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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Higiene urbana

Higiene urbana
Hace un par de semanas se llevó a cabo en el Instituto de Investigaciones de Arquitectura y Ciencias del Hábitat de la UMSS un par de talleres con la temática “Soñando el Kunturillo”, en el cual participaron representantes de instituciones y personalidades del medio relacionadas con la problemática regional del río Rocha. En un primer momento, se intercambiaron impresiones sobre cómo lo quisiéramos (soñaríamos) al río Rocha en el futuro. No fue demasiada complicada la convergencia de la mayoría de las visiones, al añorarlo como un río “limpio”, que recupere su condición de “río”, que vuelva a tener el caudal necesario, que sea eje ecológico articulador urbano, con implicancias culturales e inclusive turísticas. Sin embargo, en un segundo momento a todos esos “sueños” se les puso ante el desafío del “cómo” lograrlo, qué hacer para conseguir hacer realidad esas visiones. De igual manera, las propuestas e iniciativas fueron diversas, ingeniosas y hasta sorprendentes.

En el entusiasmado intercambio de propuestas, surgió un comentario mordaz que hizo sentir vergüenza a propios y ajenos. Alguien dijo, nada de lo que se propone va a ser posible por culpa de los propios cochabambinos y cochabambinas, pero ¿cómo es eso? ¿Por qué lo dice? ¡por favor, explíquese! fueron entre otras las inmediatas cuestionantes. La respuesta fue; “los cochabambinos y las cochabambinas nos hemos acostumbrado a la basura”, “miren nuestras calles, plazuelas, avenidas, mercados, La Cancha, etc., permanentemente están sucias”, “la gente convive con la mugre sin inmutarse”, “la mayoría de los dueños de casa son indiferentes con sus aceras sin mantenimiento”, “las caseritas venden alimentos y comida junto a basurales”, “queremos tanto a nuestras mascotas, que los criamos tanto en la calle como en nuestros dormitorios” y creo -dijo el interlocutor en cuestión- que pronto vamos a cambiar de gentilicio, en vez de llamarnos cochabambinos, nos vamos a llamar “cochinobambinos”. La reacción fue una risa generalizada, pero después reflexionando un poco más, esta apreciación tiene mucho de verdad. Pese a los esfuerzos municipales que se realizan, los malos hábitos de la ciudadanía son deplorables; la higiene urbana es “un desafío que involucra a todos sin excepción”. De las aproximadamente 520 toneladas de basura que se generan cada día, solo en el municipio de Cochabamba, una porción importante de esta basura, las personas deliberadamente la abandonamos en los espacios comunes. ¿les gustaría cambiar de gentilicio?