Queridas Niñas y Niños, en algún momento en su diario vivir sintieron que les han tratado con una actitud negativa por su forma de vestir, estatura, por cómo se ven físicamente, su forma de hablar, por sus gustos musicales o por el lugar donde viven o nacieron, entre algunos ejemplos. Y a pesar, que les preocupe o no se sientan cómodos, les parece que fueran actitudes naturales o normales, que incluso lo repiten las madres, padres de familia, profesores y ustedes entre compañeras y compañeros.

Por estas ingratas situaciones en la cuales se resaltan esas diferencias con actitudes de superioridad, vio pertinente la humanidad considerarlas como formas de discriminación y racismo, que muchas veces están camufladas en bromas. En esta ocasión, la redacción de Cobocitos, les recuerda que las palabras que utilizamos no son inocentes, tienen un mensaje que puede lastimar a la compañera o compañero.

Como niñas y niños bolivianos, deben tener en cuenta que sus conductas diarias no pueden apartarse de la lucha por una vida escolar con ejercicio igualitario de derechos humanos. Recuerden que nuestro país, es plurinacional y multicultural, en esa diversidad debemos promover una educación inclusiva que respete, valorice e integre las particularidades de las hermanas y hermanos bolivianos.

Porque no importa, cuál es el color de nuestra piel, la cultura con la que nos identifiquemos, la orientación sexual o identidad de género que tengamos, o como nos guste vestirnos o la discapacidad que tengamos, todos somos seres humanos, somos bolivianas y bolivianos, y sobre todo, somos iguales ante la Ley.