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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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La cooperativa peruana Choba Choba revoluciona el mercado del chocolate

La cooperativa peruana Choba Choba revoluciona el mercado del chocolate



La firma suizoperuana Choba Choba apuesta por un modelo cooperativo en el que los agricultores de la selva peruana son accionistas del negocio y deciden el precio del cacao. Hasta hace poco, la producción de chocolate estaba totalmente dominada por un puñado de empresas multinacionales y los agricultores de los países más pobres recibían menos de 6.6 dólares de cada 100 dólares de valor añadido total de cada tonelada de cacao en granos, según la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

Con una apuesta clara por potenciar el sabor singular de cada variedad de cacao cultivado en la selva peruana, la compañía decidió contar con la destreza del productor suizo Felchlin que elabora el chocolate tan solo con cacao, manteca de cacao y azúcar de caña no transformado.

Así, Choba Choba busca revolucionar un mercado en el que, pese a que existen seis millones de pequeños agricultores de cacao, el 75 por ciento del chocolate mundial es producido por tres multinacionales -Nestlé, Mars y Mondelez- a partir de procesos que estandarizan el sabor del mismo a través de la adición de aceites y otros productos.

La cooperativa Choba Choba fue fundada por el suizo Christopher Inauen en 2015, en el valle del Alto Huayabamba, una región pobre de la selva peruana en la que, según relató a EFE el vicepresidente de la asociación de campesinos de Choba Choba, Lin Caballero, el cultivo de cacao sustituyó al de coca, a instancias del Gobierno peruano.

Las barras de chocolate Choba Choba son decoradas con motivos tribales muy coloridos y han sido bautizadas con el nombre de las nueve mujeres productoras que forman parte de la junta de accionistas.

Una de las productoras, María del Pilar Castillo, cuenta que ahora tienen más ingresos aunque éstos dependen de la producción y del tamaño de la chacra.

El 5 por ciento de cada paquete de tres barras vendido se reserva a un fondo de uso exclusivo de los productores y, el resto, a la operación y expansión de la compañía.

Con el dinero recaudado por los agricultores, que hoy en día poseen el 7 por ciento de la empresa, pueden decidir si quieren comprar más acciones, y, según previsiones de Inauen, su participación alcanzará el 33 por ciento en 2020 y el 51 por ciento del total a largo plazo.