NOSOTRAS Y NOSOTROS LOS ADOLESCENTES
La violencia en el enamoramiento es el abuso, maltrato o humillación que uno de los integrantes de la pareja (varón o mujer) ejerce sobre la otra persona para dominar y mantenerlo bajo su control. Estos abusos pueden variar y producirse desde la primera cita o luego de varios meses de relación sentimental.
Toda relación amorosa inicia con muestras de afecto, pero cuando no hay valores que sustenten la relación, como la comunicación y el respeto, se va poniendo tensa, se producen discusiones constantes y se van acumulando las tensiones que suelen descargarse por medio de insultos, gritos, amenazas y/o golpes, es decir, a través de la violencia.
Pasada esta etapa violenta, el o la agresora – que por lo general no puede controlar sus celos a causa de su inseguridad- se arrepiente por sus acciones, busca justificar su proceder y pide disculpas por lo que hizo a través de regalos y actos de cariño, después vendrá la reconciliación y continúa en la que el agresor prometerá no volver a ejercer violencia. Si no existe una verdadera comunicación respetuosa este final feliz será solo un engaño, la hermosa relación de amor que empezó se tornará dolorosa y triste con constantes reconciliaciones y peleas hasta que podría llegarse a un punto donde la violencia sea imparable. Por ello, es importante saber cortar el círculo de violencia a tiempo y oportunamente.
¿Cómo saber si estás sufriendo violencia en el enamoramiento?
Sea mujer o varón, una persona puede estar viviendo dentro de una relación violenta cuando su pareja comete una serie de acciones contra ella o él, estas actitudes pueden ser:
1.- Te amenaza, humilla, burla, grita o insulta.
2.- Te controla y vigila en todo lo que haces.
3.- Te obliga a cambiar tu comportamiento frente a tus amigas o amigos por causa de sus celos.
4.- Te obliga a que le muestres tu celular, contraseña de Facebook o controle las salidas con amigas o amigos.
5.- Te agrede con pellizcos, bofetadas, mordiscos, etc.
Una persona puede darse cuenta que se está convirtiendo en víctima de violencia dentro de su relación desde el momento en que siente miedo a expresar sus verdaderas emociones, cuando no está de acuerdo con su pareja o entra en pánico cuando su pareja está enojada . Es decir, cuando pierde la libertad de ser él o ella misma.
Una persona se convierte en agresor cuando:
1.- Humilla a su pareja, ya sea cuando estén a solas o delante de otras personas.
2.- Se enoja cuando su pareja habla con otras personas.
3.- Amenaza con irse o acabar la relación.
4.- Asusta a su pareja con su comportamiento ya sea de forma verbal o a través de acciones como pellizcos, bofetadas, empujones, o gesticulaciones corporales.
5.- Exige que su pareja le muestre su celular, pida sus claves o revise sus cosas personales.
6.- Ejercite golpes o movimientos torpes para amedrentar o se auto lesione.
El saber identificar la violencia a tiempo, puede ayudar a prevenir más casos de violencia. Si alguien cree que su relación ya es “tóxica o destructiva” lo mejor es tomar la decisión de separarse, para esto se puede recurrir al apoyo de alguien de confianza o personal de una institución de atención a estas problemáticas.