Nelzon Laura cayó de cabeza en un “manteo” y agonizó 48 horas
Las felicitaciones de los amigos por su cumpleaños número 20 empezaron a llegar al Facebook de Nelzon Laura Tola, el 4 de noviembre. Ninguna premonición alertaba que aquel día festivo terminaría en tragedia.
Nelzon se preparaba para ser policía y tenía muchos planes. Ese día estaba en la Escuela Básica Policial (Esbapol) de la zona de Chimboco, en Sacaba. Al enterarse de su cumpleaños, sus camaradas le organizaron lo que es tradición en la institución: el “manteo”.
Unos camaradas tomaron los extremos de una frazada y con él al medio empezaron a impulsarlo hacia arriba. En solo unos segundos alcanzó una altura considerable, mientras se escuchaba el “cumpleaños feliz”, entre bromas y gritos de algarabía. De pronto, un silencio inundó el lugar. Nelzon en lugar de llegar a la manta cayó al suelo y de cabeza, lo que le ocasionó un trauma severo y le hizo perder el conocimiento.
Activaron de inmediato la emergencia y un vehículo traslada al cumpleañero herido hasta el hospital México de Sacaba. Al llegar allí y ante la falta de equipos e instrumental necesario para tratar al paciente, Nelzon es reconducido al hospital María de los Ángeles de Cochabamba. Allí agoniza por casi 48 horas, la cirugía practicada no tiene resultado y fallece.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Cochabamba, Néstor Villca, revela que el informe del médico forense refiere un fuerte golpe en la cabeza ocasionando un “Traumatismo Encéfalo Craneano (TEC) en la región subaracnoidea y también subdural”, es decir, a consecuencia del golpe, Nelzon tuvo una hemorragia interna por el rompimiento de vasos sanguíneos ocasionando una fuga que se acumuló entre el cerebro y los tejidos que protegen la cabeza.
Villca anticipa que inició investigaciones para determinar responsabilidades entre los presentes ese día. “Sin embargo, cabe destacar que en este caso no hubo acción dolosa ni deseo de producir daño al festejado. El “manteo” es una práctica bastante común no solo en la Esbapol, sino también en otras instituciones. Consiste en elevar al cumpleañero desde una manta. En este caso hubo falta de previsión, pero en ningún momento una acción dolosa para el delito”.
Villca garantiza que nunca se presentó un caso como el señalado ni en Cochabamba ni en ningún distrito del país, y que tras este desenlace fatal, quizá sean las instancias superiores las que tomen la decisión de dejar la tradición o prohibir toda demostración parecida para evitar otras pérdidas en familias de los policías.
LA FAMILIA
Nelzon proviene de una pareja migrante. Sus padres Lucio y Caitana son de La Paz. Él es chofer de la línea de trufis 03 y ella es ama de casa. Tiene tres hermanos, el mayor tiene 23 años, David 19 y un bebé con solo tres meses de nacido. La familia es muy unida, tanto que dos de los hermanos compartían la misma aspiración: ser policía. La familia vive en Villa Pagador.
Estudió en el colegio Marina Núñez del Prado y perteneció a la Promoción 2014. En su cuenta de Facebook comparte varias fotos de ese momento. Está junto a compañeros y compañeras que visten orgullosos el uniforme.
Gabriela Laura, desde Brasil, identifica a su primo como “una persona muy amable y alegre. Alguien a quien no le gustaba lastimar a las personas”.
“Todos querían a Nelzon. Nos deja muchos recuerdos... era noble. Le gustaba estudiar mucho, pero sobre todo le encantaba la idea de ser Policía”.
Gabriela y la familia Laura compartieron muy de cerca hasta los nueve años, momento en que ella partió a otro país. Esa distancia no los separó porque la comunicación fue constante. Las visitas a Bolivia sirvieron también para seguir fortaleciendo esa amistad.
La tarde del entierro, el 7 de noviembre, sus camaradas le hicieron los honores. Una corte de cadetes de la Esbapol lo escoltó desde su casa hasta el cementerio de Valle Hermoso. Salvas de honor le dieron el último adiós. El llanto fue incontrolable de sus compañeros. La joven madre se desvaneció reclamando por la vida de su Nelzon. Lucio, el padre, agradeció a los jefes policiales y los compañeros de Nelzon por no dejarlos solos en esos momentos difíciles de dolor.
Los vecinos cuentan que la muerte de Nelzon no pasó desapercibida. Una banda de músicos acompañó todo el cortejo fúnebre con la solemnidad del caso, igual que el paso de los demás cadetes.
Los mensajes de dolor también se reflejaron en su muro de la red social.
Las floristas instaladas en la puerta del cementerio de Valle Hermoso relatan cómo sus camaradas llegan aún hasta allá al salir de la Escuela llevando flores y dejando una oración. “Se nota que lo querían mucho. Vienen y salen llorando, es triste verlos”.
SE ALISTA
Pese a que la tragedia golpeó a la familia Laura Tola, David, el hermano menor, decide continuar la aspiración de ambos: ser policía. Ya se registró como alumno de la Esbapol y empezará sus clases en dos semanas aproximadamente.
Confirmó que Nelzon, en un arranque inexplicable, le regaló su uniforme mucho antes de los acontecimientos fatales.
Dijo que la ausencia de su hermano se siente en casa y que duele no verlo más, pero que la idea de ser policía lo alienta hoy más que nunca, porque era un sueño de los dos. Así lo habían ideado, planificado y decidido.
“Nelzon era una estupenda persona... es mi ejemplo a seguir. Seré policía”.
Si me dieran a elegir una vez más... te elegiría sin pensarlo, policía”,
dice un mensaje que Nelzon Laura Tola compartió en su cuenta de Facebook.
Quería ver a todos en la graduación
Leonardo es tío de Nelzon Laura. Relata cómo el joven estaba entusiasmado con su pronta promoción.
Nelzon Laura Tola estaba entusiasmado con el acto de su graduación programado para dentro de unos días, este diciembre.
Consideraba que era un momento importante y quería que todos sus primos, tíos y amigos estén con él en ese acontecimiento.
“Quiero que lleguen mis tíos de Brasil y de Santa Cruz... me gustaría que todos estén para esa fecha”, dijo Nelzon a su tío Leonardo.
El hermano mayor de su papá lo recuerda con mucho cariño. Ha transcurrido un mes desde su partida y se nota cierta resignación en su voz. Lamenta la muerte de su sobrino en la tradicional manteada en la Esbapol, en el día de su cumpleaños.
Es para llorar lo que ha sucedido. Él era el mejor alumno en su colegio, era abanderado. El día del entierro, el coronel de la Esbapol dijo que Nelzon estaba entre los alumnos destacados de la Escuela. Se esforzaba siempre y sentía que debía animar al resto de sus primos pensando que cada generación debe ser mejor que la otra, relata el tío. Quería ser el ejemplo para que sus hermanos se superen y estudien más. “La pérdida es irreparable, era muy estudioso, predispuesto a ayudar a las personas y siempre rescataba las cosas buenas de ellas”.
Leonardo desconoce en qué situación está la investigación de la muerte de Nelzon. A un principio la familia estaba muy enojada porque la información que les proporcionaban era limitada y solo se enteraban de los hechos por entrevistas que daban los jefes policiales en los medios de comunicación.
Toda la compañía está investigada. Se trata de 87 personas que tienen que decir qué pasó realmente. “Quizá alguien de los que estaban sujetando la frazada o sábana no jaló lo suficiente, no sé”, afirma.
Son los padres de familia los que siguen el proceso de la investigación.
ÚLTIMOS DÍAS DE
NELZON
Dos días antes de morir, Nelzon fue a la casa de sus papás. Se encontró con la abuela y sus papás. Compartieron la comida por última vez. Les dijo que quizá el día de su cumpleaños, el sábado, no podría salir de la Escuela porque tenía guardia.
Según versión de sus compañeros, el accidente ocurrió a las 8.45. Fue llevado al hospital México y de ahí a María de los Ángeles. Sus padres supieron de la noticia a las 10:30 de la mañana y la intervención quirúrgica la practicaron cerca de medianoche.
“Los médicos no daban muchas esperanzas. Se declaró la muerte cerebral. Ya no tenía posibilidades. Un coronel se ofreció a ayudar con los gastos del sepelio. Finalmente, falleció en la madrugada del lunes”, cuenta el tío Leonardo.
Los testigos dijeron que entró inconsciente. Nunca despertó. “Nosotros dejamos las cosas en manos de Dios, él juzgará. También en manos de las autoridades. No sé si darán ayuda económica a la familia, pero con la plata no se consigue la vida y Nelzon no volverá”.
Esbapol
La Escuela Básica Policial está en Chimboco, Sacaba.
Cada año alrededor de 2.000 jóvenes quieren seguir la carrera policial.