Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:01

A PROPÓSITO DE TABLAS COCHALAS

Los Infelices, una pizca amarga de felicidad

Los Infelices, una pizca amarga de felicidad



El pasado jueves arrancó la segunda versión de la muestra de teatro cochabambino Tablas Cochalas. Esta edición contó con la presencia de seis elencos locales y uno invitado. Durante cuatro días se ofrece al público lo mejor y más reciente de la producción escénica hecha en nuestra ciudad. La iniciativa, nacida de los mismos artistas, brindó funciones matinales gratuitas dedicadas a los niños. Elencos como Títeres Elwaky, Makhurka Teatro y LApuesta, estuvieron a cargo de entretener a los más pequeños.

Por las noches, se montaron obras abiertas al público en general. En los remodelados ambientes del Adela Zamudio (Heroínas Esq. 25 de Mayo) se presentaron los elencos: Masticadero, Madrastra Presencia Escénica y Teatro Hecho A Mano. Esta noche, a las 19:30, en el mismo recinto, se cierra la muestra con “Morales”, de Kiknteatr, dirigida por Diego Aramburo.

A continuación, se ofrece una reseña de Los Infelices, de Masticadero Teatro.

Los Infelices, escrita y dirigida por Claudia Eíd, es una oscura parodia a la farándula local. La obra, concebida como musical y con un divertido playlist como sustento, se desarrolla bajo una atmósfera lúdica, propensa a la exageración y el ridículo, de la que se destila una ironía mortífera.

Una decadente diva de la literatura y la televisión busca recuperar las glorias perdidas. Esa es la sencilla historia sobre la que se tejen cuestionamientos mordaces a las “necesidades básicas” que parece habernos impuesto este nuevo siglo: el reconocimiento, la aprobación, la fama, los likes, los seguidores de Facebook. Esa diva en decadencia podría ser cualquiera de nosotros. Mirar a cualquiera de los cuatro personajes de Los Infelices es reconocer a algún amigo, es mirarse al espejo. Son caracterizaciones frágiles, hilarantes y despreciables, siempre predispuestos a superponerse al otro o, en el peor de los casos, sobrevivir al otro. La generación 2.1.

También es una ácida crítica a la agenda mediática de entretenimiento e información que se impone desde los medios, al morbo que nos incita a seguir consumiendo esos productos, al descaro con el que la industria inunda de basura las pantallas, los libros, todo lo que esté a su alcance. Y esos golpes los recibimos entre carcajada y carcajada. Al abandonar la platea, uno se queda con la sensación de haber pasado un buen rato, pero hay algo que incomoda y duele, una certeza de que hemos sido timados. Uno tarda en asumir que ha recibido una golpiza, luego de que creía que sólo eran cosquillas. Eso debería ser la comedia, siempre.

En el elenco es imposible no destacar la performance de la ya reconocida Lía Michel que, dada su versatilidad, no deja de sorprender y ejecuta con solvencia uno de los mejores papeles que me ha tocado verle. Entrañable niña que nos regala una pizca de esperanza, de felicidad, unas ganas locas de hacernos marcianos, de abandonar este planeta tan fácil de odiar.

Los Infelices es una obra que crece y engrana mejor con cada presentación, así que si tiene la chance de volverla a disfrutar, o aún no lo ha hecho, no pierda la próxima oportunidad.

[email protected]

Twitter: @mijail_kbx