LAS VÍCTIMAS INVERTÍAN EN TIERRA DULCE ENTRE 12 MIL A 35 MIL DÓLARES, MONTO QUE DEBIERAN RECUPERAR EN UN AÑO
Prometen $us 300 mil en ganancias
edwin miranda vizcarra [email protected]
Tierra Dulce S.R.L. prometió a las víctimas ganancias por aproximadamente 300 mil dólares en un plazo no mayor a siete años si el aporte de capital inicial era superior a los 50 mil dólares, refieren denuncias y antecedentes policiales a los cuales tuvo acceso OPINIÓN.
El pequeño negocio de los hermanos José, Víctor y Pablo P.G., además de Luis Fernando G., arrancó con un capital de 12 mil dólares, pero llegó a manejar, anualmente, hasta medio millón solo en aportes, señalan las investigaciones de la Policía y Fiscalía.
El precio base del aporte inicial para cualquier persona, natural o juridica, interesada en hacer inversiones en Tierra Dulce S.R.L. era de aproximadamente 12 mil dólares, reveló la abogada Jhovana Vargas.
Con un aporte, por ejemplo, de 30 mil dólares la empresa prometía el retorno del capital en un año como plazo máximo, además de dividendos adicionales que pagaba, mes a mes, por un período ininterrumpido de siete años, relató.
De esa manera, si una persona invertía 30 mil dólares, en siete años, podía recibir 240 mil dólares, es decir, siete veces más el capital inicial “¡era negocio redondo y una fuente de ingresos adicionales!”, dijo Vargas.
ANZUELO
El anzuelo para captar más inversionistas fue una efectiva publicidad que difundió la empresa por redes sociales y el internet.
Una de las primeras presentaciones oficiales que circuló el año 2008 señalaba lo siguiente: “Tierra Dulce S.R.L. una empresa joven y emprendedora con visión de futuro ecológico, inicia actividades en la ciudad de Cochabamba de la República de Bolivia corazón de Sud América en abril de 2008”.
La publicidad indicaba además que “...la misma cuenta con todo el respaldo legal y comercial que nuestro país exige. Asimismo, contamos con el apoyo de empresas acreditadas nacional e internacionalmente. !Vive la agricultura orgánica!”.
Así los hermanos P.G., junto a Luis Fernando, comenzaron un recorrido de siete años con operaciones financieras ilegales.
INTERNET
Los canales de difusión fueron inicialmente el círculo de familiares y amigos más íntimos que tuvieron.
Luego, irradiaron la publicidad al Ejército, la Fuerza Aérea y Fuerza Naval a través de sus padres y amigos que cultivaron a lo largo de los años, señalan las investigaciones policiales y lo corrobora el abogado, Rolando Ramos, que asiste defensa a cuatro de al menos 800 personas víctimas de la estafa.
La red acudió incluso a los medios masivos de comunicación en la ciudad de Cochabamba para “publicitar los beneficios de la stevia y los ingresos que reporta”, reveló la abogada Verónica Bascopé, otra de las profesionales que asiste defensa a las víctimas.
“Cultivar stevia es altamente rentable porque se recoge cuatro cosechas al año y tiene una vida productiva de seis años”, afirmó en 2010, Pablo P., junto a Fernando G. en varios medios de prensa escritos de la ciudad.
Para generar confianza y mostrar seriedad, la empresa aseguró también que contaba con cuatro hectáreas (40 mil metros cuadrados) en el municipio de Sipe Sipe produciendo, aproximadamente, 48 mil kilogramos de hojas secas de stevia en cuatro cosechas al año, de las cuales un 80 por ciento cubre los requerimientos de exportación a mercados de Perú, Paraguay y la Argentina, ofrecieron.
La red aseguró que solo un 20 por ciento de la producción era destinada a satisfacer las necesidades que tiene esa empresa.
ESTRUCTURA
Tierra Dulce, sin embargo, no dedicaba actividades solo a la supuesta producción de plantas de stevia, sino también, armó una estructura empresarial con dos niveles adicionales para captar recursos financieros: industrialización y comercialización.
Dependiendo a qué ámbito de acción pretendía una persona llegar con una inversión, los propietarios de la empresa fijaban el precio de la cuota al interesado al que llamaban inversionista.
Si era producción, el aporte superaba los 25 mil dólares. Si la apuesta era para industrializar y/o comercializar el producto, el capital llegaba entre 15 mil a 21 mil dólares americanos.
COSECHAS
La venta de ilusiones a las víctimas fue solo virtual, es decir, si bien el dinero era lo único físico que miraron muchos de los estafados, nunca pudieron conocer, in situ las parcelas y/o hectáreas de sembradíos de stevia que prometieron y publicitaron con fuerza por medios de comunicación y el internet.
Corporación industrial que ofrecía empleo y dinero
Reciclaje de caucho y neumáticos
La empresa creó una factoría adicional llamada Soluciones Ambientales Bolivia (Sabol) para reciclar caucho y neumáticos en desuso.
La empresa estaba ubicada en el kilómetro 12 de la avenida Blanco Galindo y los dueños prometieron empleo y riqueza.
Metalurgia para procesar minerales
industrializar los minerales también fue otro objetivo estratégico que los dueños de la empresa Tierra Dulce tuvieron la intención de promover para asegurar, mayores ingresos y sobre todo múltiples beneficios para los socios. El propósito, sin embargo, no se concretó.
4 Hectáreas de stevia en Sipe Sipe
Tierra Dulce tenía el propósito de sembrar hasta 4 hectáreas de cultivos de stevia en el municipio de Sipe Sipe, a un costo de 88 mil dólares americanos.
Varios tipos de la planta en la región
Los propietarios de la empresa anunciaron que tenían cinco mil metros cuadrados donde producen plantines de stevia de las variedades: Catupery, L4-Cion, Cirte, L4 y Rebaudiana que tienen amplia demanda entre los productores interesados en cultivar la planta.