LAS CONSECUENCIAS SON FATALES CUANDO LAS PERSONAS TRANSPORTAN DROGA LÍQUIDA EN SU VIENTRE. LAS MUJERES EMBARAZADAS PUEDEN PERDER TAMBIÉN A SU BEBÉ GESTANTE.
“Tragonas” pueden morir en 3 horas si no llegan a su destino a tiempo
Un bloqueo de carreteras, un desperfecto en el vehículo o una inspección policial repentina puede significar la muerte para una tragona (persona que ingiere cápsulas de droga para transportarlas). Si no llega a su destino en el tiempo previsto, puede perder la vida en tres horas, explicó el toxicólogo del hospital Viedma, Ramiro Cadima.
"Si una cápsula se rompe, estamos hablando de 15 a 18 gramos de cocaína y eso, absorbida por el organismo, es letal". Una mujer, según su constitución, puede ingerir entre 1 y 1.5 kilos en cápsulas, mientras que un hombre entre 2 y 2.6 kilos.
Entre los tragones hay quienes transportan droga líquida y en polvo. De manera general, si una de las cápsulas revienta puede provocar la muerte inmediata por intoxicación. Pero, para los de la droga líquida, la situación es más crítica.
Al cabo de seis horas en el organismo, la sustancia empieza a absorberse y la persona tiene solo tres horas para ser auxiliada, caso contrario, la muerte es irreversible.
LÍQUIDOS
"Cuando pasan las seis horas y no expulsan las cápsulas, el preservativo (que se usa como empaque) empieza a soltar el líquido y se absorbe en el organismo".
En el hospital Viedma, los pacientes con cápsulas líquidas llegaron voluntariamente luego de sentir amenazada su vida.
La sintomatología de intoxicación se ve reflejada, generalmente, en cuadros de frecuencia cardíaca alta, sudoración, excesiva agitación, pupilas dilatadas e hipertensión.
Las complicaciones pueden derivar en infartos en el corazón, daños en el riñón, perforación en el intestino, obstrucción intestinal, pancreatitis, insuficiencia renal o, finalmente, la muerte por sobredosis.
SÓLIDOS
Quienes transportan cocaína sólida, pueden estar hasta 72 horas con las cápsulas en sus organismos sin que les produzcan signos y síntomas. Las tragonas con este tipo de sustancias, generalmente son remitidas al hospital como resultado de un operativo o denuncia.
A estos pacientes, dentro del procedimiento médico, se les suministra fármacos que les ayuden a eliminar las cápsulas y se los vigila durante tres días para la expulsión.
En este ínterin, se realizan pruebas de cocaína para corroborar que la droga no se esté absorbiendo en el organismo, según detalló el especialista. Si en algún momento la prueba sale positiva, se realiza una vigilancia continua y si se advierten síntomas de hipertensión o taquicardia se procede a una cirugía.
"Las cápsulas, al entrar solas al intestino también pueden salir solas", citó. Pero, existe el riesgo de que se agrupen y se peguen entre sí en el trayecto, esto provoca una obstrucción en el intestino y la única solución es una cirugía. Cadima explicó que "en los sólidos no hay secuelas posteriores".
En el hospital Viedma, a donde son referidos todos los casos de tragonas e intoxicadas por consumo de drogas, 24 personas que ingirieron estas cápsulas fueron atendidas en 2016. De este grupo, la mitad era mujer y dos de ellas estaban en periodo de gestación.
De los dos casos de madres gestantes, una de ellas tenía cinco semanas de embarazo y no lo sabía. La otra llevaba en su vientre a un feto muerto de cuatro meses, según las estadísticas del Viedma.
El médico tratante informó que Estela N.M. fue interceptada en un operativo policial y cuando quisieron someterla a una radiografía, ella se negó acogiéndose a su estado de gravidez.
Fue remitida al Viedma como sospechosa. Al llegar al hospital, corroboraron que efectivamente estaba embarazada. "Tenía alrededor de cuatro meses de embarazo, pero el feto estaba muerto y ella lo sabía", dijo el perito especialista.
El médico explicó que luego de interrogarla, ella declaró que una semana antes fue al hospital México de Sacaba, donde le informaron que su bebé estaba muerto, pero extrañamente no presentó ninguna hemorragia ni fiebre, lo que la habría motivado a ingerir las cápsulas.
Luego de que Estela expulsó lo ingerido fue transferida a la maternidad. "Lo más probable es que le hayan hecho un legrado".
Otro caso es el de Laura, una joven de 28 años, que fue captada por narcotraficantes como tragona sin saber que estaba embarazada. Tenía cinco semanas de gestación cuando la detuvieron.
Ella negaba su delito y solo lo aceptó cuando los galenos le explicaron los riesgos para su bebé.
Luego de expulsar las cápsulas pudo seguir con su embarazo sin complicaciones. Sin embargo, fue remitida a las autoridades judiciales, quienes determinaron su detención preventiva en una cárcel.
"Cuando ingieren cocaína líquida, no les dicen el tiempo en el que deben llegar a su destino y tampoco les hablan de las consecuencias, y los resulta dos son estos”, acotó el médico.
Médicos privados deben derivar casos
Los médicos de centros hospitalarios privados están obligados a denunciar y remitir a un hospital público a todo paciente que llegue con alguna sintomatología de intoxicación por cocaína, ya sea por ingesta de cápsulas o consumo. En Cochabamba, el centro de referencia es el hospital Viedma, ubicado en la calle Venezuela casi Germán Urquidi.
Embarazadas tienen trato diferenciado
Las mujeres embarazadas, ya sea de un día o nueve meses, pueden ser beneficiadas con medidas sustitutivas a la detención, aún cuando su sentencia haya sido emitida. Pero, en la práctica no siempre es así, ya que los jueces valoran la gravedad del delito y si es reincidente para su reclusión, según explicó el juez de Ejecución Penal, Santiago Maldonado.