Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 00:24

EL SENADOR OPOSITOR VÍCTOR HUGO ZAMORA, DEL PDC, RECONOCE QUE LA EVENTUAL REPOSTULACIÓN DEL PRESIDENTE MORALES TIENE UN ASIDERO LEGAL, AUNQUE CREE QUE SE LA DEBE POSICIONAR COMO INCORRECTA ANTE LA POBLACIÓN.

Oposición usará como bandera la crisis venezolana para evitar reelección de Evo

Oposición usará como bandera la crisis venezolana para evitar reelección de Evo





En las filas de la oposición, conscientes de la difícil batalla política para impedir la aprobación en la Asamblea Legislativa las reformas parciales a la Constitución que incluyan la repostulación del presidente Evo Morales, ya comenzaron a ejecutar la estrategia de usar como bandera la crisis de Venezuela para asociarla a un eventual futuro de Bolivia con el continuismo del Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS).

El senador opositor del Partido Demócrata Cristiano (PDC) Víctor Hugo Zamora, en entrevista con OPINIÓN, admitió que es un hecho la apertura del debate sobre las reformas parciales a la Carta Magna porque está dentro el marco legal, aunque considera que se debe posicionar en la opinión pública que una reelección no es correcta.

El asambleísta Zamora, que se considera un tarijeño campesino y oriental nativo, con una diversidad cultural que la lleva en la sangre, habló de la reelección presidencial, del perfil de la oposición, de liderazgos, de las perspectivas de Tarija y de la gestión de Morales, entre otros temas

Según el senador tarijeño, el proyecto oficialista liderado por Evo Morales y Álvaro García Linera hacia el 2025 unirá a la oposición, no obstante del fraccionamiento que muestra en la actualidad sin un liderazgo aglutinador, sino varios representantes.

De acuerdo al opositor, el contexto económico le ha favorecido en sus más de nueve años de gestión a Morales para ganarse a los bolivianos, aunque lamenta que no se haya invertido para mejorar sosteniblemente la calidad de vida de los bolivianos.

Perfiló que esa bonanza económica se está terminando, lo que afectará a la gestión de Morales. Además sumó a esta crisis la desestructuración del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), pues dijo que los movimientos sociales están dejando de creer en el discurso indígena originario y que comenzará a manifestarse un fenómeno de “canibalismo interno”, que va a mermar la presencia del “masismo” en el país.

P.- ¿Cuál es la ideología con la que comulga?

R.- Me considero nacionalista. Reivindico la unidad de este país y el desarrollo a través del aporte que podría tener el hombre en la sociedad. Respeto la propiedad privada en la medida en que el capital bien hecho, es una de las opciones de vida que debe respetarse, dando la oportunidad a todos, una competencia leal y honesta, donde todo el mundo pueda mejorar su condición de vida.

P.- ¿Cómo evalúa el trabajo de la oposición política?

R.- Es complicado. Lo que pasa que el liberalismo nos ha individualizado tanto, que nos hemos olvidado de estructurarnos en masas colectivas que permitan tener ideologías claras. La oposición está fraccionada por los intereses a los que representan: clases medias, esquemas empresariales; hay representación de identidades departamentales fuertes, que no permiten incluir a otras regiones para consolidar un proyecto nacional.

La oposición no tiene un líder, sino varios representantes. Esta diversidad hace que la oposición no tenga el mismo criterio y, por lo tanto, no responda a la realidad y se encuentre de alguna manera desarticulada.

Pero estamos seguros de que el proyecto del MAS con Evo Morales y Álvaro García Linera hacia el año 2025 va a unir a la oposición.

P.- ¿La oposición política fragmentada tiene o no propuestas de país?

R.- Le aseguro que tiene mejores propuestas que el oficialismo. El problema es que no tiene un liderazgo sólido, un mecanismo de cohesión interno, que finalmente hace que las propuestas queden disminuidas a través de cada uno de los representantes.

P.- ¿Cómo se podría sobrellevar este trauma político de la oposición?

R.- En la medida que haya amenazas muy fuertes, el esquema de oposición empezará a cohesionarse. Antes existía una cantidad de partidos políticos, hoy se está empezando a polarizar la situación.

P.- ¿Cómo se percibe la estructura política del MAS?

R.- El MAS tiene una estructura que propone un proyecto endogenista, creada con mucha visión y en una coyuntura necesaria, una alternativa a los partidos tradicionales. El tema de la inclusión de los pueblos indígenas fue bien manejado, pegó en la gente y se consolidó. Además tuvieron la capacidad de articularse a través de mecanismos de coordinación de estructuras de células, como son los sindicatos agrarios, entidades ágiles y eficientes en el momento de reaccionar ante una movilización.

P.- ¿Cuál considera el futuro del partido oficialista?

R.- El MAS está viviendo el proceso de desestructuración. Los movimientos sociales están dejando de creer en el discurso indígena-originario. La tesis de Filemón Escóbar sostiene que la destrucción del masismo será más por un problema interno que por un factor externo.

En la oposición perfilamos que el MAS va a empezar un fenómeno de canibalismo interno que va desestructurar el masismo. Hoy se están viendo nuevas estructuras, como la de Patzi, Delgado, Almaraz y otros.

Las contradicciones en el tema del referendo autonómico, los problemas de la Madre Tierra, la exploración hidrocarburífera reflejan que el discurso originario quedó en discurso. La acción de principios está orientada al extractivismo, a buscar mayor inyección de recursos porque ahora viene una crisis. Ahora se verá cuál es la intención para conseguir recursos. Si respetamos a la Madre Tierra tendríamos que consultar a los indígenas qué vamos hacer respecto a la reivindicación económica. Lo que menos les interesa es consultar a los originarios qué van a hacer, cómo va afectar la exploración en áreas protegidas.

P.- ¿Los dos tercios del MAS hicieron que pueda monopolizar la política en la Asamblea?

R.- La desestructuración de los partidos tradicionales ha tocado fondo en momentos que nace el MAS. La gente encontró en la propuesta indígena, originario, campesino una alternativa para identificarse con una posible reestructuración del Estado. La inclusión necesaria de sectores desprotegidos hizo que el MAS se constituya en esta última década en el partido más importante del país.

P.- ¿El MAS fue favorecido por el buen momento de la economía mundial o de la gestión?

R.- Los precios de las materias primas a nivel internacional eran los que sustentaban la economía de este país. Nunca en la historia se ha visto precios tan favorables como ha tenido el MAS en su Gobierno. No se pudo dar sostenibilidad a esos recursos, por falta de una política económica seria. Ahora no se puede garantizar que después del gas, sigamos viviendo bien.

Fueron los precios y el excedente que permitieron incidir en la economía y el vivir bien de Bolivia. Ahora que han caído nos empezamos ajustar los cinturones. Ahora veremos la creatividad que tiene el Gobierno para vivir en un momento de crisis económicamente bien.

P.- ¿Tarija ha generado ingresos, pero no desarrollo?

R.- En gran parte sí. Por ejemplo, la demanda de energía del Valle Central es de 28 megavatios. ¿Qué hacemos con una subestación de 10 megavatios, insertado al sistema interconectado nacional, cuando la demanda es de 28 y la proyección es de 50 en los próximos 20 años? ¿por qué no se hizo una subestación de 60 megas? se gastó la plata, pero no se ha invertido en verdaderas obras de desarrollo. Un departamento tan rico ha descuidado tres problemas fundamentales: el energético, el vial y el de servicios básicos.

P.- ¿Qué representa la instalación de la Planta Separadora de Líquidos en Gran Chaco?

R.- Es una inversión importantísima para el país. Nos coloca como de los países productores de hidrocarburos más importantes en Sudamérica. Para Tarija es importante porque le genera oportunidad de empleo, pero, a la vez, esta planta le significa al departamento perder recursos, porque funciona con gas subvencionado. Para Tarija significa vender gas subvencionado y recibir menos plata. Ahora estamos pidiendo una regalía. Es lógico que esa industria deje algo para la región, pero las utilidades serán dispuestas por el TGN.

P.- En síntesis, ¿no hubo una política de desarrollo seria y responsable para el departamento?

R.- Se han gastado los recursos, pero no se invirtieron en verdaderas obras de desarrollo sostenible. El centralismo ha saboteado la posibilidad de un desarrollo, porque, si hubiera habido la voluntad política nacional, con seguridad que los tarijeños habríamos caminado por una buena senda.

P.- ¿Qué opinión le merece el tema de la reelección o repostulación del Presidente?

R.- La reelección no la enfocaría como una consecuencia de gestión. El análisis interesado de los actores causa confusión en la opinión pública; la repostulación de un liderazgo, por la gestión que hizo, nos puede llevar a tomar decisiones equivocadas. Hay que tomarlo en relación al sistema y al modelo que los bolivianos optaron, que es la democracia, que tiene como principios la elección de los mandantes.

La democracia, en su historia, ha demostrado que las reelecciones han generado mucha complicación en la relación del mandante con el pueblo; han generado dictaduras, tiranía, falta de control, descuido en la administración. Por eso, con sabiduría, las democracias evitaron las reelecciones y separaron los caudillismos.

P.- ¿Acaso la reelección no es parte del proceso democrático?

R.- El análisis de la reelección tiene que centrarse desde el principio fundamental y no por la gestión. Hay que enfocarla desde el principio básico de fortalecer la democracia. Una reelección no es saludable, dos peor. Lo que estamos haciendo ahora es darle un gancho al hígado de la democracia, buscando nuevo momento de reelección electoral de un liderazgo.

Cuando se reeligen a las personas, se corre el riesgo de que la institución democrática se vea expresada en personas y no en partidos. Lo que estamos haciendo es personalizar la institución democrática, es decir, el partido ya no existe, es la persona. El MAS no existe, es el Evo.

P.- ¿El dilema es la generación de líderes en el oficialismo y oposición?

R.- No hay renovación de liderazgos. Hasta los liderazgos internos de la estructura oficialista se han convencido de que son malos. ¿Dónde están los nuevos que ingresaron? ¿dónde están los líderes sindicales? hay un sometimiento al extremo de endiosar la representación. Es la antítesis del fortalecimiento democrático. Hay que admitir que la oposición también tiene liderazgos dispersos y no aglutinadores.

P.- ¿La ausencia de renovación puede ser peligrosa para el desplome del MAS?

R.- Puede ser, porque, sin renovación, el MAS puede sufrir serios golpes de desintegración.

P.- ¿Las condiciones legales, legítimas y democráticas están dadas? ¿qué hará la oposición para evitar la reelección?

R.- No hay otra que abrir el debate. Primero hay que pensar que una reelección no es correcta, pero abrir la Constitución es legal, y la oposición no tiene que perderse en eso. La Constitución no es perfecta, es perfectible. Hay cosas que tienen que cambiar en el texto constitucional. No sé si el tema de la reelección debería abrir la Constitución.

P.- ¿Qué harán ustedes?

R.- Lo que siempre se ha hecho, que es debatir. Es verdad, muchos de los opositores se sienten frustrados; hay que ser sinceros y honestos, nos sentimos frustrados. Pero creo que nuestro aporte ahora es importante, porque, ¿quién está hablando de estos temas con los medios de comunicación? es un opositor, esa es nuestra visión: hablar, socializar y difundir

Lo dije al principio: el proyecto oficialista con el presidente Evo Morales, que pretende extenderse hasta el 2025, unirá a la oposición al margen de las diferencias.

P.- ¿Qué estrategia ejecutará la oposición para impedir la reelección de Morales?

R.- Nosotros ya estamos en campaña. Tuto Quiroga permanentemente está en hablando del tema. Estamos empezando a manejar la estrategia de la bandera, los símbolos y Venezuela es uno de los símbolos en América Latina de lo no se debe hacer. Vamos a alertar que Bolivia puede convertirse en una Venezuela en crisis. Ha sido el país más rico de Sudamérica; el petróleo era excepcionalmente cotizado y codiciado por los países que demandaban energía. Ahora, ¿dónde está Venezuela? en una crisis socioeconómica terrible. Lo mismo viene ocurriendo en Bolivia: buen discurso, no hay política.

Esta es nuestra verdad en el momento de la democracia. Es válido expresarla y nadie tiene por qué enojarse por la verdad.

P.- ¿El oficialismo prevé que el 2016 sea el momento oportuno para el referendo sobre la repostulación?

R.- Están aprovechando el momento de demanda histórica. Es necesario abrir la Constitución, pero no para la reelección, sino para otros temas. El MAS tiene su estrategia y plazos para acomodar en momentos de menos turbulencia y antes de que se sientan los efectos verdaderos de la crisis internacional.

P.- ¿Qué opinión le merece la cerca de una década de gestión gubernamental del MAS?

R.- Una gestión polémica cargada de mucha suerte histórica en tema de ingresos. Han manejado en esta última década una cantidad de ingresos en el mejor momento económico de Bolivia. Aciertos interesantes: hay que reconocer que hubo un avance en el proceso de inclusión de sectores postergados, aciertos que tienen que ver con la soberanía y dignidad. Se aprovechó la fortaleza estructural del partido en función de Gobierno en el tema de reivindicaciones marítima. La relación con los Estados Unidos, en algún momento exagerada, pero ha demostrado que podemos tener más firmeza en las decisiones. Lo peligroso es que los principios democráticos y las libertades han sido debilitadas. La prensa es una de las que más ha sufrido está debilitamiento. 

La representación opositora por pensar diferente tuvo que sufrir vejámenes y arremetidas judiciales llegando al extremo de no respetar familias. Creo que hubo una exageración en ese tema. Me parece que será parte de la deuda histórica con la que se van a cobrar algunas decisiones de las actuales gestiones.

P.- ¿Siente que se ha reducido la pobreza?

R.- Ha mejorado el flujo de caja en este país; se ha visto circular los recursos. No se invirtió para mejorar sosteniblemente la calidad de vida de los bolivianos. Si se hubiera invertido de otra forma, hubiéramos tenido mejores horizontes. Hemos vivido relativamente bien, pero desorganizados, con poca planificación en la inversión.

P.- ¿La gestión desgató al Gobierno del MAS?

R.- La gestión desgasta en función de cómo y la cantidad de recursos que se administre. Una gestión pobre siempre es complicada, mientras que una gestión rica es más fácil. Se dice que con la plata hasta la pobreza es llevadera. Cuando hay recursos es fácil solucionar los problemas de la gente. A partir de ahora, la gestión va empezar desgastar más al Gobierno, porque los recursos están cayendo. Al momento no tuvo mucho desgaste, porque tuvo la oportunidad de administrar recursos. Pienso que la gestión de Gobierno no fue desgastada.



P.- ¿Cuáles deben ser los principales desafíos para este Gobierno?

R.- Definir cómo replantear una política económica, reorientar las decisiones dentro de la inversión pública, ver cómo conseguir recursos, capacidad de abrirnos al mundo para jalar recursos estratégicos que acompañen nuestra inversión. Nuestra plata no va a ser suficiente para poder invertir en la demanda de desarrollo que tiene el pueblo.

Hay que tomar decisiones sabias para que nuestra crisis no sea tan complicada como la que van a vivir algunos vecinos. El Mercosur será un opción importante para Bolivia en estos momentos. Si bien nuestra moneda esta fuerte, no tenemos desarrollado el sector productivo. No competimos porque no tenemos la carretera y la energía; mientras que los otros países tienen una moneda débil, pero cuentan con una infraestructura productiva fuerte.