Servicios básicos, educación y salud son claves para erradicar la pobreza
Acceder a los servicios básicos (agua potable, alcantarillado, recojo de basura y energía eléctrica) es fundamental para erradicar la pobreza en los barrios, asegura el representante del Defensor del Pueblo en Cochabamba, Nelson Cox.
Si bien la educación y la profesionalización son pilares importantes para salir de la pobreza, Cox advierte que no son una garantía, si la persona no cuenta con un trabajo medianamente remunerado.
Pero, aun si la persona tiene un empleo estable, puede mantenerse en el umbral de la pobreza si no cuenta con los servicios básicos en su hogar.
Ese es el caso, por ejemplo, de Marco L., quien estudió auditoría en la Universidad Mayor de San Simón, se graduó hace cuatro años y consiguió un empleo hace dos en una empresa privada. Con un dinero que tenía ahorrado y un crédito del banco, se compró un lote en la junta vecinal San Carlos, en el Distrito 8, construyó dos habitaciones, una para el dormitorio en el que duermen él, su esposa y su hijo; y otra que lo usan para cocinar sus alimentos, como despensa y comedor.
El salario mensual que percibe Marco ronda los 3.500 bolivianos. Su esposa no trabaja todavía.
Al igual que sus vecinos, la familia de Marco compra agua de los carros aguateros que llegan a su barrio una vez por semana y para paliar la falta de alcantarillado, hizo cavar un pozo ciego en el patio de su vivienda.
Al ser consultado sobre su situación, Marco afirma que no se considera pobre, sino que vive en una zona empobrecida por falta de servicios básicos.
Cox insiste en que es vital contar con los servicios básicos más importantes para liberar a la gente de la pobreza.
El dirigente de la OTB Loma Pampa, en el Distrito 8, Daniel Balcázar Clavijo, afirma que su junta vecinal y otras como 2 de Agosto, Loma Pampa, 4 de Marzo y Monte Rancho Central carecen de servicios básicos y la ausencia del Estado se hace patente por la ausencia de centros de salud y la inseguridad ciudadana que campea.
El dirigente considera que las personas que viven en estos barrios no son consideradas seres humanos, porque al margen de estas dificultades, algunos vecinos no cuentan con el derecho propietario de sus viviendas “y de eso se aprovechan las autoridades para manipularnos”.
Balcázar señala que los vecinos de este sector viven en casas precarias, sin servicios básicos, en la miseria y en condiciones de sobrevivencia.
Reconoce que en la zona existe la presencia de loteadores, que aprovechan la desesperación de la gente por contar con un terreno propio y venden propiedades que no les pertenecen.
Los loteadores llegan al extremo de apropiarse de las áreas verdes y de equipamiento y las venden a precios bajos.
MOVILIDAD
El transporte público es otro indicador para medir el índice de pobreza de una zona o un barrio, afirma Cox.
El representante del Defensor del Pueblo asegura que el transporte permite tener un mejor desplazamiento para ir al trabajo, al centro educativo u otro lugar. Lo contrario implica más carga para la familia en una jornada.
Santiago Felipe, quien vive con sus padres en la junta vecinal Plan 3.000, asegura que por falta de transporte público dejó el instituto en el que estudiaba en el centro de la ciudad y ahora se dedica íntegramente a trabajar en su taller de costura, de lunes a sábado.
Para facilitar el desplazamiento de las familias que viven en las zonas periféricas de la ciudad, la Federación del Autotransporte trata de llegar hasta los lugares más alejados, afirma el secretario ejecutivo de esta organización, José Orellana.
El transportista asegura que cumplen una labor social porque llevan el desarrollo a los lugares más pobres.
PUGNAS POLÍTICAS
Los vecinos de la junta vecinal Verdad y Vida se sienten “demasiado perjudicados” a causa de las pugnas política que hay entre las autoridades del Gobierno y del municipio de Cochabamba, reclaman el vecino Arsenio López y el presidente de este barrio Cristhian Condo.
Tras la inauguración del sistema de gas domiciliario el 9 de septiembre, cuando llegó el vicepresidente Álvaro García Linera, las obras de ripiado en el lugar fueron paralizadas, denunció el dirigente y algunos vecinos.
Condo subraya que no cuentan con servicios básicos ni calles pavimentadas, “pese a que esta junta vecinal tiene 600 personas y está a pocas cuadras de la avenida Petrolera”.
Los vecinos no tienen agua por cañería y se abastecen mediante los carros aguateros, sin tener la certeza de la calidad de agua que reciben.
Para solucionar el abastecimiento de agua potable, la Alcaldía de Cercado mandó a perforar un pozo, pero no funciona porque no se ha construido un tanque elevado, menos las redes de distribución.
Condo señala que se les había asignado un presupuesto de 180 mil bolivianos para invertir en un proyecto de agua, pero que se dejó en suspenso por las pugnas políticas.
SE HA MEJORADO
Cox afirma que, según los últimos informes del Instituto Nacional de Estadística, en el país hubo crecimiento económico, que repercute en una mejor atención a las poblaciones que estaban en situación de vulnerabilidad por la pobreza.
Cox, citando un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sobre el Estado boliviano, revela que en Bolivia el porcentaje de hambre disminuyó del 38 por ciento en 1990, a 15.6 por ciento en 2016.
La cantidad de personas con desnutrición, según este mismo informe bajó de 2.6 millones de personas a 1.8 millones en los últimos 25 años.
“O sea que realmente nos está yendo mejor en la lucha contra la pobreza extrema y eso no lo dice solo el Estado sino también organismos mundiales e instituciones”.