Sitios arqueológicos, sin norma legal ni presupuesto para su conservación
Algunos muros, construidos con piedras, y sus cimientos, deteriorados por el paso del tiempo y la falta de preservación, es lo único que queda de lo que un día fue una de las fortalezas más importantes del valle: Inca Rakay, ubicada a 33 kilómetros de Cochabamba, en el municipio de Sipe Sipe.
Esta fortaleza incaica, donde cada año se recibe los primeros rayos del sol en el solsticio de invierno, el 21 de junio, es uno de los atractivos turísticos más importantes del Valle Bajo, pero que desde hace varios años está abandonada.
Ni la Gobernación ni los municipios del departamento de Cochabamba cuentan con presupuestos suficientes para la exploración de sitios arqueológicos, menos para su conservación o valorización.
No se asigna un presupuesto exclusivo para la arqueología, o el que se tiene es mínimo, coincidieron en afirmar, por separado, el director de Culturas y Turismo de la Gobernación, Uvaldo Romero, y el presidente de la Asociación de Municipios de Cochabamba, Héctor Arce.
El representante de los 47 municipios afirmó que las alcaldías no han contemplado en sus presupuestos recursos para los proyectos de arqueología, exploración, excavación o promoción.
La jefa de la Unidad de Turismo de Quillacollo, Norma Andia, señaló que este municipio no cuenta con un presupuesto exclusivo para la arqueología, pero sí para la promoción del turismo en general.
Cuando en este municipio se deben realizar trabajos de excavaciones o cualquier labor en el campo de la arqueología, se acude al presupuesto de 300 mil bolivianos que se aprobó para esta gestión, puntualizó Andia.
Si se trata de trabajos más complejos se pide apoyo al Gobierno, pero eso es bastante complicado, según Andia.
Romero, por su parte, aseguró que para la promoción, cuidado o preservación de los sitios arqueológicos se tiene un presupuesto muy limitado.
La Gobernación de Cochabamba dispone, para la gestión 2017, un monto global de 200 mil bolivianos para el cuidado y preservación del patrimonio en general.
De este presupuesto total, para el cuidado y preservación de la arqueología, según Romero, no se tiene una partida exclusiva, pero se destina el 25 por ciento , es decir, 50 mil bolivianos, para trabajos de inspección, supervisión o promoción de este patrimonio.
Arce, por su lado, señaló que como municipios realizaron algunos diagnósticos en relación al patrimonio arqueológico y el turismo, "y lamentablemente tenemos que decir que no hemos avanzado en estos temas".
Agregó que Cochabamba y el país están en pañales en lo que se refiere al turismo, y más aún si se habla de patrimonio y sitios arqueológicos.
Dijo que si bien hay esfuerzos aislados por parte de algunos municipios, para impulsar el turismo y la arqueología, estos no tienen un norte definido, "pese a que hay en el departamento un gran potencial para generar actividad turística".
Agregó que el turismo es una actividad importante, mediante el cual se dinamiza la economía de las comunidades, porque atrae la atención de los visitantes, quienes invierten su dinero en pasajes, alojamiento y alimentación.
Arce manifestó que cuando en los municipios se discute el presupuesto, lo último en lo que se piensa es en la arqueología, porque se da prioridad a temas como la salud, educación y obras de infraestructura.
Señaló que por ejemplo, en el caso de Omereque, del cual es Alcalde, se busca consolidar recursos para contratar a dos consultores para que investiguen sobre la arqueología de este municipio, pero tropiezan con la oposición de concejales.
"Nos falta presupuesto y la predisposición de las familias para apostar por el turismo y la arqueología. Hace falta también infraestructura hotelera, caminos y señalización", resumió Arce.
Por su parte, la arqueóloga María de los Ángeles Muñoz afirmó que la mayor parte de los sitios arqueológicos que está bajo la tuición de los municipios no cuenta con un presupuesto asignado.
“No conozco una sola Alcaldía que tenga un interés real por una puesta en valor de sus sitios arqueológicos”, señaló.
Como ejemplo de ello, mencionó el abandono en el que se encuentran las ruinas de Inca Rakay, “porque no hay inversión por parte del municipio ni del Estado, pese a que es una fuente de turismo”.
La mejor manera de preservar los sitios arqueológicos, según Muñoz, quien tiene un doctorado en Antropología, es trabajar con los actores locales, porque una vez que este espacio forma parte de su identidad y sus ingresos por turismo, lo empiezan a valorar y cuidar.
1.500 SITIOS
Según datos extraoficiales que maneja la Gobernación, Cochabamba cuenta con 1.500 sitios arqueológicos identificados en todo el departamento, de los cuales, solo se tiene información básica de 540, es decir, datos generales como su ubicación.
De estos 540 sitios arqueológicos identificados, están declarados y protegidos por ley nacional una cantidad muy reducida, aproximadamente 30, afirmó el director de Culturas y Turismo de la Gobernación, Uvaldo Romero.
Estos espacios arqueológicos tienen vestigios de pinturas rupestres, promontorios en los que vivieron los habitantes de las distintas regiones, sitios incaicos precolombinos y ciudadelas que han sido estudiadas.
"Gran parte de los sitios arqueológicos del departamento está desprotegido y expuesto a la amenaza del crecimiento urbano, en algunos lugares, que va destruyendo la naturaleza de los mismos".
Romero dijo que Cochabamba no cuenta con una norma para proteger los sitios arqueológicos, por lo que la Gobernación trabaja en la redacción de una ley departamental. "El objetivo es buscar el reconocimiento y protección legal e institucional de estos 540 sitios arqueológicos que son visibles".
La Gobernación prevé aprobar esta norma legal hasta septiembre de este año, para que se proteja "por lo menos legal e institucionalmente el patrimonio arqueológico y para que las poblaciones asentadas cerca de ellas tomen en cuenta el cuidado de estos espacios".
DEBILIDADES
Romero señaló que hay varias razones, por las que no se implementan proyectos arqueológicos en el departamento, una de ellas es la falta de presupuesto para este fin.
Dijo que los trabajos en arqueología tienen costos elevados y el presupuesto de la Gobernación y de los municipios es insuficiente para encarar estudios especializados, más aún trabajos de preservación, recuperación, revitalización o puesta en valor de estos sitios arqueológicos.
Otra debilidad en el país es que hay pocos arqueólogos y también un número reducido de centros de formación, uno de ellos es la carrera de Antropología y Arqueología de la Universidad Mayor de San Andrés, en La Paz.
La Gobernación cuenta con especialistas en patrimonio en general, pero no tiene arqueólogos.
DEVALUACIÓN
Romero manifestó, además, que hasta hace algunos años, había una especie de devaluación de la arqueología, es decir, la sociedad no valoraba esta ciencia ni la existencia de sitios arqueológicos.
La autoridad señaló que hay leyes nacionales, decretos supremos y ordenanzas municipales que, se basan en los tratados internacionales de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y obligan a conservar el patrimonio, pero dichas normas no eran tomadas en cuenta por la población.
"Esta situación quiere ser cambiada por el nuevo enfoque que se desarrolla desde el Estado y sus instituciones, las gobernaciones y los municipios, instancias que empiezan a tomar muy en cuenta el valor de los sitios arqueológicos como patrimoniales en general".
Por esta razón, ahora se exige a todas las empresas constructoras que participan en grandes proyectos que realicen una inspección arqueológica como requisito de los trabajos que van a desarrollar.
Romero señaló que antes, si alguna empresa constructora o persona particular descubría restos arqueológicos, simplemente los destruía, los volvía a enterrar, se los apropiaba o los vendía al mejor postor.
En criterio de Romero, esta situación ha cambiado en la actualidad, toda vez que ahora los responsables de los proyectos realizan estudios arqueológicos. “Eso permite tener una mayor recuperación de piezas arqueológicas que se hallan en las zonas de los proyectos viales”.
Añadió que es importante que el profesional arqueólogo que haya identificado piezas colabore en la protección de estos sitios.
"La destrucción del patrimonio y de piezas arqueológicas está penada por ley, hay sanciones que se tipifican en el Código Penal y se puede iniciar un proceso penal contra las personas o empresas que destruyan el patrimonio arqueológico".
Muchas empresas constructoras remiten a la Gobernación los informes arqueológicos que implica su proyecto, firmado por un profesional del área.
Romero señaló que se ha avanzado bastante en el reconocimiento patrimonial de los sitios arqueológicos. Las comunidades reconocen ya el valor de estos espacios que se conocen y se encargan de cuidarlo.
"Ultimamente tenemos la visita de ciudadanos que nos exigen que hagamos visitas a sus comunidades para valorizar su patrimonio, incluso más que las mismas autoridades de estas regiones".
En algunos lugares como Incachaca, la comunidad está organizada para cuidar su patrimonio arqueológico. De hecho, ellos ya practican el turismo comunitario y administran de alguna manera este sitio. También en el caso de las qollqas de Cotapachi, Inca Rakay e Incallajta, entre algunos.
"Lo que nos falta es hacer un trabajo decisivo, tomar determinaciones políticas en favor del patrimonio arqueológico, pero eso depende siempre de los recursos económicos, porque se prioriza salud, educación y obras de infraestructura".
REGISTROS
Romero dijo que la Gobernación realiza inspecciones a sitios arqueológicos que se descubren y se procede a su registro correspondiente, junto con los municipios, tanto en el aspecto territorial como temático e histórico.
Señaló que, por ejemplo, fueron convocados por el municipio de Omereque para una inspección a un fuerte inca llamado Pucara, que por su tamaño se constituye en una ciudadela de 10 cuadras de edificaciones incas, en un lugar bastante inaccesible.
Este lugar, pese a que tiene un alto valor patrimonial, se encuentra abandonado. El pedido del municipio de Omereque es que se realicen más estudios especializados en arqueología y con mayores recursos. La Gobernación ve esta posibilidad para el próximo año.
Asimismo, se han inspeccionado algunos sitios en el municipio de Vacas, los enterramientos en Arani, Incallajta y las qollqas de Cotapachi, que se extienden en los municipios de Vinto, Quillacollo, Sipe Sipe y Colcapirhua, hasta el sector sur de Cercado, en Quenamari.
En más de 2.000 silos se almacenaba el maíz que se producía en el valle de Cochabamba. La Gobernación trabaja en su preservación, así como del Camino del Inca.
TRABAJO COORDINADO
Romero señaló que en términos generales, en el país, el patrimonio y la arqueología, además del turismo y la cultura, son competencias compartidas entre los municipios, las gobernaciones y el Estado central, bajo la premisa de que el patrimonio es de todos, por lo tanto su cuidado, preservación y promoción.
En base a estos parámetros, desde la Gobernación se desarrolla el trabajo de promoción de algunos sitios arqueológicos en el contexto de un recurso turístico, explotable y atractivo para generar desarrollo en la economía local.
Una de las tareas de la Gobernación, según Romero, es hacer el registro de los sitios arqueológicos e inspecciones para tener la información lo más fidedigna posible del patrimonio que tiene Cochabamba.
TURISMO
No hay un dato preciso de qué porcentaje de turistas que llega al departamento tiene interés de visitar sitios arqueológicos, pero los de mayor flujo de personas son las qollqas de Cotapachi, Incallajta en Incachaca.
De acuerdo a las inspecciones realizadas por la Gobernación, se requiere de al menos 60 millones de bolivianos para la preservación y promoción de estos tres sitios arqueológicos, para hacer trabajos en Cotapachi, Incallajta e Incachaca.
Sin embargo, el presupuesto anual de la Gobernación para turismo en general es de 200 mil bolivianos.
“Ante la falta de recursos económicos, lo más que se puede hacer es buscar la protección de estos sitios patrimoniales”.
Prioridades
Los municipios de Cochabamba priorizan en sus presupuestos la salud, educación e infraestructura vial, antes que proyectos de arqueología.
Asentamientos
“Cochabamba ha sido un lugar de grandes asentamientos de civilizaciones, en toda la región, desde la parte andina, pasando por Kanata, el Valle Alto, el Cono Sur y Samaipata”.
Uvaldo Romero
DIRECTOR DE CULTURAS Y TURISMO DE LA GOBERNACIÓN