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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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EL FESTIVAL DE CINE DOCUMENTAL LATINOAMERICANO “A CIELO ABIERTO” SE DESARROLLARÁ ENTRE EL 9 Y EL 14 DE AGOSTO, EN EL CENTRO SIMÓN I. PATIÑO

Registro de lo próximo y desconocido

Registro de lo próximo y desconocido



Con la proyección de Las banderas del amanecer, de Jorge Sanjinés y Beatriz Palacios, este martes 9 se inaugura la primera versión del Festival de Cine Documental Latinoamericano “A Cielo Abierto” en el Teatro al Aire Libre del Centro pedagógico y cultural Simón I. Patiño (calle Potosí Nº 1450, casi Portales), lugar que acogerá más de una veintena de cintas en diferentes muestras hasta el domingo 14, en funciones de ingreso gratuito. A manera de celebrar este acontecimiento, en esta edición presentamos una revisión de la muestra latinoamericana del festival, una aproximación al documentalismo boliviano contemporáneo, una crítica del documental boliviano, Inal mama, de Eduardo López (cuya obra será objeto de una retrospectiva), que será exhibido por primera vez en Cochabamba y, desde luego, el programa completo del festival.



La importancia que el género documental tiene para la historia de un país está fuera de discusión. Es el registro en imágenes en movimiento de lo que nos constituye, de lo que somos, de lo que hemos sido, de lo que podemos llegar a ser. En décadas pasadas, salvo por intentos muy puntuales y/o institucionales, el cine boliviano lo ha descuidado muchísimo. Felizmente, en los últimos años, gracias a los esfuerzos de gente como Marcos Loayza, Eduardo López, Diego Mondaca, Roberto Alem, Sergio Estrada y Mauricio Durán, el documental ha vivido un importante renacimiento. Cuando Alba Balderrama me comentó que el Centro pedagógico y cultural Simón I. Patiño organizaría desde este año el Festival de Cine Documental Latinoamericano “A Cielo Abierto”, me alegró enormemente. Por su compromiso y por su conocimiento, me alegró más saber que ella es la coordinadora general. El Festival permitirá que se resuelvan muchas carencias en nuestro medio. Algo fundamental es que tendrá una importante muestra de películas documentales latinoamericanas. A pesar de que ya no extraña demasiado que se estrene en salas comerciales una que otra ficción producida en nuestro subcontinente, todavía sufrimos un perpetuo y nefasto desconocimiento de lo que se está haciendo, pensando, diciendo y viviendo en los países vecinos, en los países que se suponen tienen más en común con nosotros. Parece una broma que, a través del cine y de la televisión, conozcamos muchos mejor barrios, rostros y problemáticas de Los Angeles o New York, es casi ridículo que nos parezcan territorios mucho más exóticos ciudades como Medellín, Asunción o Arequipa. El desconocimiento del cine que se hace en países que alegremente llamamos hermanos, es vergonzoso y nos empobrece, reduce nuestra mirada, nuestras posibilidades de diálogo, nos debilita a la hora de emprender el camino que conduce hacia el conocimiento de lo que realmente somos. 

Por otro lado, aunque muchos hayan decidido reemplazar a los libros por esos documentales que se emiten en el Discovery Channel o en el History Channel, la veta más creativa y cinematográfica documental es sorprendentemente ignorada. Tal vez hoy día se ven más documentales que nunca, pero sólo los de difusión y los televisivos. Lo que no es malo en sí, pero se corre el riesgo de banalizar a un arte que tiene demasiadas posibilidades para decir, interpelar y proponer. Muy pocas veces tenemos la oportunidad de ver una cinta que no sea didáctica y que imprima el discurso de un autor. El documental no puede ser meramente un instrumento de información, debe ser una verdadera pieza de arte. A pesar de que en estos tiempos el límite entre ficción y realidad cada vez es más difícil de distinguir, el trabajo del documental está muy relacionado con una ética del registro de realidades y de verdades, siempre mediadas por la percepción y la visión de los realizadores. Ese es un gesto encomiable que, además, permite la posibilidad de elaborar discursos altamente creativos y propositivos. Justamente, eso se podrá ver la siguiente semana en el Teatro al Aire Libre del Centro Simón I. Patiño. Eso es lo que se verá a cielo abierto. Se proyectarán siete películas de diferentes partes del continente, siete películas que abordan diferentes temas, siete visiones distintas que nos aproximarán a esa Latinoamérica que sentimos tan cerca, pero que conocemos tan poco.

Territorios

Sin lugar a dudas, algunos de los temas en boga en el documental contemporáneo son los relacionados con el territorio, con las fronteras, con las migraciones, con los desplazamientos humanos, con la interacción entre diferentes culturas y grupos humanos. Justamente, alrededor de eso giran tres de los documentales de la Muestra Latinoamericana. La cinta brasilera Terras de Maya Da-Rin es un bello relato de extraña elegancia visual, que se desarrolla en un rincón de la amazonía, en la triple frontera de Brasil, Perú y Colombia. Los poblados de Letícia y Tabatinga constituyen una especie de isla urbana en medio de la selva, en donde gente de diferentes orígenes convive. Terras es un retrato de la interacción cultural, de la relación entre lo rural y lo urbano, un testimonio que nos demuestra que las fronteras son artificiales y muchas veces ficticias.

Por su lado, el documental mexicano de Anais Huerta y Raúl Cuesta, Rehje es una aproximación a la migración interna, relata el viaje de regreso de una mujer a su comunidad después de haber pasado la vida en México DF tratando de sobrevivir de la mejor manera posible. Las protagonistas del filme son indígenas mazahua de una presencia luminosa, de palabras encandiladoras. Rehje hace un esbozo de la violencia contenida en el descubrimiento de la ciudad por un ser del campo, además, desnuda a una sociedad que es machista, racista e inmisericorde. Haciendo un camino más o menos similar, en el que el protagonista regresa a su origen, el documental uruguayo El destello de Gabriel Szollozy es una grandiosa pieza de cine, en la que acompañamos a un militar, nieto de un esclavo congolés, en su vida diaria, en sus preocupaciones cotidianas. Por la precarizad económica en la que vive su familia, el protagonista debe enrolarse en los cascos azules y con ellos regresará a la tierra de la que vino su abuelo. Y cerrará un gran círculo.

Cine dentro del cine

Dos cintas de la Muestra reflexionan de manera fértil sobre el cine, a través de historias y personajes interesantísimos. La chilena Marker ’72 de Miguel Ángel Vidaurre, es una suerte de reconstrucción del paso por Chile del no suficientemente difundido cineasta francés Chris Marker (conocido por haber escrito y dirigido el corto en el que se basó 12 monkeys y la bella serie de documentales sobre filosofía griega La herencia de la lechuza), quien en 1972, en medio del gobierno de la Unidad Popular, aterrizó en Santiago con Costa-Gavras y el equipo de filmación de Estado de Sitio. Por su lado, la cinta argentina dirigida por Eduardo de la Serna, Lucas Marcheggiano y Adriana Yurcovich, El ambulante, premiada por en el Bafici, nos muestra un breve y emotivo fragmento de la vida de Daniel Burmeister, un director que hace cine de batalla, que va de pueblo en pueblo realizando películas con los pobladores a cambio de comida y alojamiento.

La cotidianidad

Finalmente, dos cintas se centran en la vida cotidiana de sus personajes. Observando, los realizadores retratan realidades que tienen poco de pedestre, mirando y escuchando con atención encuentran lo extraordinario en lo que aparentemente es común y corriente. El documental paraguayo Frankfurt de Ramiro Gómez, es la prueba incontestable, registrando como los miembros de un equipo de fútbol rural siguen y viven la participación de su selección nacional en el Mundial de Alemania, nos permite sumergirnos en la temporalidad y la vida campesina de su país. En un gesto de generosidad, nos invita observar a gente que resiste de la manera más natural a la estrepitosa forma de hacer las cosas de la sociedad contemporánea. Finalmente, en la película colombiana Tiempos de arena del realizador Gustavo Fernández, nos aproximamos al mundo de la seguridad privada. Haciendo uso de entrevistas, de animaciones y de la recreación de los relatos orales de los protagonistas, devela los extraordinarios mundos en los que moran esos seres que permanecen en las sombras y en los que depositamos nuestra confianza.

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