4 de cada 10 niños que llegan al Centro Albina Patiño son de la zona sur
Alex pesaba apenas 3.1 kilos y medía 55 centímetros cuando llegó en febrero de este año, a los nueve meses de edad, al Centro de Nutrición Infantil Albina Patiño. Tenía el peso y la talla de un recién nacido, afirma la nutricionista Wendy Aguilar, mientras regala una sonrisa al pequeño que se sostiene de pie en su cuna.
Ocho meses después, Alex, de un año y cuatro meses, pesa 7.2 kilos (lo ideal para su tamaño es 7.5) y mide 66 centímetros, pero debería tener una talla de 80 centímetros, puntualiza.
La nutricionista asegura que al menos cuatro de cada 10 niños menores de cinco años que llegan a este centro de referencia nacional son de la zona sur de la ciudad, cuatro provienen del área rural, de las provincias más deprimidas, uno del centro y otro del norte de Cercado.
En el Centro de Nutrición Albina Patiño hay varios casos similares al de Alex. Mario, por ejemplo, tiene un año y nueve meses y sus tambaleantes pies no terminan por afirmarse para caminar. Necesita de un soporte y la ayuda de una voluntaria para ensayar sus primeros pasos, aún inseguros.
Mario llegó al centro cuando tenía un año y tres meses con apenas 3.7 kilos y una estatura de 58 centímetros, como si se tratara también de un recién nacido. En ambos casos, los padres de estos niños son alcohólicos.
Este niño, quien apenas sostenía su cuerpo y cabeza, ahora ya camina pequeños trechos, pesa 7.2 kilos y mide 65 centímetros, pero debería tener una altura de 85 centímetros. Le faltan 20 aún.
Aguilar puntualiza que hay casos de bebés recién nacidos que tienen apenas un peso de 1.9 kilos, porque la madre no se ha alimentado bien durante el embarazo, no asiste a sus controles prenatales o no consume sus suplementos nutricionales.
MÚLTIPLES CAUSAS
La pobreza extrema, la inseguridad alimentaria, el desconocimiento del valor nutricional de algunos alimentos y los problemas sociales en las familias son algunas de las causas que inciden en la desnutrición, asegura la responsable del Centro Albina Patiño, Flora Mejía.
La carencia de servicios básicos (agua potable y alcantarillado) es también otro factor que influye en la desnutrición de los niños, así como no contar con una educación adecuada o una vivienda.
Mejía señala también que otro factor que incide bastante en la desnutrición es la edad de la madres, muchas de ellas adolescentes que a los 16 años ya cargan sobre sus espaldas a por lo menos tres niños.
El Centro de Nutrición, que funciona desde hace 15 años, recibe a niños de entre 0 y 5 años de edad, derivados de cualquier región del país, especialmente del departamento de Potosí y de los municipios de Tapacarí, Mizque, Aiquile y Sacaba.
La recuperación de un niño que llega al centro, y es internado, se puede conseguir en 55 días como promedio. El tiempo varía de acuerdo al grado de desnutrición del paciente.
Los niños, además de la desnutrición, sufren, de enfermedades como neumonía, diarreas e infecciones urinarias, porque sus defensas son bajas.
Lo primero que se hace en el centro Albina Patiño es tratar las enfermedades de los pequeños y, después, se procede con el tratamiento para recuperar su peso y talla.