Van en travesía para buscar una mejor vida
La travesía en busca de mejor vida para los migrantes hondureños, quienes van rumbo a Estados Unidos, incluye caminatas interminables, carreras para subirse a los vehículos que les permiten hacer ciertos tramos, nado y uso de balsas; y, además, enfrentamientos.
Los migrantes centroamericanos ya cruzaron Guatemala y la próxima frontera es la de México - Estados Unidos.
Camionetas con tortas, agua, y alimentos se reparten para saciar el hambre y la sed. La Cruz Roja mexicana y las ambulancias atienden a las personas. Existen momentos en los que se saturan.
Pese a las gasificaciones y los enfrentamientos, insisten en continuar el camino.
El 28 de octubre, miles de migrantes, en su mayoría hondureños, rompieron la valla metálica que separa a Guatemala de México y después de un enfrentamiento con la policía cruzaron corriendo y gritando a territorio mexicano.
Los antimotines guatemaltecos lanzaron bombas lacrimógenas a los migrantes que, en su desesperación por seguir su trayectoria hacia Estados Unidos, respondían con piedras y palos.
“Vamos para México”, gritaban los migrantes de el caravana; desesperados, mientras se dirigían a la aduana mexicana, donde había fuerte presencia policial mexicana que les impedía el paso para cruzar el puente o el río que separa a ambos países.
Durante el enfrentamiento, se vivieron momentos de mucha tensión. Los niños lloraban mientras las madres los agarraban de la mano y los arrastraban para continuar el paso y salir de la línea de fuego, donde varios resultaron heridos. Una persona murió aquel día.
Hace una semana, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, lanzó un plan para facilitar la solicitud de la condición de refugio y, durante el proceso, dar empleo temporal y atención médica a los migrantes que se queden en los estados de Chiapas y Oaxaca.
La propuesta fue criticada por la caravana de migrantes, quienes emitieron un comunicado al considerar que “no responde verdaderamente a las causas del éxodo ni soluciona sus necesidades”.
La semana pasada, la Secretaría de Gobierno explicó que 111 migrantes centroamericanos se adhirieron al plan y se repartieron los primeros permisos laborales, un paso previo a la resolución del trámite para la obtención de refugio, que tarda 45 días hábiles, pero puede prorrogarse.
Entretanto, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció la militarización de la frontera.
1.743
Solicitudes
El Instituto Nacional de Migración (INM) de México recibió 1.743 solicitudes de condición de refugio, en tanto que 196 personas desistieron de la misma y pidieron que se les dé el retorno asistido.