A veces sin conocerla directamente cumplimos los principios de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, por ejemplo, cuando no discriminan, cuando tratan por igual y dan las mismas oportunidades a sus hijas e hijos. Cuando respetan la opinión de ellas y ellos, cuando les escuchan con atención y cariño. También cumplen el principio del derecho a la vida, cuando trabajan para que vivan lo mejor posible y no les falte nada; alimento, medicamentos, educación, etc. También se sabe que darles todo lo material, no garantiza una vida plena, sino con amor y cariño.

Aunque la Convención se dirige directamente a los Estados, el deseo de justicia de todas y todos debe obligar a actuar, por ejemplo, algunas madres y padres de familia no están cumpliendo con lo que señala la Convención y las leyes nacionales como el Código Niña, Niño y Adolescente (Ley N° 548), por ello, es importante reflexionar: ¿demuestra cariño a sus hijas e hijos permanentemente?, ¿Les escucha con atención?, ¿brinda el tiempo necesario?, ¿Se esfuerza para que su hogar sea un lugar tranquilo, afectivo y limpio? Como comprenderá en estas acciones sencillas, pero trascendentales, también cumplen los preceptos de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.