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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Las lesiones leves en la cabeza pueden alterar el sentido del olfato

Las lesiones leves en la cabeza pueden alterar el sentido del olfato

Incluso una conmoción leve puede afectar temporalmente a su sentido del olfato y desencadenar problemas de ansiedad a largo plazo, encuentra un estudio reciente, según HealthDay News.
Se sabía que esos problemas podían ocurrir tras una conmoción grave. Pero este estudio encontró que sucede lo mismo con conmociones menores provocadas por accidentes como caerse de una bicicleta con un casco puesto, un accidente de coche leve, caerse en las pistas de esquí, o resbalar en el hielo y golpearse la cabeza.
"Muchas personas sufren una conmoción leve en algún momento de sus vidas, así que darse cuenta de que tienen problemas de olfato es el primer paso para informar al médico al respecto", señaló la autora principal, Fanny Lecuyer Giguere, que realizó la investigación como parte de su tesis doctoral en neuropsicología en la Universidad de Montreal.
El estudio incluyó a 20 personas que sufrieron conmociones menores y un "grupo de control" de 22 personas que tuvieron fracturas de extremidades, pero no conmociones.
En un plazo de 24 horas tras su lesión, poco más de la mitad de los pacientes con conmociones leves tenían un sentido del olfato reducido, en comparación con un 5 por ciento de los pacientes con fracturas óseas, encontraron los investigadores canadienses.
Un año más tarde, el sentido del olfato de los pacientes con conmoción había vuelto a la normalidad (la mayoría en un plazo de seis meses), pero su tasa de ansiedad (de un 65 por ciento) era mucho más alta que la del grupo de control, mostraron los hallazgos.
Los síntomas de ansiedad incluían preocupación, dificultades para relajarse y sentimientos repentinos de pánico.
El estudio, dirigido por la Universidad de Montreal, se publicó en una edición reciente en línea de la revista Brain Injury.
"Es importante que los pacientes reporten cualquier pérdida del olfato, porque no es algo que su médico general o el de la sala de emergencias pregunte normalmente", dijo Giguere en un comunicado de prensa de la universidad.
Esto podría resultar en un seguimiento más cercano para ver si la pérdida del olfato y la ansiedad persisten, o que podría ayudar a determinar la gravedad de la conmoción, explicó.
Giguere también dijo que los médicos deben pedir a los pacientes con conmociones menores que reporten la pérdida del olfato o la ansiedad en las semanas posteriores a la lesión.
"Es una cuestión de aumentar la concienciación: mientras a más personas se les pida que estén atentas a la pérdida olfativa [pérdida de la capacidad de oler] y la ansiedad, más fácil será que los médicos respondan", añadió Giguere.
Los estudios futuros deben incluir un mayor número de pacientes para averiguar más sobre la asociación entre la ansiedad y el sentido del olfato, concluyeron los investigadores.