Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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No acallaron su voz

No acallaron su voz


Si tuviera que mencionar cuatro hombres cuya acción y pensamiento resumen la lucha y prefiguran la liberación de los pueblos sudamericanos, diría que esos son José Carlos Mariátegui, Ernesto “Che” Guevara, Aníbal Ponce y Marcelo Quiroga Santa Cruz.

Las épocas y circunstancias diferentes que les ha tocado vivir, les han determinado también actitudes diferentes; aunque en todos los casos siempre ha habido una visión cabal y totalizadora del mundo y la historia (…).

Quienes fuimos sus amigos sentimos el primer impulso quizás nacido de la indignación de hablar de su asesinato. Sin embargo, será siempre signo de mayor grandeza y de mayor utilidad hablar de su vida.

Quiroga Santa Cruz, en menos de dos años, el único tiempo en que se le permitió decir su palabra, logró demostrar a los bolivianos que la revolución es posible. Y lo demostró de manera tan contundente que no había un solo resquicio de incertidumbre sobre el futuro político y social del país (…). En Quiroga Santa Cruz se cumple lo que decía Bernanos, cuando afirmaba que los líderes sociales son los que poseen la verdad de los pueblos en el propio espíritu. En ese hecho radicaba la definitiva eficacia de su palabra.

Hablar de Marcelo Quiroga Santa Cruz es hacer una defensa de la inteligencia. Los mediocres lo atacaban y temían, pero jamás pudieron conmover su imagen: no podían concebir que existiera alguien capaz de concentrar en sí todas las posibilidades del ser humano (…).

Los fascistas bolivianos que lo asesinaron, a pesar de toda la perfección de la trampa que le tendieron, saben que es inútil tratar de acallar su voz repetida como un eco en la boca de todos los latinoamericanos que están luchando por su liberación.

*México, 13 de marzo de 1981.