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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Flor Canosa trae su Lolas a Bolivia

Flor Canosa trae su Lolas a Bolivia



Con Lolas, la guionista argentina es la ganadora de la segunda versión del Premio Equis que galardona noveles propuestas con el objetivo de renovar la oferta novelística

La historia de las lolas de Julia, o mejor dicho la historia de Julia como una antiheroína sin glamour, es el hilo conductor que guía la primera novela de Flor Canosa, quien ganó la segunda versión del Premio Equis, organizado por Suburbano Ediciones, Specimens Mag y Editorial El Cuervo.

“La novela es muy fluida, tiene un ritmo que te atrapa, sobre todo por el lado del humor. Es el relato de la crisis del cuerpo femenino artificial, pero también una meditación sobre la vida y las relaciones amorosas. La premisa es tan absurda que nos atrajo desde el principio”, apuntó sobre Lolas Salvador Luis Raggio, académico y escritor parte del jurado de esta segunda versión del galardón que busca crear conexiones y plantear nuevas experiencias para la narrativa en idioma castellano. Raggio adelantó que Lolas ya está disponible en formato impreso y digital, y que se la podrá encontrar en librerías bolivianas y argentinas a partir del 15 de octubre.

Lolas está dividida en 26 capítulos breves que suman 128 páginas. Es la primera novela publicada por la guionista y montajista de 37 años, que además es docente de Artes Visuales en la Universidad de Buenos Aires. “Escribo desde que tengo uso de razón o habilidad motriz para sostener un lápiz”, dice Canoso, quien se encuentra escribiendo un nuevo trabajo además de un libro de no ficción, y tiene “una batería de proyectos como para mantenerme activa hasta la vejez, que espero que no llegue muy pronto, porque lamentaría no tener tiempo de publicar todo lo que quiero”.

En cuanto a literatura, Canosa tiene una segunda novela terminada llamada Combinaciones, y otra en proceso llamada Autoayuda. “Ambas me parecen muy buenas, así que ¡espero propuestas editoriales! También estoy trabajando en un libro de non fiction, No autoayuda para separados, en tono íntegramente humorístico”, indica la argentina.

-¿Cómo te acercaste al premio y cómo te animaste a participar?

Conocí el Premio X a través del portal Escritores.org. Nunca antes había participado en un certamen de novela, sí de cuentos, y realmente me encantó la propuesta de este concurso, tanto su estética como sus bases. Tuve la sensación de que Lolas estaba escrita a la medida del concurso y, evidentemente, esta vez no me equivoqué. Fue increíble la experiencia de recibir la noticia y todas las atenciones que los organizadores tuvieron conmigo. Los considero grandes personas y nuevos amigos. Aprovecho para mandar un saludo a Salvador Luis, Fernando Barrientos y Pedro Medina León, mis mentores en este camino.

-¿Cómo nació Lolas?

Lolas nació de la combinación de un par de ideas locas, que aparecieron por ahí al azar. La noticia de que los implantes mamarios tienen un código de barras y ese código figura en la factura de pago que te entrega el cirujano fue el desencadenante para imaginar una historia donde ese “bien” le perteneciera legalmente a una persona que no es su portadora. Me pareció una idea desopilante y la pensé durante mucho tiempo hasta que me atreví a volcarla a papel.

-¿Cuál fue la motivación para escribirla?

El humor y el absurdo. Quería alejarme un poco de cierto estilo de escritura que tenía de más joven, donde todo era muy dramático o formalmente complicado. Mi marido, que es brasileño, me pidió que escribiera algo que él pudiese entender (habla perfectamente español, ¡pero yo escribía muy difícil!), y entonces me volqué a encontrar el tono de ironía y humor que siempre manejé en la vida diaria. Ahora sé que esa es la manera en que quiero seguir creciendo como escritora.

-¿Cómo fue el proceso de escritura?

Muy agradable y relajado. Con el desafío de escribir un capítulo cada uno o dos días y la historia clavada en mi mente todo el día, era cuestión de encontrar el tiempo y el espacio para que fluyera naturalmente, como una película. Algo interesante del Premio Equis es que es abierto en cuanto al género y a los formatos dentro de la literatura que se escribe ahora.

-¿Me cuentas sobre la propuesta que engloba tu trabajo? ¿Cómo vez tu novela?

Leí la novela ganadora del año pasado y es muy diferente a la mía. Eso me gusta mucho. Creo que lo que buscan es dar a conocer diferentes voces dentro de la literatura actual y así crear un lindo abanico de posibilidades para el lector. Mi trabajo es quizás más lúdico, tiene que ver fundamentalmente con teñir con humor las pequeñas miserias humanas, poder dar una mirada irónica sobre los personajes. Creo que ese fue el mayor atractivo que encontró el jurado para otorgarme este premio, que agradezco cada minuto.

-¿Qué es lo que te interesa contar, en el caso de la literatura como algo amplio, dado que también eres guionista?

Cuando era más joven quería contarlo todo, ahora me conformo con pequeños universos coloridos, donde los personajes sean parecidos a nosotros (no a mí, porque de eso se trata el desafío de crear mundos), y vivan historias cotidianas donde algo los saca de la rutina y les cambia la vida. Eso lo heredé del cine, el hecho de encontrar un plot point (punto de giro) que haga tomar un desvío inesperado a cualquier sujeto. Me baso mucho en la estructura clásica del cine para escribir narrativa, porque me ayuda a permanecer centrada en el relato y saber el final de antemano, lo cual, en mi caso, me resulta muy importante para construir la historia desde ese final. Pero, sobre todo, me interesa entretener al lector y mantenerlo despierto, especialmente desde el humor.

-¿Qué es lo que te interesa leer?

Todo lo que pueda. Toda mi vida tuve una gran biblioteca y parecía que los libros no se terminaban nunca, así que mis gustos son muy amplios. Me encanta la literatura latinoamericana, pero me la paso descubriendo autores de todo el mundo. Respecto al humor, disfruto mucho los libros de Fontanarrosa y Mempo Giardinelli, dos escritores argentinos. Pero mi escritor favorito de todos los tiempos es José Saramago, un gigante que logró publicar su primer libro a los 63 años y fue mi inspiración cada vez que me deprimía por no tener suerte.

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