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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 20:52

Creando Conciencia, la cooperativa de reciclado que le gana a la crisis

Creando Conciencia, la cooperativa de reciclado que le gana a la crisis

La crisis económica fue un detonante para que personas de origen profesional muy diverso empezaran a contemplar alternativas económicas que les a cooperativa Creando Conciencia nació hace 12 años en Benavídez, con apenas 6 socios y cuenta hoy con 47 trabajadores. “Comenzamos de muy abajo siendo ex recuperadores urbanos, mal llamados cartoneros, dignificando la labor de ese trabajador”, contó a Tiempo Noelia Segovia, presidenta de la cooperativa argentina

Creando Conciencia se dedica al reciclado. “Tenemos dos pilares que son la parte ambiental, a partir de la cual tratamos de recuperar la mayor cantidad posible de esos residuos que antes iban a relleno sanitario, y la parte social, que busca dignificar el trabajo de aquellas personas con bajos recursos”, explicó Noelia

La cooperativa cuenta con una planta recicladora, una carpintería -donde funciona también el showroom de los productos- y camiones de caja seca (típico camión de mudanza). Desde esos espacios, además de la recolección y el reciclado, llevan a cabo un plan de equipamiento, donde realizan mesas y bancos para espacios de uso común. “Están hechos con madera plástica, 100 por ciento de residuo reinsertado. La cooperativa adquiere esta madera plástica, para luego diseñar y producir estos muebles creando equipamiento”, detalló

“Comenzamos capacitando a los vecinos a través de la separación en origen. Hacemos la recolección diferenciada de residuos con camiones con cajas secas porque ya no queremos el carrito que esté en la calle. Juntamos todos los materiales reciclables, que vienen a nuestra planta de tratamiento, lo enfardamos y reinsertamos el material nuevamente a la industria”, resumió

Los productos de la cooperativa son vendidos a clientes individuales y también tienen acuerdos con distintas instituciones. “Uno de los más importantes es el municipio de Tigre, que está renovando las plazas y en todas esas obras hay bancos de la cooperativa”.
De la misma forma, tienen acuerdos con “espacios comunes de la Ciudad de Buenos Aires” y “tenemos la huerta circular en Nordelta”. Otros clientes son Puertos del lago, Sheraton de la Ciudad y Arsat, que en las instalaciones de Benavídez “tienen una huerta y un espacio común hecho por nosotros”

“A pesar de la crisis –continúa Noelia-, logramos incorporar nuevos socios, que se capacitan en soldadura y carpintería, y así adquieren además un oficio”.