Una tradición que pasa de padres a hijos
La tercera generación de los devotos, cuyos familiares impulsaron en la década del 70 la fiesta del Señor del Buen Viaje, ha asumido esta tarea, algunos con la responsabilidad de ser los nuevos pasantes y otros con la misión de asegurar su presencia en El Paso el segundo domingo de cada mes.
Jhovanna Paniagua es miembro de una de las familias (los Zambrana) que impulsó esta fiesta hace un poco más de 40 años.
Ella junto con su esposo y sus dos hijos acuden a El Paso para seguir con esta tradición.
Ana Céspedes, de 27 años, y su familia asisten a El Paso desde hace una década y señala que sus abuelos le inculcaron la fe por este Señor. Ella no organizó todavía la fiesta y espera tener la oportunidad de hacerlo en algún momento.
Lidia Fernández llega desde El Valle Alto y comenta que la tradición comenzó con sus tíos, hace 20 años. Ella y sus hermanas participan de este acontecimiento. Su hijo, Mario, de cinco años, y su esposo, Efraín, le acompañan a la celebración.