La pobreza persiste en la mayoría de los municipios de Cochabamba
01 de octubre de 2017 (18:57 h.)
Aunque existen muchas maneras de definir la pobreza, hay indicadores que se construyen y se calculan a partir de información socioeconómica, que permiten tener una visión conjunta de la situación de países, regiones y, por consiguiente, es posible analizar su evolución en el tiempo.
Uno de los indicadores más usados es el de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) que evalúa la capacidad que tienen las personas de satisfacer sus necesidades básicas, principalmente, a través del acceso a ciertos bienes o del disfrute de ciertas condiciones materiales de vida. El Instituto Nacional de Estadística (INE) provee la información requerida para el cálculo de dicho indicador y el estudio de sus variaciones permite evaluar y ajustar las políticas económicas y sociales.
En el caso del departamento de Cochabamba, la información que reportamos ha sido obtenida de UDAPE (véase el sitio: http://www.udape.gob.bo/portales_html/dossierweb2016/htms/doss0706.htm) y el INE (aplicación online:http://fm.ine.gob.bo/censofichacomunidad/ ).
De acuerdo a la información referida, los niveles de pobreza han ido reduciendo claramente en el tiempo. En 1976, el 85 por ciento de la población del departamento de Cochabamba era pobre, es decir, no podía satisfacer sus necesidades básicas adecuadamente. En 1992, la proporción disminuye hasta el 71 por ciento para llegar a ser de 55 por ciento en 2001. En 2012, la disminución es importante aunque no tan rápida y llega al 45.5 por ciento .
Los datos también muestran que han existido y aún persisten importantes diferencias entre el área urbana y rural, siendo que en la última, la proporción de población pobre alcanza al 79.7 por ciento lo que refleja la existencia de grandes desigualdades de tipo estructural entre el campo y la ciudad, las mismas que aún no han podido ser resueltas.
Al comparar los niveles de pobreza en el departamento con el nivel nacional, se puede comprobar que estos son muy similares, como si Cochabamba reflejara la realidad nacional tanto a nivel general como a nivel rural y urbano.
Por otro lado, los datos muestran una estimación del número de habitantes que implican las proporciones estimadas de pobreza. Así, en todo el departamento, existían en 2012 un poco más de 800 mil personas consideradas como pobres, de las cuales casi 354 mil vivían en zonas urbanas y un poco más de 447 mil personas eran del campo, según datos del último censo.
Si bien se ha establecido que hay diversos grados de pobreza, la realidad nos muestra que existe un enorme grupo poblacional que experimenta cotidianamente condiciones de vida precarias y que representan el objeto y sujeto de las políticas sociales que necesariamente deben ser implementadas.
Por último, al nivel de los municipios, los estudios sobre el tema han identificado la existencia de grandes desigualdades. Por ejemplo, en la ciudad de Cochabamba, la proporción de población pobre es menor a 29 por ciento , mientras que existen municipios donde dicha proporción sobre-pasa el 95 por ciento , como es el caso de Arque y Tapacarí, los cuales en 2001 ya mostraban proporciones semejantes revelando no solamente la intensidad de la pobreza, sino también su persistencia.
Más allá de los datos expuestos, es importante tener en cuenta que la pobreza y la desigualdad son problemas que requieren ser atendidos de manera integral y con toda la voluntad política. Solamente así, será posible construir una sociedad justa e inclusiva y con cada vez mayores y mejores perspectivas.
Uno de los indicadores más usados es el de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) que evalúa la capacidad que tienen las personas de satisfacer sus necesidades básicas, principalmente, a través del acceso a ciertos bienes o del disfrute de ciertas condiciones materiales de vida. El Instituto Nacional de Estadística (INE) provee la información requerida para el cálculo de dicho indicador y el estudio de sus variaciones permite evaluar y ajustar las políticas económicas y sociales.
En el caso del departamento de Cochabamba, la información que reportamos ha sido obtenida de UDAPE (véase el sitio: http://www.udape.gob.bo/portales_html/dossierweb2016/htms/doss0706.htm) y el INE (aplicación online:http://fm.ine.gob.bo/censofichacomunidad/ ).
De acuerdo a la información referida, los niveles de pobreza han ido reduciendo claramente en el tiempo. En 1976, el 85 por ciento de la población del departamento de Cochabamba era pobre, es decir, no podía satisfacer sus necesidades básicas adecuadamente. En 1992, la proporción disminuye hasta el 71 por ciento para llegar a ser de 55 por ciento en 2001. En 2012, la disminución es importante aunque no tan rápida y llega al 45.5 por ciento .
Los datos también muestran que han existido y aún persisten importantes diferencias entre el área urbana y rural, siendo que en la última, la proporción de población pobre alcanza al 79.7 por ciento lo que refleja la existencia de grandes desigualdades de tipo estructural entre el campo y la ciudad, las mismas que aún no han podido ser resueltas.
Al comparar los niveles de pobreza en el departamento con el nivel nacional, se puede comprobar que estos son muy similares, como si Cochabamba reflejara la realidad nacional tanto a nivel general como a nivel rural y urbano.
Por otro lado, los datos muestran una estimación del número de habitantes que implican las proporciones estimadas de pobreza. Así, en todo el departamento, existían en 2012 un poco más de 800 mil personas consideradas como pobres, de las cuales casi 354 mil vivían en zonas urbanas y un poco más de 447 mil personas eran del campo, según datos del último censo.
Si bien se ha establecido que hay diversos grados de pobreza, la realidad nos muestra que existe un enorme grupo poblacional que experimenta cotidianamente condiciones de vida precarias y que representan el objeto y sujeto de las políticas sociales que necesariamente deben ser implementadas.
Por último, al nivel de los municipios, los estudios sobre el tema han identificado la existencia de grandes desigualdades. Por ejemplo, en la ciudad de Cochabamba, la proporción de población pobre es menor a 29 por ciento , mientras que existen municipios donde dicha proporción sobre-pasa el 95 por ciento , como es el caso de Arque y Tapacarí, los cuales en 2001 ya mostraban proporciones semejantes revelando no solamente la intensidad de la pobreza, sino también su persistencia.
Más allá de los datos expuestos, es importante tener en cuenta que la pobreza y la desigualdad son problemas que requieren ser atendidos de manera integral y con toda la voluntad política. Solamente así, será posible construir una sociedad justa e inclusiva y con cada vez mayores y mejores perspectivas.