y armarse su propia realidad en esta ciudad como en cualquier otra. Así que se arman pequeños guetos donde muchas veces ni siquiera hay argentinos y, cuando los hay, ellos mismos no se siente en su propio país. Por esto quise hacer una película donde no hay argentinos, pero donde la presencia argentina sigue estando, y así la voz la tienen los personajes que no siempre son los que se oyen, como el chino hablando de las paraguayas. A mí me asombra cómo co-existen universos tan dispares, en un mismo barrio, en un mismo lugar y creo que para un porteño ver estos submundos en su propia ciudad pero ellos mismos ausentes, debió sorprenderlos y divertirlos.

- Eliges el blanco y negro para construir tu universo. Al ver tu filme me remito a los primeros filmes de Godard y Truffaut. No quiero compararte, pero pienso que tienes mucho influencia de la Nouvelle Vague, pero, a su vez, tu filme tiene un toque, digamos, latino. También me hace recuerdo a Caicedo.

Hace poco conocí un francés que al llegar a Buenos Aires se decepcionó de no haber encontrado una ciudad colorida, con colores saturados, alegre y soleada; en su lugar encontró una ciudad gris, desprolija, pero viva. Cuento esto porque es el contraste que buscaba con el blanco y negro, con esa ciudad deshabitada, y con estos personajes tan latinos, tan vitales y pasionales. Quería despojarlos de ese lugar común tropical como nos imaginan otros países. Si la película tuvo influencia en la Nouvelle Vague, no fue de forma planeada; es más, creo que si lo hubiera planeado habría hecho una mala copia.

¿Qué proyectos futuros tienes en mente?

El próximo año voy a filmar por primera vez en Colombia. Voy a hacer un cortometraje con el apoyo de Proimagenes Colombia, y actualmente estoy en la escritura de mi segundo largometraje que también planeo realizar en Colombia.