Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Por quienquiera que votes, pierdes

Por quienquiera que votes, pierdes
Ya se hicieron públicas las propuestas ambientales de los partidos políticos para los comicios de octubre de 2019. Resalta la improvisación y la ausencia de un trasfondo científico que garantice la integridad de la naturaleza a fin de resguardar la seguridad del electorado y sus familias. No hay propuesta que logre aliviar la dependencia humana de la naturaleza, precisamente la raíz de la catástrofe mundial actual.
Tal parece que para los partidos no estamos en crisis. Ninguno trata seriamente el tema del cambio climático, deforestación, pérdida de biodiversidad, de suelos y de calidad atmosférica. Ninguno tiene la intención de dejar algo prístino para el futuro de la nación y del mundo.
La visión partidista de la naturaleza es tan escueta que la trata como un mero recurso, que luego asocia temerariamente con progreso y bienestar social. Es más, todas las propuestas tienen un tinte neoextractivista y una llana tendencia al suicidio colectivo al que nos han acostumbrado los últimos gobiernos.
Las propuestas relacionadas con energía, un tema importante en la crisis climática global, son insolventes, insostenibles y altamente destructivas para la biota, suelo, agua y aire. Incluso constituyen una afrenta directa contra la misma sociedad al proponer más represas, más explotación hidrocarburífera y mayor expansión de la frontera agrícola.
Como insectos encandilados, nos hemos circunscrito a la dicotomía insípida planteada por los partidos: continuidad en el poder versus destronar al tirano de turno, a toda costa, más por instinto tribal que por razón. Ni en ellos ni en nosotros hay temor alguno ante la inminencia de una hecatombe planetaria.
Y el punto de las elecciones 2019 no debería ser la cornucopia de mentiras con la que nos ahogan los partidos cada día, sino la búsqueda de líderes que lleven a cabo programas de mitigación, adaptación y reversión de los desastres que se avecinan. Líderes que transgredan fronteras y se adscriban a una lucha mundial por la sobrevivencia de nuestra sociedad; lucha dentro del contexto de un nuevo planeta al que nos tendremos que adaptar de maneras que aún nos tocan dilucidar. Pero para esta lucha no estamos ni siquiera medianamente preparados.
Hoy mismo, por ejemplo, se nota una severa falta de preparación contra los incendios que están destruyendo vastas regiones del país. Con cada grado de incremento en la temperatura, la probabilidad de incendios se multiplica drásticamente. Este es un dato preocupante para Bolivia, el más afectado por el cambio climático en la región, según estudios del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Pero los partidos no hablan de ello.
Cada propuesta ambiental debía haber incluido estudios que se hayan trabajado sistemática y científicamente. Pero ningún partido cuenta con un cuerpo científico de apoyo lo suficientemente formado y diverso como para producir ideas contundentes que resuelvan la catastrófica situación actual del país. Como los gobiernos no han hecho ni han invertido en ciencia e investigación y ponen mil trabas a las oenegés que algo podrían hacer, entonces estamos como estamos, tratando de elegir al que “menos peor” nos represente y haciendo las paces con la idea de un futuro oscuro para nuestros hijos.