“Hemos reconstruido la historia de Cochabamba con la arqueología”
La arqueología y el trabajo del Instituto de Investigaciones Antropológicas y Museo Arqueológico de la Universidad Mayor de San Simón (INIAM-UMSS) permitieron reconstruir la historia de Cochabamba, según la arqueóloga María de los Ángeles Muñoz.
Con el hallazgo de miles de piezas arqueológicas en diferentes zonas de Cochabamba, se pudo establecer que en esta región se asentaron muchos pueblos y culturas, que dejaron su legado, que ahora es investigado por la arqueología.
Y en la reconstrucción de la historia de Cochabamba, el INIAM-UMSS juega un papel importante desde hace 67 años, por sus trabajos de investigación, puntualizó.
En todos estos años de investigación se logró establecer quiénes vivieron en Cochabamba, en qué época y cuáles eran sus costumbres y cultura.
Los resultados de numerosas investigaciones dan cuenta de que en el valle de Cochabamba se asentaron muchas culturas y fue un lugar multiétnico, donde hubo un importante intercambio comercial.
MONUMENTALIDAD
Los sitios arqueológicos más importantes, visibles y estudiados en Cochabamba, a decir de Muñoz, en términos de monumentalidad, son Incallajta e Incarrakaycito, en Pocona; Inca Rakay, en Sipe Sipe; y los montículos que se encuentran en el Valle Central, camino a Quillacollo, entre los más importantes Sierra Mocko y Piñami.
Estos sitios, además de los miles más que hay en Cochabamba, proveen valiosa información científica a los investigadores arqueólogos, de acuerdo con los objetivos que se plantean, sobre las culturas que vivieron en esta región.
Muñoz señaló que en cada sitio arqueológico que se excava se encuentran cientos de piezas que pueden ser investigadas por diferentes fuentes.
“El objetivo es conocer los materiales que utilizaban los pobladores de una zona en su vida cotidiana y estudiar el ADN de la gente para saber si sufrían enfermedades”.
DESCUBRIMIENTOS
En los últimos 20 años se descubrieron en Cochabamba cientos de sitios arqueológicos nuevos, en zonas como Incallajta (Pocona) y otros proyectos que son estudiados por los arqueólogos.
Muñoz afirmó que, por ejemplo, en Incallajta se han descubierto, al margen de los sitios ya conocidos, otros 200 lugares. Lo mismo sucede en proyectos que se desarrollan en el Valle Alto y Central.
En cada proyecto se registran entre 100 y 150 nuevos sitios arqueológicos, pero a la fecha no se tiene todavía un inventario completo.
“Cochabamba ha sido un lugar tan pródigo, que por acá pasaron muchos pueblos y culturas que vivieron en tiempos muy remotos. Donde uno pone pie, encuentra restos arqueológicos, en los valles”.
La arqueóloga aseguró que de los cientos de sitios que se encuentran, se escoge uno o dos para estudiar e investigar durante años, por ejemplo Santa Lucía y Aranjuez en el municipio de San Benito.
Las empresas constructoras que realizan proyectos en las ciudades y las áreas rurales son las que, accidentalmente, descubren sitios arqueológicos al hacer su trabajo.
Muñoz recordó que las empresas que abren caminos o hacen tendidos eléctricos deben reportar sus descubrimientos y realizar un trabajo de monitoreo para recuperar los restos arqueológicos que encuentren, tratando de que haya el menor daño posible en las piezas.
TRABAJO MANCOMUNADO
El museo arqueológico de la Universidad Mayor de San Simón trabaja en forma mancomunada con los pobladores de las diferentes localidades en las que se encuentran sitios arqueológicos, tal es el caso de Incallajta.
La mejor forma de avanzar en el trabajo de arqueología es tomar en cuenta a los comunarios para formular el proyecto, hacer las tareas de excavación y difundir la información de manera conjunta, señaló Muñoz.
EL PROCESO
Los arqueólogos inician su faena con el trabajo de gabinete, en el que se identifica las investigaciones previas que se han realizado sobre un sitio.
Una vez que se ha cumplido esta etapa, el arqueólogo y su equipo realizan recorridos de superficie para identificar los sitios, la cronología y los patrones de asentamiento.
De acuerdo con los objetivos de la investigación, se define qué sitios excavar, valorando cuáles son los más relevantes para obtener información.
Una siguiente etapa es la excavación, para luego analizar los materiales recuperados y, finalmente, la difusión de los resultados obtenidos.
UNA CIENCIA CARA
Muñoz puntualizó que la excavación en los sitios arqueológicos y los análisis a cargo de gente especializada implica una inversión bastante elevada.
Además, se utiliza la mano de obra de trabajadores que deben excavar, con badilejo, durante meses y años en un determinado sitio.
La arqueóloga explicó que el trabajo de la excavación se realiza durante dos o tres meses cada año, en la época seca.
Los proyectos de investigación arqueológica requieren entre tres y cinco años para lograr algunos resultados.
“Las etapas que vienen después de la excavación son también complejas, porque se recupera un montón de material especializado: metales, huesos, cerámica, entre otros, que representan una fuente de información extraordinariamente rica”.
PALABRA PROHIBIDA
La restauración en arqueología es una palabra prohibida, solo se puede reponer y realizar trabajos de conservación preventiva para evitar que el clima o la gente deteriore estos sitios arqueológicos.
En algunos países se ha llegado a reconstruir totalmente algunos sitios arqueológicos y los mismos se constituyen en importantes ofertas turísticas para los visitantes.
Cooperación internacional
“No tenemos un buen presupuesto para realizar los trabajos de arqueología, que son bastante costosos. Podemos acceder a programas con la cooperación internacional y acceder a financiamiento. De esa forma se logran hacer los trabajos en arqueología”.
María de los Ángeles Muñoz
ARQUEÓLOGA Y ANTROPÓLOGA