EL SEGUNDO CENTRO COMERCIAL AL AIRE LIBRE MÁS GRANDE DE SUDAMÉRICA, ES TAMBIÉN UNO DE LOS TERRITORIOS MÁS CODICIADOS POR LOS COMERCIANTES E INVERSIONISTAS DE COCHABAMBA
Antigua feria campesina ahora es una joya del mercado inmobiliario
Lo que empezó como un pequeño espacio de intercambio comercial entre productores campesinos, por inmediaciones de la Calatayud, ahora es uno de los territorios más codiciados de Cochabamba, La Cancha.
Este mercado, calificado como el segundo al aire libre más grande de Sudamérica, es actualmente la joya del mercado inmobiliario, debido al alto precio del metro cuadrado (m2) en el sector.
Y es que un inmueble que está inmerso en alguno de los mercados que componen La Cancha (La Pampa, Alejo Calatayud, Fidel Araníbar, La Paz, entre otros), normalmente cuesta unos 500 mil dólares, siempre y cuando su ubicación sea medianamente estratégica.
Pues en caso de que la ubicación sea “privilegiada”, fácilmente la propiedad se vende en más de un millón de dólares.
Esta sobrevaluación, según el gerente general de Japebu Bienes y Raíces, José Antonio Pericón, responde a la alta demanda, frente a la baja oferta.
Si antes cada m2 de un local de, por ejemplo, unos siete por siete metros, estaba a no más de mil dólares, ahora este precio se duplicó o incluso más.
El perito avaluador Óscar Achá indicó que estos precios no son razonables, pues si se trata de rentabilidad, comprar un predio en La Cancha no le genera al inversor un rédito mensual proporcional a su opulenta inversión.
POCOS OFERTAN
Puede que los mentores de estos precios por demás elevados sean los ofertantes, pero también influye la actitud del comprador frente a esta situación.
Y es que, en muchos casos, el inversor o comerciante está tan obsesionado con adquirir un inmueble en La Cancha, que no solo acepta el precio que le piden, sino que además mejora el monto que quieren pagar los otros interesados por el mismo.
Por tanto, la figura que se pinta en el negocio de bienes y raíces en La Cancha es similar al de una subasta, es decir quien da más se queda con la oferta.
Es por esta situación que, desde hace no más de un quinquenio, los precios de las propiedades en La Cancha se han disparado, según la opinión de expertos.
DECENAS DE LOCALES
Esta alza en el valor de los inmuebles es normal cuando el incremento es progresivo y se expresa en un tiempo razonable. Pero en La Cancha sucede todo lo contrario, pues los costos suben en períodos breves (semanas, meses y exagerando algunos años) y varían notablemente respecto al precio inicial.
Por eso los involucrados con empresas de bienes y raíces están tan impresionados con este fenómeno.
PAGAN Y GANAN
Sin embargo, en la misma medida en la que el valor de cada inmueble en La Cancha aumentó, las ofertas disminuyeron.
Entonces, se empezaron a erigir edificios en las calles principales de este centro comercial, como prueba de que los propietarios no querían perder sus espacios en este, por ahora, “privilegiado” mercado.
Es así que optaron por alquilar los locales que habían dentro las estructuras comerciales que construyeron, invirtiendo millones de dólares.
Pero, una vez más, la libre oferta y demanda afectó a los comerciantes inquilinos, que hasta ahora pagan hasta más de mil dólares mensuales por el alquiler de pequeños espacios.
Y hay quienes incluso cancelan por adelantado el año redondo de alquiler, esto con la finalidad de no perder su tienda.
CENTRALIZADO
En vista de que los comerciantes viven bajo la noción de que si no están en algún sector de La Cancha no existen, hacen lo que pueden para pagar los ostentos valores que piden los dueños.
Unos optan, por ejemplo, por diversificar su mercancía, es así que conforme a las temporadas del año, cambian de mercancías. Esto les permite reunir dinero para pagar los elevados alquileres.
Otros, tal es el caso de una comerciante instalada en la Esteban Arze, Paola Martínez, optan por asociarse.
Esta mujer contó que sola le es imposible cubrir la renta, así que buscó un socio que tenga un negocio relacionado al de ella para que ponga una contraparte económica.
Ahora ella se dedica al comercio de tarjetas telefónicas y además tiene cabinas para realizar llamadas. Por su parte, en la misma tienda, su socio vende equipos de comunicación de última generación.
Por tanto, a simple vista la alianza de ambos comerciantes es casi imperceptible.
La fusión es denominador común, aunque en medio de este concurrido mercado también figuran aquellas personas que definitivamente no pueden alquilar y optan por deambular.
Estos ambulantes, sumados a los centenares de puestos de venta, hacen que este sector se convierta en una especie de hormiguero, de sobremanera los días de feria, sábado y miércoles.
Días en que la presencia de gente no solo del departamento, sino también del interior del país, llama la atención de los turistas, quienes incluyen en su ruta turística a este popular mercado.
Estos y otros factores posesionaron a La Cancha como la joya territorial en la que todos quieren tener un predio, pero son pocos los que pueden pagar el precio que pide.