La sintonía entre el presidente argentino, Mauricio Macri, y el brasileño, Jair Bolsonaro, supone un impulso para el Mercosur, que tras años de frustraciones ha logrado un histórico acuerdo comercial con la UE con el que ahora espera que se aceleren las negociaciones con otros países.

El acuerdo con la UE, que se consiguió cerrar durante la Presidencia argentina del Mercosur, que concluyó este miércoles cuando cedió el testigo a Brasil, crea un mercado de bienes y servicios de 800 millones de consumidores y engloba casi una cuarta parte del Producto Interno Bruto mundial.

Para el Gobierno argentino, ese pacto es un punto de inflexión en el Mercosur y supondrá grandes oportunidades de crecimiento y empleo para la región, mientras que el Gobierno brasileño, que hasta hace solo unos meses mostraba sus dudas sobre el futuro del bloque, apuesta ahora por el fortalecimiento de este organismo y cerrar acuerdos con otros países.

En opinión del presidente brasileño, el acuerdo entre el Mercosur y la UE se hizo posible después de que el bloque integrado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay se desprendió de su "orientación ideológica" y se centró en el libre comercio.

En su intervención este miércoles en el plenario de la cumbre del bloque que se celebra en la ciudad argentina de Santa Fe, Bolsonaro, que participó por primera vez en una de estas citas del Mercosur, propuso un bloque de "menos discurso" y "más acción sin ideologías y muchos mas resultados".

Los ejes que marcó Bolsonaro para la Presidencia brasileña del Mercosur son: eliminar el sesgo ideológico del bloque, modernizar su estructura, revisar el arancel externo común y acelerar las negociaciones comerciales con las grandes economías de todo el mundo.

Bolsonaro y Macri pilotan los Gobiernos de las dos mayores economías del Mercosur y comparten la misma visión liberal de la economía.

El grado de entendimiento entre los presidentes de Brasil y Argentina es tal que Bolsonaro ha llegado a pedir en varias ocasiones por la reelección de Macri y ha expresado su preocupación por un posible triunfo de la formula que tiene a Alberto Fernández, como candidato a la Presidencia, y a la exmandataria Cristina Fernández como candidata a vicepresidenta.

Las encuestas muestran al electorado argentino polarizado entre Macri y Alberto Fernández, quien ha expresado recelos sobre el acuerdo con la UE, que "sin dudas" será "revisado" si llega al poder.

También en octubre habrá elecciones presidenciales en Uruguay, pero en ese caso no hay temor de impacto político en el bloque suramericano.

En el panorama actual, con las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y el estancamiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el acuerdo entre la UE y Mercosur es visto como una luz al final del túnel. Pero el camino para su entrada en vigor es largo, no menos de dos años, por lo que en la cumbre de Santa Fe se acordó una fórmula para que se pueda aplicar de manera bilateral una vez que lo apruebe el Parlamento Europeo.

El acuerdo es celebrado como un gran logro por los Gobiernos de ambos bloques, mientras que genera inquietud en algunos sectores productivos, que temen que habrá ganadores y perdedores.