Guillermo Solís (Costa Rica)
El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís Rivera, enfrenta en el último tramo de su mandato una abrupta caída de su imagen por un escándalo de corrupción que detonó en el último semestre de 2017 y que compromete a autoridades de los tres poderes de la república.
La Comisión Investigadora de Créditos Bancarios de Costa Rica investiga una red de tráfico de influencias en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y en partidos políticos, que facilitó la entrega de millonarios préstamos de la banca estatal al empresario costarricense Juan Carlos Bolaños para importar cemento desde China, con una deuda pendiente de pago de 25 millones de dólares.
DETALLES
Solís, que ha gobernado con altibajos tras llegar al poder en 2014, influyó en favor del negocio del importador de cemento Juan Carlos Bolaños (preso desde noviembre mientras se le investiga), concluyó un informe unánime y no vinculante de la comisión integrada por diputados de oposición y oficialistas, que por cinco meses investigaron el caso.
ACCIONAR
La red de influencias políticas alrededor de un aparente negocio de importación de cemento pretendía romper el control de la transnacional suiza Holcim y la mexicana Cemex, con el apoyo del Gobierno de Solís y de congresistas de distintos partidos.
Los diputados culpan al Presidente haber favorecido al importador del cemento chino mediante el nombramiento del gerente del Banco de Costa Rica, Mario Barrenechea, quien ahora también está en la cárcel como medida cautelar. Además, le atribuyen haber presionado a la autoridad de la Aduana para agilizar el desembarque de un cargamento de cemento y reformar un reglamento técnico de importación del material.
El mes pasado, Solís pidió a la Procuraduría de la Ética que realice una investigación y determine si faltó a su deber de probidad.