Ronald Duran es un boliviano residente de la ciudad de Annandale, estado de Virginia (Estados Unidos), quien lleva la fe y la devoción a la Virgen de Urcupiña en este país extranjero, a través de una imagen trasladada desde Quillacollo, a la que celebran cada nueve de agosto, desde hace 22 años.

A través de una entrevista en el programa Contacto OPINIÓN, Duran contó que la conmemoración fue una iniciativa de su madre y Felicia Flores.

“Comenzamos con un grupo de 20 personas, pero ahora asisten más de 200, llegando no solo bolivianos, sino de otros países de la comunidad latinoamericana, como Nicaragua y El Salvador”, comentó sobre el alcance internacional de la identidad del pueblo religioso cochabambino.

Duran contó que la imagen de la Virgen fue llevada en avión, “envuelta en pápeles y pasankallas”.

Además de la celebración principal, también se lleva a cabo el calvario, organizado por un pasante que es cambiado periódicamente. De la misma manera, se encuentran desarrollando las novenas (ejercicio de devoción que se practica durante nueve días para obtener alguna gracia o unas peticiones.

Duran afirmó orgulloso que todas estas actividades se realizan en su casa. “Me siento realizado. La Virgen ha ayudado a muchas familias aquí. Uno encuentra satisfacción y regocijo en compartir la fe con estas personas”. Contó que en las oraciones velan por los migrantes que pasan situaciones difíciles en las fronteras, por el bienestar del país, y por los residentes bolivianos en todo el mundo.

La fiesta principal del nueve de agosto empieza con una misa solemne, después se cantan los himnos nacionales de Estados Unidos y Bolivia.