En un mundo gastronómico capitaneado por hombres, ver a una joven chef detrás de una parrilla no es muy usual.

Es el caso de Lucero Gonzales, propietaria de la churrasquería-restaurante Toro Bravo, quien cada día se muestra con su buen sazón, profesionalismo y un gran tesón, como la mujer joven y emprendedora que es y que las carnes a las brasas también tienen nombre femenino.

“Abrir el restaurante fue un gran reto, pero con el apoyo y trabajo de toda la familia pudimos satisfacer rápidamente la demanda de nuestros comensales, que de a poco, nos van recomendando de boca en boca ”, comenta.

Lucero trabaja mano a mano en la parrilla junto a su hermana Coral Gonzales. Ambas crecieron en un hogar donde la comida era un motivo de alegrías y unión, ya que sus padres sentían una gran pasión por la cocina.

Inspiradas en esa unión familiar es que pensaron que una de las metas principales del restaurante debía ser que las familias puedan disfrutar de un grato momento, en el que la comida sea el vínculo que ayude a este propósito.

Dirección: Av Villavicencio y pasaje Boroboró D´orbigny (una cuadra al norte sobre la Villavicencio).

Teléfono: 67577157