LA FAMILIA SUÁREZ MIRANDA DONÓ VARIOS TERRENOS EN QUILLACOLLO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE ENTIDADES PÚBLICAS, COMO EL HOSPITAL DE ESE MUNICIPIO. EN EL CEMENTERIO DE ESTA POBLACIÓN SE ENTIERRAN CADA DÍA TRES PERSONAS.
Mausoleo de hacendado es el más antiguo y ocupa lugar privilegiado
El mausoleo más antiguo del Cementerio General de Quillacollo se destaca por su tamaño. Es un poco más grande y alto que el resto de los que se encuentran en este camposanto. Está ubicado a unos cuarenta metros de la puerta principal de ingreso.
Este mausoleo pertenece a la familia Suárez Miranda y una inscripción en uno de sus muros revela que la primera inhumación, de Juliana Miranda, se realizó en 1904.
Una de las vías principales de Quillacollo lleva este nombre, la que sube hacia el norte de la plaza Bolívar, a la altura de la avenida Blanco Galindo.
El administrador del cementerio, Marco Antonio Michel, explica que el patriarca de esta familia era un hacendado que poseía bastantes tierras.
La familia Suárez Miranda donó varios terrenos al municipio de Quillacollo, en los que se construyeron edificaciones para instituciones públicas, tal es el caso del hospital.
El mausoleo tiene una extensión aproximada de cuatro por cinco metros, mientras que los otros están sobre tres por cuatro.
Un detalle que resalta en una de las paredes de este mausoleo es que tiene ventanas estilo gótico.
Michel explica que son los bisnietos de la familia quienes llegan cada cierto tiempo hasta este mausoleo para colocar flores y hacer la limpieza.
“La Alcaldía quiso hacer arreglos en la infraestructura de este mausoleo, pero la familia nos ha pedido que no lo toquemos. Lo único que hacemos es mantenimiento”.
Los restos del creador de la provincia de Quillacollo, Constantino Morales, también descansan en este camposanto.
Michel indica que los restos de Constantino Morales se encontraban en Europa y fueron repatriados al país en 1986.
El gobierno comunal de Quillacollo le rindió un homenaje al creador de la provincia de Quillacollo, tal como se puede observar en una plaqueta junto a su cripta.
Óscar Rojas, otro meritorio quillacolleño, considerado “hijo predilecto” de esta ciudad, se encuentra en este camposanto, desde el 8 de marzo de 1998.
Otros no tan conocidos como Agustín Illanes Monje, que fue enterrado el 9 de octubre de 1926, y Nicasio Bascopé Mercado, que falleció el 29 de mayo de 1939, yacen también en este cementerio.
Un miembro del partido liberal, Serafín Arze Lanza, quien murió el 22 de octubre de 1928 está enterrado en uno de los primeros bloques que se construyó en el cementerio, al lado derecho de la puerta de ingreso principal. Su epitafio señala “Ofrenda del Partido Liberal”.
REZADORES
Eulogio Jaimes, de 50 años, llega cada día hasta el Cementerio General de Quillacollo. Se acomoda cerca de la puerta principal de ingreso y reza por las almas de los difuntos.“Rezo tres padres nuestros, siempre pidiendo a las almitas que nos protejan, afirma el invidente, mientras hace sonar una campanilla dorada”.
Asegura que gracias a este trabajo puede llevar el pan a sus hogar y confiesa que no tiene miedo de los muertos, sino más bien de los vivos.
Así como él, al menos ocho niños, que tienen permiso de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, rezan y limpian lápidas en este camposanto. Los que estudian en la mañana trabajan solo por la tarde y viceversa.
PERPETUIDAD
Debido a la gran cantidad de entierros que hubo en los últimos años, tres como promedio cada día, el cementerio de Quillacollo ha quedado, por el momento, sin espacios para colocar los restos y las cenizas en perpetuidad.El administrador explica que muchas personas de Colcapirhua y Vinto traen a sus difuntos a Quillacollo, pese a que tienen sus propios cementerios, porque dicen que el de este municipio es bonito y amplio.
Michel señala que la Alcaldía debe construir un nuevo bloque en el que se coloquen los restos y cenizas, mientras tanto recomienda a las personas que exhuman a sus seres queridos después de cinco años de permanencia llevarlos a los camposantos de Vinto o de Colcapirhua.
Otra opción es colocar los restos en un espacio a perpetuidad, si es que algún familiar tiene uno en el mismo cementerio de Quillacollo.
PROHIBICIÓN
En el Día de Todos Santos, y en el resto del año, no se permite el armado de mast’akus, por salubridad. Las mesas para los difuntos se arman afuera del camposanto, sobre la acera, en un espacio indicado para tal fin.
Michel menciona que el consumo de bebidas alcohólica está totalmente prohibido durante todo el año y no solamente en la fiesta de Todos Santos.
El control es bastante riguroso por parte de la Intendencia y, con el apoyo de la Policía, el día de Todos Santos.
LAS MEJORAS
Para los días festivos del 1 y 2 de noviembre de este año, la Alcaldía de Quillacollo realizó las obras en tres frentes.
El secretario de Planificación de este municipio, José Villarroel, explica que el primer frente encaró el mejoramiento de los pasillos, el pintado del interior, el vaciado de la carpeta asfáltica y el impermeabilizado de los tanques para agua. Se invirtió alrededor de 30 mil bolivianos.
Otro frente de trabajo tomó en cuenta el mejoramiento del frontis del cementerio, el colocado de baldosa granítica en el piso y la instalación de un recolector de agua en caso de que llueva, además del colocado de cordones en las aceras. Para estos trabajos se invirtió 80 mil bolivianos aproximadamente.
El tercer frente tomó en cuenta el mejoramiento del parque que circunda al cementerio, pero que no se logró concluir para Todos Santos.
Villarroel indica que este tercer frente se retomará una vez que haya pasado la fiesta de Todos Santos, con el colocado de las bancas y luminarias, además de la baldosa.
En este parque se invierte 500 mil bolivianos y se prevé concluir las obras hasta el 30 de noviembre.
Los sindicatos u organizaciones que tienen mausoleos institucionales hicieron por su parte los arreglos respectivos, con la aquiescencia de las autoridades municipales.
Expropiación
Al interior del Cementerio General no hay más espacio para construir bloques, por lo que la Alcaldía expropió terrenos contiguos.
3.5
Hectáreas
El Cementerio General del municipio de Quillacollo está emplazado en una extensión aproximada de 3.5 hectáreas, gracias a que se compraron algunos terrenos, informó el secretario de Planificación del municipio, José Villarroel.