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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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XAVIER JORDÁN HABLARÁ SOBRE “LITERATURA Y CINE” EL JUEVES EN EL CUARTO INTERMEDIO

Literatura y cine: dos posibilidades estéticas siamesas

Literatura y cine: dos posibilidades estéticas siamesas
De la relación entre literatura y cine hablará el comunicador cochabambino Xavier Jordán, el próximo jueves 1 de agosto, a las 19.00 horas, en las instalaciones del Centro Cuarto Intermedio (C. Ernesto Daza No. 1814, esquina Rivero Tórrez, a una cuadra del Jardín Botánico). El ingreso es libre.



Cuando a fines de la década de los 30 Max Horkheimer y Theodor Adorno desembarcaron en los Estados Unidos para exiliarse de la violencia nazista, se encontraron con un escenario completamente distinto al que conocían en Europa. Estas diferencias llevaron a plantear la idea de que el capitalismo tiene la capacidad de incorporarse en la cultura y crear una industria que provee diversión a las clases dominadas para que estas trabajen sin ninguna queja. Así se refieren sobre el cine, la radio, el jazz, etc., como productos de esa industria cultural que en sus palabras adormece la capacidad de reflexionar y pensar. Sin embargo, es posible también encontrar en estas expresiones culturales contemporáneas una serie de procesos que permiten crear autonomía en los sujetos y, al mismo tiempo, que esos mismos elementos provean elementos de ruptura y crítica a los sistemas y poderes instituidos, a su vez generar ironía, conocimiento y, como dice Jorge Komadina, coadyuvar a la emancipación de los sujetos y de los grupos.

En el caso del cine, este último aspecto tiene una importancia enorme, no solo como un lenguaje muy propio de esta época, sino por la capacidad de también crear ese conocimiento, o como cree Xavier Jordán, crear mitos imaginarios, símbolos, que son de total importancia en el desarrollo de nuestras expresiones culturales, las cuales no se encuentran separadas. El cine está íntimamente conectado con otras expresiones culturales, por ejemplo con la literatura.

El vínculo entre literatura y cine es muy evidente. Cada film se sustenta en un guión que posee un origen literario. Esto es mucho más evidente cuando el guión cinematográfico es adaptado directamente del mundo de la literatura (El padrino, La naranja mecánica, Blade Runner, El nombre de la rosa, etc.). Aquí cabe la pregunta de si ambas representaciones son similares o más bien diferentes. O como dice Cachín Antezana respecto a su primera aproximación a Franz Kafka. Esta le vino del cine con la película El proceso de Orson Wells, la cual no entendió incluso después de verla dos veces. Entonces tuvo que recurrir a la novela de Kafka que, curiosamente, le dejó la misma sensación, la de no haber comprendido nada. Quizás la obra cinematográfica que surge del libro es tan fiel que llega a tornarse igual de compleja en el relato. Entonces la lectura hará surgir los significados que buscaba su escritura.

Desde la otra orilla también es posible encontrar la conexión del cine respecto a las influencias sobre la literatura, mejor sobre sus ejecutantes: los escritores. A esto se refiere Julio Cortázar cuando indica que “A mí el cine me ha influido mucho. No creo que se note demasiado en lo que escribo pero es una cosa subterránea. Hay todo un sistema de imágenes en el cine que yo no sería capaz de explicar racionalmente pero que las siento subliminalmente”. Esas cosas subterráneas de las que habla Cortázar pueden parecerse a un bucle que reinicia momentos creativos, puntos de vista que aparecen tras la presencia de un film. Finalmente, es probable que ese vínculo entre cine y literatura se trate como creía Gilles Deleuze: partir, evadirse, atravesar el horizonte, penetrar en otra vida…