Buenas noches, chicos y chicas. Buenas noches a todos los amigos que se aproximan más a nuestra edad. El accidente que sufrí no ha sido fatal por suerte para mí, hemos podido resistir para comentarles brevemente este libro. Me defino más como un lector que como un escritor. O sea que me encuentro, me parece, más capacitado para apreciar lo que otros escriben que lo que yo mismo escribo.

Nos presenta Camilo acá La perspectiva anónima. Son 10 cuentos, tenemos un decálogo de títulos. Algunos de los títulos son verdaderamente memorables y me han hecho recuerdo, estoy seguro que Camilo lo debe haber leído, a títulos que vienen de ese maestro del horror que se llamaba H.P. Lovecraft, algunos a los que hago referencia entre los cuentos que están acá, hacen recuerdo a esos memorables títulos que utilizaba este autor del siglo pasado, este autor norteamericano. Citamos algunos: “Sobre los que miran el abismo”; otro, “El silencio siempre vuelve”; y un tercero, “El horror de la ausencia”.

Existen también en el libro, y también estamos seguros respecto a este tercer título que leemos algunas reminiscencias a esa extraordinaria prosa que tenía un gran maestro alemán, Nietzsche: la ausencia, el vacío y, sobre todo, el abismo. Decía una frase en una de sus obras Nietzsche: “cuando uno mira el abismo, el abismo también lo mira a uno”. Al leer, por lo menos parcialmente los cuentos de Camilo, hemos sentido que el abismo lo ha estado mirando y Camilo también ha contemplado ese enorme vacío que debe existir en el abismo.

Existen en algunos de los otros cuentos, estos me parecen los más memorables junto con el que debe el título de la obra, “La perspectiva anónima”.

Existe un elemento onírico en los cuentos. La obra tiene un sentido onírico que no se puede precisar con toda claridad, en ese sentido también parece que hubieran reminiscencias del escritor checo, Kafka, extraordinario investigador de la psicología humana.

En los cuentos que tiene Camilo, la realidad se distorsiona al principio levemente, en algunos más apresuradamente, en otros sigue una lentitud que incluso desaparece. Pero queda al lector una duda que es interesante. En algunos casos, ese onirismo que viven los personajes parece deberse a una distorsión de la realidad que está sufriendo el personaje. Por supuesto, un libro siempre es lo que se escribe y también lo que el lector recrea en su mente y en su percepción.

En otros cuentos, decíamos, parece que esa distorsión de esa realidad se debe al propio personaje. Uno se queda con esa interesante duda que está bien administrada a lo largo de los cuentos. Es como si los sentidos del personaje que está atravesando una situación le dirían una cosa, y el sentido común, la lógica, le quisieran o intentan narrar otra. En otros casos, como dije hace un instante, prima una de las dos situaciones.

En todos es una apropiación singular que se hace, y esa apropiación también involucra un elemento que nos hace recuerdo a los autores que he citado, particularmente a Lovecraft y a Kafka. Hay un sentido de amenaza en algunas de la situaciones que atraviesan los personajes, una amenaza que en algunos casos se acentúa y en otros desaparece. Estos dos aspectos, el onirismo y esa intuición de amenaza que existen a lo largo de algunas narraciones, dan un interés particular a la obra.

La narrativa por otra parte que hace Camilo es ágil, es interesante, está vertida con naturalidad. Se nota que en esa naturalidad él ha trabajado y se ha dedicado muchas horas, no solo a la escritura sino a la revisión de los cuentos.

Existen finalmente muy bien trabajadas situaciones de paralelismo entre personajes que viven una misma situación de manera bastante distinta. Alguien dijo, un poco en broma y mucho en serio, que ser esquizofrénico debe ser algo como para volverse loco. Es interesante el hecho de que se de que en ciertos personajes esa sensación de una manera tenue pero bien perfilada.

No diré más del libro porque creo que con lo anterior he dado un panorama tanto de la forma en que ha sido escrito, con una prosa ágil e interesante. Tiene situaciones de interés psicológico muy interesantes que seguramente van a subyugar a los lectores.

Solamente quiero agregar algo que ya algunas de las personas me han escuchado decir antes sobre la lectura. La lectura es el mayor articulador de la mente humana, nos ofrece interpretaciones y prolongaciones de la realidad, nos ofrece una riqueza conceptual que de otra manera no podríamos percibir, por ejemplo simplemente mirando televisión como tanto se acostumbra ahora. La lectura tiene un significado de riqueza profunda para vivir otros mundos, para comprender lo que otras personas han sentido y lo que han querido significar en el momento en el que han escrito.

Sabemos de Camilo Albarracín que ha ganado el premio municipal de cuento del año 2011, lo felicitamos algo tardíamente por ese logro. Esta obra lo está instituyendo como un cuentista, en el mejor de los términos, como un cuentista serio, dedicado, con obras que pueden ofrecer riqueza al lector. Gracias.

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*Palabras del escritor Eduardo Scott Moreno en la presentación del libro de cuentos La perspectiva anónima (Ed. Nuevo Milenio), de Camilo Albarracín Zelada, efectuada recientemente.