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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Instituto alternativo ve inviable el megaproyecto Chepete-Bala

Instituto alternativo ve inviable el megaproyecto Chepete-Bala

Brasil no ha manifestado intención alguna de comprar energía a Bolivia, por lo que la construcción de hidroeléctricas será una destrucción irreversible de la Amazonía, dependencia económica y el país adquirirá una deuda impagable, son los elementos que hacen inviable la consolidación del megaproyecto "Bala-Chepete", según aseguró Roger Cortez, investigador y director del Instituto Alternativo.


"Este proyecto significaría el estrangulamiento, la desecación de muchas de las fuentes, la asfixia y la conversión de la cuenca del río Amazonas hoy tan vital y no solo para los que nos encontramos en su área de influencia, sino para el conjunto del planeta dada la importancia de esta cuenca en términos de agua, de oxígeno, de biodiversidad", aseguró el experto durante su participación en el Encuentro de Bolivia, Colombia y Brasil que concluye que es inviable construir más represas en la Amazonía en el municipio de Guayaramerín, estableciendo que es poco probable que el proyecto hidroeléctrico se ejecute.

Del evento internacional participaron comunarios de los sectores amazónicos aledaños en donde se pretende establecer la hidroeléctrica y ratificaron su rechazo ante los anuncios del Gobierno.

"Rechazamos desde el principio y hasta ahora este proyecto. No queremos quedar inundados y no iremos a otro lado porque solo tenemos esos terrenos. Las autoridades del gobierno no han hablado con nosotros", señaló Nielsen Gonzales, habitante de la región de Toregua, dentro del Parque Nacional Madidi.

El pasado 10 de junio, el presidente Evo Morales dio por hecho la ejecución de los proyectos Bala, Chepete y Rositas, con el objetivo de generar 9.000 megavatios (Mw) de energía para la exportación.

En 2015 la empresa italiana Geodata llevó adelante un estudio para el proyecto hidroeléctrico El Bala (a 13 kilómetros de las poblaciones de Rurrenabaque y San Buenaventura) y al siguiente año se sumó Chepete (en el río Beni, a 70 kilómetros de Rurrenabaque).

"Cuando el gobierno dice que se va a construir en siete años (el proyecto) Chepete es irreal, porque no pudo consolidar proyectos más pequeños. Con el avance de estas mega represas e incluso menores sobre la cuenca del río Amazonas, el 60 por ciento de sus sedimentos naturales que arrastran las aguas va a ser retenido y en el caso del río Madera ese riesgo llega al 89 por ciento ", agregó Cortez al establecer que este proyecto muestra "servilismo" del Gobierno boliviano a empresas extranjeras.

El dirigente de la comunidad Puerto Carmen de la provincia Franz Tamayo, Benigno Torrez, aseguró que de construirse las represas inundarán todo el lugar donde habitan.

"Vivimos cerca del Chepete y nos van a botar a todos. Tenemos derecho a saber y no tenemos respuestas", manifestó.

Según datos de las empresas consultoras Geodata, Eptisa y Tecsult que hicieron los estudios para las megahidroeléctricas de El Bala, Chepete, Rositas y Cachuela Esperanza, los cuatro proyectos requieren una inversión de 11.795 millones de dólares, sin tomar en cuenta sus respectivas líneas de transmisión. 

"Esta cifra es superior a la actual deuda externa de Bolivia de 9.945 millones de dólares", sostuvo el activista y dirigente indígena, Alex Villca.