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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Entre baile y tragos aceptó ser candidato en 1997

Entre baile y tragos aceptó ser candidato en 1997



En su autobiografía “Mi Vida. De Orinoca al Palacio Quemado”, el mandatario Evo Morales revela que aceptó por primera vez ser candidato a la presidencia para las elecciones de 1997 en una fiesta en medio de tragos y baile, pero luego de algunos días decidió renunciar a esa postulación por cálculos políticos.

En un congreso en Potosí, los dirigentes campesinos estaban consolidando la idea de un instrumento político, con dirigentes como Alejo Véliz y Román Loayza. En esa oportunidad decidieron participar de los comicios con la sigla prestada de Izquierda Unida (IU), porque fueron rechazados nuevamente por la Corte Nacional Electoral manipulada por EEUU y los partidos tradicionales.

En esa oportunidad -dice- le proclamaron como candidato a la presidencia, pese a que se negó en reiteradas oportunidades.

“Tenía mucho temor, estaba soportando la peor embestida de la Embajada de Estados Unidos de ser narcotraficante, por eso dije cómo podía ser candidato, mis hermanos se están haciendo la burla”, aseveró.

En el congreso se pusieron a bailar y tomar algunos “traguitos”, oportunidad en la que terminó aceptando al calor de la fiesta esa postulación.

Sin embargo, cuando llegó a Cochabamba se prestó la sede fabril para un ampliado de emergencia y anunciar que desistía de ser candidato a la presidencia, y a tanta insistencia aceptaron su dimisión.

En consecuencia decidieron trabajar por los candidatos al Congreso Nacional y fue por la circunscripción 27 por la cual fue electo diputado uninominal con el 70 por ciento de votos. En esa oportunidad lograron el cuarto lugar en las generales.

“Siendo diputado no me dejaron ingresar al Parlamento y tuve que discutir una hora para que me dejaran entrar al hemiciclo, sospecho porque no estaban acostumbrados a diputados campesinos, indígenas y cocaleros”, añade.

COMICIOS DE 2002 Para presentarse a las elecciones de 2002, Evo Morales tuvo que trabajar bastante para llevar a su partido a las elecciones, pues fue a rogar una alianza al líder campesino Felipe Quispe, quien le aceptó con ciertas condiciones, pero al final no se dio porque le dijo que era “muy lloqhalla” y que la candidatura a la presidencia le correspondía a él por ser mayor en edad al cocalero.

Entonces Morales siguió afanado en algunas alternativas para presentarse a los comicios con una sigla propia, pero con aspiraciones nacionales.

Para su instrumento político lo más importante de su campaña fue el no haber gastado todos los recursos que les otorgaron la CNE y que apenas gastó el 50 por ciento .

Para Morales, lo que les ayudó a crecer electoralmente sin duda fue la campaña anti-Morales que arrancó la Embajada de EEUU. “A la Inteligencia de EEUU le falta inteligencia, sus operadores políticos cometieron gruesos errores, porque faltando unos días para la votación, el embajador Manuel Rocha dijo que no vote por Evo Morales porque es el Bin Laden andino y los talibanes los cocaleros”.

“Pero eso fue una campaña a nuestro favor que incluso ganamos las elecciones de 2002, pero la Corte nos robó la victoria, ahí ha comenzado la derrota de los partidos tradicionales (…) pero también cumplí lo que dije cuando me expulsaron del Parlamento, que volvería con más diputados y senadores. Teníamos 35 parlamentarios, 27 diputados y 8 senadores”, asevera.

Manifiesta que lograron una buena votación en esos comicios, pero advierte que sospechosamente ese día hubo un apagón cuando estaban subiendo en la votación y al final los posesionaron en el segundo lugar. “Nos robaron las elecciones”, afirma.