Trabajo sexual está en auge en Sacaba, Trópico y Quillacollo
A primera vista parecía un restaurante, pero sus muros escondían una red de prostitución de mujeres, entre ellas dos menores de edad. Este caso reportado en Shinahota da cuenta de que el trabajo sexual dejó de focalizarse en el centro de Cochabamba y está en auge en tres sectores más: el Trópico, Quillacollo y Sacaba.
Entre las tres zonas, la que concentra más meretrices es el Trópico, según información proporcionada por la Organización de Trabajadoras Nocturnas de Bolivia (OTN - B) son, aproximadamente, 500. La mayoría ejerce en la clandestinidad.
Da constancia de ello un caso de Shinahota que se develó en agosto de 2018. Dos menores, una de 16 y otra de 17, partieron desde una comunidad en el Valle Alto de Cochabamba hacia el Trópico, donde las esperaban sus empleadores, una mujer de 27 y un hombre de 33.
Ellos les hicieron “insistentes” llamadas para que acepten trabajar en un restaurante de Shinahota. Su función sería consumir bebidas alcohólicas con los clientes y ganarían 35 bolivianos por cada caja de cerveza terminada y 10, por cada balde de guarapo, de acuerdo con un reporte de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).
Les esperaba lo que a las otras empleadas: eran víctimas sexuales de hombres que aprovechaban su embriagues.
Pero, cuando ambas estaban a punto de abordar el bus que las llevaría a Shinahota, por inmediaciones a la avenida 9 de abril, el personal de la División Trata y Tráfico de Personas de la FELCC las detuvo.
Las adolescentes contaron dónde se dirigían, por lo que la Policía determinó intervenir esos “restaurantes”. Encontraron tres sitios y en uno de ellos rescataron a dos menores de edad más, una de ellas estaba embarazada.
El responsable del programa Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y VIH/SIDA del Servicio Departamental de Salud (SEDES) de Cochabamba, Cristian Gómez, calificó de “trágica” la prostitución en los municipios que están sobre la carretera a oriente del país.
Según Gómez, en el Trópico hay “barrios enteros” que se dedican a esa actividad y están “plenamente identificados”
En Ivirgarzama es el Barrio Juventud, que, prácticamente, todo “es un antro”. En Entre Ríos, es el barrio Paraíso.
Si bien hay locales nocturnos que están avalados por las autoridades municipales competentes, la mayoría son clandestinos.
RIESGO
Durante los operativos que el personal de esa instancia realizó en el Trópico de Cochabamba, advirtió que las meretrices no solo no portaban su carnet de sanidad (emitido por el SEDES), sino que algunas no eran mayores de edad y ni siquiera sabían qué son las infecciones de transmisión sexual.
El coordinador del programa ITS y VIH/SIDA del SEDES, Freddy Zambrana, aseveró que esto se debe a que las mujeres son traídas desde áreas rurales de Cochabamba, Sucre y Potosí, lo sabe porque su castellano está influenciado por su lengua madre, el quechua. En esos sitios, a veces no hay acceso a la educación y mucho menos sexual.
Explicó que las trabajadoras sexuales del Trópico están desatando una cadena de transmisiones sexuales, inicialmente, a sus clientes y estos a sus esposas o parejas temporales. En criterio del SEDES, esto se debe a que las autoridades municipales no ejercen los controles necesarios.
Normativa
La Organización de Trabajadoras Nocturnas y la Organización Nacional de Activistas por la Emancipación de la Mujer trabajan un proyecto de ley que regule el rubro.
Atención
El SEDES atiende gratuitamente a las trabajadoras sexuales de la metrópoli de Cochabamba en la avenida Aniceto Arce (lado Facultad de Medicina de la UMSS).
Más de 2.000 avaladas
El Servicio Departamental de Salud (SEDES) y la Organización de Trabajadoras Nocturnas de Bolivia (OTN - B) informaron que actualmente hay 2.200 trabajadoras sexuales activas en Cochabamba.
Si bien en los registro de esa entidad pública hay 10.000 mujeres anotadas, el listado data de hace 20 años, por lo que se presume que algunas ya no ejercen el trabajo o fallecieron.
Desde el SEDES oficializaron que hay 2.200 meretrices que ofrecen sus servicios, pero esa cifra solo contabiliza a las de la Región Metropolitana de Cochabamba y no así a las de todo el departamento.
La institución indicó que está trabajando en una base de datos nacional.