Marcia Mogro (La Paz, 1956) Estudió literatura en la Universidad Mayor de San Andrés. Vive en Santiago de Chile desde 1985. Ha publicado: “Semíramis, 16(MG).-“ (Ediciones documentas, Ediciones Caja Negra, Santiago,1988) “Los Jardines Colgantes” (Ed. El Hombrecito Sentado, 1995, La Paz), “De la Cruz a la Fecha” (Ed. El Hombrecito Sentado, 2000, La Paz), “Lacrimosa” (Ed. El Hombrecito Sentado, 2005, La Paz), “Excavaciones” (Plural editores, 2009, La Paz), “Restos de un cielo. Partes vestigios fragmentos rastros” (Plural editores, 2011, La Paz). 

Estas que presentamos aquí son fases de un solo poema, el poema que Marcia Mogro empezó con “Semíramis, 16 (MG).-“ y se sostiene hasta el último de sus libros publicados. En su poesía, Mogro se aproxima a los lugares menos aprehensibles y a la vez más expuestos de lo humano. Quizá la claridad con que la autora renuncia a explicarse el mundo le permite ese acercamiento. Su escritura intenta “(d)escribir” lo inexplicable, entonces, los silencios abundan, si hay repeticiones son posesiones tímidas, y hondas son las respiraciones que le permiten seguir diciendo.

1

Permanezcan las imágenes que en mí convocas

para toda la vida permanezcan

en mi corazón que te invoca

mientras trazo el diseño

de los grandes patios interiores,

o del deambulatorio con columnas que simulan ramos

pero ramos de acantos porque a ti así te gustaría

2

Junto a tu ventana,

de espaldas al ruido del jardín

me reconozco:

esto soy yo, digo,

esto tampoco soy yo.

3

En este sitio de antigüedad y lejanía

me ha parecido verte,

me ha parecido buscar tu cuerpo,

o acaso tu sombra.

Debes estar donde te he olvidado,

entre la maleza que cubre el jardín,

o si no, al borde de un espejo,

o quién sabe dónde encuentre tu huella

y pueda sentarme a desempolvar mis zapatos

4

… leía

mientras cae

una magnífica tormenta

y como en un sueño

la visión de la luna en movimiento

destaca

en ceremonia permanente

de manera indiscutible

para memoria y generación

un proceso en nuestros cuerpos

que deviene

conciencia de ser en nuestras almas

5

inmaculada

se remite al recuerdo:

con precisión infalible

evoca inmaculada

un barranco vertical e infinito

un entorno pocas veces

observado

como en una catedral

sus paredes se alzan hacia un

cielo

donde ya es posible respirar

durante la magnífica tormenta

inmaculada y serena

logra incorporar

palabra oídas tiempo atrás

aunque no corresponda a la escala de sus sueños

(frecuentemente barridos por las olas)

su cuerpo combatiente se reconoce en la oscuridad.

y espera

aunque no corresponda a la escala de sus sueños

(frecuentemente barridos por las olas)

su cuerpo combatiente se reconoce en la oscuridad.

y espera

6

anoche

tapado de basura he dormido

he dormido tapado de basura

7

persona virtuosa

mostrar en su cuerpo señales:

vivir intensamente visiones extraordinarias

ideas delirantes

viajar sin hallar nunca reposo

renunciar de sí misma

inapropiada extática

en silencio y en pobreza descalzada

empezar a armar su dolor

* Andrés Laguna. “Café y cigarrillos con Marcia Mogro. Palabras en su hábitat”. Entrevista, Ramona (Opinión), mayo 2005, Cochabamba.