Las casas de acogida pueden salvar vidas de mujeres e hijos
20 de agosto de 2017 (19:24 h.)
Las casas de acogida son espacios de refugio temporal para mujeres en situación de violencia de género, estos tienen el objetivo de proteger y dar respuesta a la problemática a partir de una intervención integral; es decir, social psicológica y legal. Cada área de intervención busca estabilizar a las mujeres, trabajando las condiciones subjetivas y objetivas que hace a la violencia. Por tanto la recuperación de las mujeres en este contexto puede tener buenos resultados si los equipos actúan de forma coordinada y articulada con otras instituciones. Estos espacios son importantes porque pueden salvar a mujeres y sus hijos e hijas que están en riesgo de perder sus vidas a manos de sus agresores, el hecho de brindar inmediatamente respuesta a estas mujeres, permite que ellas sientan la seguridad de que pueden salir del circulo de la violencia. Por lo que el trabajo del equipo interdisciplinario se hace necesario, la intervención psicológica, con la contención psicológica, terapia individual y grupal que permite coadyuvar en el proceso de la desnaturalización de la violencia, como también la recuperación y revaloración de sus capacidades y habilidades sociales. Desde el trabajo social, inmediatamente diagnóstica las redes familiares y sociales que pueden apoyar en la recuperación de las mujeres, se busca fortalecer las redes familiares para que las apoyen en todo el proceso.
La trabajadora social, también busca gestionar espacios de trabajo que les permita generar recursos económica que apoyen a sus necesidades básicas, es importante no perder de vista esta condición, porque durante el círculo de la violencia ellas han perdido su seguridad, autoestima, y se han quedado sin un plan de vida propio que les permita seguir adelante junto a sus hijos e hijas; por tanto, para que ellas continúen con su decisión de romper con la violencia, es importante su independencia económica, puesto que este último factor hace que ellas continúen en el círculo de la violencia, considerando que la mayoría de las mujeres son madres de familia. Las casas de acogidas, por tanto, son una respuesta que bien encaminadas, pueden salvar la vida de mujeres que están viviendo violencia, que han reconocido que necesitan salir de esa situación, pero que en las condiciones actuales de sometimiento de sus vidas necesitan de las instituciones que trabajan con esta problemática.
Es en este contexto que Infante Promoción Integral de la Mujer y la Infancia, a través del Programa Atención a la Mujer, cuenta con un Centro Terapéutico, ubicado en la avenida Linde. En ese espacio, se atiende a mujeres adultas en situación de violencia doméstica y adolescentes en situación de violencia sexual, con terapias individuales, grupales, ocupacionales y terapias alternativas a través del arte, como es el teatro la danza y el autocuidado.
La trabajadora social, también busca gestionar espacios de trabajo que les permita generar recursos económica que apoyen a sus necesidades básicas, es importante no perder de vista esta condición, porque durante el círculo de la violencia ellas han perdido su seguridad, autoestima, y se han quedado sin un plan de vida propio que les permita seguir adelante junto a sus hijos e hijas; por tanto, para que ellas continúen con su decisión de romper con la violencia, es importante su independencia económica, puesto que este último factor hace que ellas continúen en el círculo de la violencia, considerando que la mayoría de las mujeres son madres de familia. Las casas de acogidas, por tanto, son una respuesta que bien encaminadas, pueden salvar la vida de mujeres que están viviendo violencia, que han reconocido que necesitan salir de esa situación, pero que en las condiciones actuales de sometimiento de sus vidas necesitan de las instituciones que trabajan con esta problemática.
Es en este contexto que Infante Promoción Integral de la Mujer y la Infancia, a través del Programa Atención a la Mujer, cuenta con un Centro Terapéutico, ubicado en la avenida Linde. En ese espacio, se atiende a mujeres adultas en situación de violencia doméstica y adolescentes en situación de violencia sexual, con terapias individuales, grupales, ocupacionales y terapias alternativas a través del arte, como es el teatro la danza y el autocuidado.