Consejero, radialista y mediador, el párroco multifacético de El Paso
Consejero familiar, radialista, mediador de conflictos y apaciguador de problemas sociales. Esas son algunas facetas del sacerdote Rodolfo Ramírez Sotelo, quien está a la cabeza de la parroquia de El Paso desde hace un poco más de una década.
Las personas que conocen al "padre" Rodolfo Ramírez aseguran que es amable, siempre dispuesto a extender no una sino las dos manos y que cuando lo ven en la calle reciben un saludo de él.
Cuando el sacerdote se refiere a sí mismo, se compara con el perejil, porque así como este condimento se usa en muchas comidas, él debe estar en todo lugar, “para tratar de resolver los conflictos y mediar", resume.
La subalcaldesa de El Paso, Yamaly Escalera, señala que como autoridad valora en gran medida los consejos del sacerdote “porque buscan siempre la unidad del pueblo”.
Escalera puntualiza que el párroco es como un guía que se interesa por la comunidad y tiene el objetivo de encaminar a la población por el buen camino.
CONSEJERO FAMILIAR
Los matrimonios que se encuentran en problemas acuden a la parroquia de El Paso para pedir un consejo y una palabra de aliento al sacerdote.
Ramírez señala que “logró” salvar varios matrimonios, o por lo menos hizo todo lo que estuvo en sus manos para lograrlo.
Las parejas que tienen problemas asisten a la parroquia, en la mañana o en la noche, como si se tratara de un consultorio, con hora y día.
La parroquia está abierta para estas parejas media hora en la mañana y entre las 8 y 10 de la noche.
Cada semana, como promedio, el sacerdote recibe a una docena de matrimonios.
Una pareja, según Ramírez, puede requerir entre dos y tres horas o también varios días.
Las crisis en las familias se generan especialmente a partir de los problemas económicos, infidelidad y falta de entendimiento.
Lo primero que hace el sacerdote es escuchar a la pareja para luego brindarles los consejos y reflexiones necesarios.
Ramírez asegura que se basa en el evangelio y la realidad que se vive en el país. Recuerda a las parejas que si una persona es capaz de amar a Dios, es más fácil que ame a su esposa o esposo y a sus hijos.
Cuando el conflicto en la familia es más delicado, se convoca no solo a la pareja sino también a los hijos para realizar una terapia, en la cual se escucha a las dos partes.
Ramírez subraya que debe tener mucha paciencia porque las más de las veces los esposos se gritan e insultan.
Según su experiencia, las peleas familiares empiezan con pequeños desacuerdos que luego van tomando mayor dimensión.
RADIALISTA
Todos los días, entre las tres y seis de la mañana, el sacerdote Rodolfo Ramírez se apropia del micrófono para conducir el programa “Amaneciendo con el pueblo” que llega a los feligreses con reflexiones, noticias y música.
El objetivo de sus mensajes es que los mismos sean transmitidos por los radioyentes a sus familias o amigos. Ramírez destaca que su programa es escuchado por católicos, evangélicos, ateos, gnósticos, entre otros.
La primera parte del programa está dedicada a la difusión de música nacional, del valle. Inmediatamente, el sacerdote hace conocer las noticias más relevantes del día y las comenta.
Para culminar el programa, Ramírez realiza la oración y reflexión en base a una cita bíblica, que está dirigida a personas mayores para que lo repliquen a sus hijos, ahijados, nietos, vecinos. “La idea es que se conviertan en evangelizadores, guías espirituales”.
Los radioyentes son tan fieles al programa del sacerdote, que muchos compran radios por decenas para regalar a sus ahijados, en sus cumpleaños, “con el fin de que escuchen San Rafael”, señala.
DROGAS
Otro problema que está en la agenda del sacerdote es el consumo de droga (marihuana) entre los jóvenes de la zona.
Ramírez escucha y reflexiona con los jóvenes, especialmente de padres separados, que han caído en el consumo de drogas y, como consecuencia, forman pandillas o roban.
El párroco señala que tuvo la oportunidad de hablar con jefes de pandillas para evitar enfrentamientos que eran inminentes en El Paso.
También se entrevistó con gente que trafica con marihuana, a la que exhortó a cambiar de actitud, “porque la droga destruye no solo a la persona sino también a las familias y a la sociedad”.
Las reflexiones del sacerdote logran cambios en los jóvenes que están en estos problemas, no obstante, algunos se enojan a tal extremo que han llegado a romper los vidrios de seguridad de la radio, como represalia, porque el sacerdote había hablado de las fiestas en las que abundaba el alcohol.
En una oportunidad, personas desconocidas arrojaron en la parroquia, como advertencia, un puñal manchado con sangre.
MEDIADOR
Ramírez también actúa de mediador en los conflictos sociales, especialmente cuando hubo problemas en la Subalcaldía.
El sacerdote puntualiza que también logró consolidar el asfaltado de la avenida Elías Meneses, cuyas obras estuvieron tanto tiempo paralizadas.
El sacerdote confió que hizo firmar al alcalde de Quillacollo, Eduardo Mérida, el contrato con la empresa para la ejecución de esta avenida delante de la imagen del Tata Santiago. “Y finalmente se hizo”.
IMPULSOR
Los devotos del Señor del Buen Viaje coinciden al afirmar que esta fiesta cobró importancia en la localidad de El Paso “gracias” al trabajo y carisma del sacerdote Rodolfo Ramírez, quien llegó desde la parroquia de Sipe Sipe hace una década.
“Desde la llegada del padre Rodolfo hay más gente, la fiesta ha crecido y el segundo domingo de cada mes hay un movimiento económico en El Paso”, afirma Ricardo Siles Pérez.
Roxana Veizaga tiene un similar concepto sobre el párroco de El Paso. Asegura que la fiesta ha crecido “gracias al carisma del sacerdote, quien nos impulsa para la romería de cada mes y propone muchas actividades”.
José Ochoa tiene también palabras de elogio para el sacerdote, de quien dice que siempre le saluda cuando lo ve.
Cochabambino
El párroco de El Paso, Rodolfo Ramírez Sotelo, nació en Cochabamba, en 1963. Estudió en el Seminario San Cristóbal, de Sucre, y concluyó su formación sacerdotal en el Seminario Mayor de San José. Antes de llegar a la parroquia de El Paso estuvo en Sipe Sipe.